Hate you (Armando Grúas)

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"Trabajar junto a la persona que más odias era lo más pesado y caliente que podía pasarles"

Se encontraban en un techo enfrente de la joyería, el Chino quería algo de acción al igual que Daniela o mejor dicho Delana, su apodo dentro de aquella mafia. Ella es gran amiga del asiático y a los dos les gusta ver el mundo arder.
Todo marchaba bien, Nadando y la pelinegra se encontraban como francotiradores pero cada uno estaba en una esquina, manteniendo distancia ya que ambos se llevan mal, el mayor sospecha que ella es una topo del CNP porque la vió muchas veces hablar con Greco, por otro lado, la menor sentía cierta atracción por el pero lo consideraba un imbécil por lo frío que era con ella.

— Voy a negocial pol el heli, mantenelse a cubielto. — avisó el pelirrojo por la radio.

El más alto buscó con la mirada el helicóptero, al encontrarlo este ya había visto a la chica, revelando su posición y provocando que los policias que se encontraban abajo del edificio empiecen a disparar hacía donde estaban. Rápidamente tiró de su francotirador y fué hacía Delana, en un brusco movimiento sostuvo a la menor para luego tirarse al suelo junto a ella en un intento de cubrirla de los disparos, quedando así el encima de ella, por un momento el ruido de las balas se detienen, sus rostros estaban a escasos centimetros, ambos se miraban fijamente sin decir nada, la contraría se relamio los labios, acción que no pasó de ser percibida por Armando quién empezo acercarse.
Estaban a nada de besarse hasta que el ruido de la radio los obligó a separarse.

— Los picoletos e'tan abatidos, pueden letilalse de la zona. — Avisó su jefe.

— De acuerdo. — Respondió Nadando mientras se levantaba del suelo.

La pelinegra estaba desconcertada, casi besa a la persona que le cae mal y para ser peor, deseaba que la besará.
Se subió al helicóptero junto a este y se marcharon del lugar, ninguno habló en todo el viaje, el ambiente era incomodo.
Al llegar a la mansión se encontraron con el Chino quien notó la tensión que había entre aquel par pero no dijo nada y se retiró lo más rápido posible, luego le preguntaría a su amiga que ocurre.
Daniela fué directo a su habitación para darse un baño y cambiarse por ropa más comoda.
Luego de un rato salió de su habitación, tenía hambre e iba ir a la cocina pero al caminar por el largo pasillo de las habitaciones, se encontró a quién menos quería ver, Nadando. Estaba por seguir su camino pero en un ágil movimiento, el mayor la acorralo contra la pared, dejándola sin escapatoria.

— Armando, alejate.

— ¿Por qué debería hacerlo?.

— Porque para ti soy un topo, recuerda.

El contrario puso una pierna entre medio de las suyas acercando más su cuerpo.

— Eres demasiado bonita e inteligente para ser un topo.

— Vaya, ahora no me tratas mal.

— Calla, Daniela, sabes bien el porque te trate así.

— Por verme con Greco, ¿verdad?.

El de ojos verdes la miro fijamente, su mirada la tenia atrapada pero no lo demostraba, todo lo contrario, lo evitaba e intentaba mantener su postura.

— ¿Te jode verme con otro?.

El mayor respondió con un sonido de afirmación, la menor sonrió internamente.
Las manos del más alto fueron a parar en sus caderas mientras que las suyas estaban en el pecho de Armando intentando alejarlo aunque no quería que lo haga. El castaño empezo acercarse cada vez más hasta quedar a pocos centímetros, la situación volvía a repetirse solo que esta vez no habían disparos.
Estaba por acercarse ella también pero recordó el como se separó de ella así que con sus manos ejerció algo de fuerza alejando un poco al contrario.

— Eres un pendejo si crees que voy a dejar que me beses.

— Madre mía. Eso no parecias decir cuando estabamos en aquel tejado.

— Que hijo de.. — Armando la interrumpió chocando sus labios con los suyos en un beso.

Al principio era un beso calmado y lento, le correspondió al poco tiempo haciendo que el beso se intensifique. Las manos de la pelonegra fueron a parar en su nuca para profundizar el beso.
Por primera vez el mayor sé sentía como un adolescente con las hormonas alborotadas, bajó sus manos a las piernas de la chica dando leves toques, Daniela entendió la indirecta, dejó de besarlo para dar un pequeño salto y enredar sus piernas en la cintura del contrario quién rápidamente la sostuvo, continuaron con aquel beso pero esta vez sus lenguas se encontraron empezando una guerra, la cual parecía ser un empate.

— Madle mía, bu'calse un telo, cojone.

Al escuchar al asiático, rápidamente se separaron.

— Joder, chaval.

— Pelo bueno, abuelo, Dany, ¿Pensaban follal en el pasillo? Eh gua'los.

— Ya callate, Chino, interrumpes. — habló la pelinegra molesta.

— Vale, lo' dejó solos, no intelumpo. —se marchó de ahí.

Ambos seguían agitados, sus ropas estaban desaliñados.

— Bien, me iré a preparar algo para comer.

— ¿Me vas a dejar con las ganas?.

— Así es, Armando.

— Joder.. ¿Quieres que te prepare algo de comer?.

— Si quieres.

— Vamos.

Daniela sonrió feliz, había logrado su cometido, además de que había besado a la persona que le gustaba pero que ocultaba su amor detrás de odio.

Dedicado a Dany, mi niña tkm. Gracias por aguantarme <33

One Shots de Infamesrp Donde viven las historias. Descúbrelo ahora