Tengo FÉ en ti (Sarvente x Ruv).

Capitulo 5.

Ambos niños eran felices, los dos estaban comiendo una hamburguesa con papas.

La madre de Ruv decidió capturar el momento así que sacó una pequeña cámara y tomó la foto de ambos niños comiendo. Cosa que no se dieron cuenta ya que ambos estaban preocupados en comer.

Ya acabando se dirigieron a la salida ya ambos satisfechos irían a donde un inicio se planeó.

En la salida un "Joven" de cabello verde agua y un gorro tapando sus ojos les abrió la puerta, este había tirado un cigarro y entró al local.

.-Gracias-. Respondió la mamá.

.-No hay de que-. El joven entró al local.

Ya en el auto ambos traían el refresco que les sobró, mientras tanto su mamá inició el recorrido al súper mercado.

En un tope mal visto el cuerpo de Sarv se agitó causando en ella un "eructo".
Ruv la miro confundido... Mientras tanto Sarv estaba demasiado sonrojada por la vergüenza que intentaba cubrirse con el bote de refresco.

.-Perdón-. Fueron sus únicas palabras.

Ruv dio una sonrisa (aunque le costará) y después imitó la acción de Sarvente. .-Supera ese-. Desafío el pequeño.

Y así fueron casi todo el camino aunque a veces Ruv pedía tiempo fuera debido a su molestia.

Pasó el rato y al fin habían llegado a su destino. Ambos bajaron del auto

Puso seguro al carro su mamá y entraron al gran local.

Ambos veían asombrados el local mientras iban de la mano de la mamá de Ruv. Veían a mucha gente, dos personas que iban con una bebé de cabello pelirrojo, un señor militar con un pequeño de cabello naranja, y una familia que iba con su hija e hijo de pelo azul. Y entre otras más

Caminaban viendo uno que otro local que llamaba la atención de los niños, pero ninguno decía nada. Sarvente por qué no quería ser descortés y Ruv por qué ya conocía a su madre.

Entraron a donde era su primer objetivo y de ahí empezaron a ver cosas aunque solo veían verduras y cosas que para ellos era algo que les parecía aburrido.

.-¿Quieren que los lleve?-. Hablo la mayor señalando el carrito de compras.

Ambos niños se miraron para solo Sarvente aceptar la petición. La madre la cargó y la puso en el asiento, quien miro a su amigo y le sonrió.

Caminaban entre pasillos y lo que al inicio parecía algo divertido se estaba convirtiendo en algo aburrido. Pero eso estaba a punto de cambiar ya que llegaron al pasillo que tanto esperaban...

Las frituras y dulces.

El pasillo en el que cualquier mamá tiene miedo de entrar, ya que su hijo puede hacer un berrinche o incluso tirar las cosas.