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¡Ciencia!

Gumball al escuchar esto se sonrojo con la mirada confundida, abría la boca con intención de decir algo pero en realidad no sabía que decir.

-¿No quieres tener un hijo conmigo?-su voz tembló como apunto de llorar.

-No llores ¡No es que no quiera!

-Bromeó tontito, se que no es lo que quieres decir.

-Gumball Bon Abbader, no bromees, estoy apunto de romper en llanto de la frustración que siento.

-Marshall, antes ni siquiera estaba interesado en tener una pareja, casarme e hijos mucho menos estaban contemplados en el plan. No se cómo te enteraste o si yo te lo dije pero eso fue un vago pensamiento porque cuando fuimos al orfanato estabas tan alegre con los pequeños, empecé a imaginar cómo sería tener un hijo, cuidarlo y criarlo como una princesa o príncipe.

-Solo quiero que sepas que a mí también me gustaría tener un bebé contigo, si fuera posible.

Gum lo beso dulcemente, ahora todo se sentía en paz, sus corazones latían sincronizados y calmados, Marshall metió sus manos dentro de su pantalón haciendolo suspirar.

-¿Tan rápido nos reconciliamos

-¿No me has estado provocando todo este tiempo?-dijo mirándolo a los ojos llenos de lujuria acariciando cada vertebra en su espalda.

-¿Si lo notaste?

-Claro que lo noté, además se que no llevas ropa interior y hueles exquisitamente dulce hoy ¿Que sí lo noté?

-Sabes Marshall... si no podemos tener hijos... podemos "intentarlo" una y otra vez, hasta que salga-dijo mietras tomaba sus hombros con determinación y subía por completo a su regazo.

Una sonrisa pícara escapo de los labios de Marshall, tomó sus labios delicadamente, se sentía tan bien, trato de hacer un beso más tierno y ligero, pero Gumball no lo resistía... subia la intensidad. Tomando su lengua agresivamente, se volvian locos, la cavidad bucal de Gumball era tan humeda, dulce y calída. Tomo sus caderas, juntandolas hacia su cuerpo.

-¿Mmnh, te ha gus... tado la idea no? -escucho decir a Gumball.
-¿Tu crees?-respondio Marshall empezando a besar tus cuello, clavículas y lamerlo todo como si fuera una paleta.

Lo estampo al colchón, comenzando  a meter sus manos bajo su delicada camiseta, pasando sus dedos en su espalda baja acariciandolo con lentitud, el solo gimotéo. Se separaba para apreciar su rostro, estaba completamente rojo. Gumball comenzó a pasar sus manos con cierta timides sobre el pecho de su pareja, todo el valor que había juntado para poder provocarlo se había esfumado.

-¿No me ibas a tomar, chico dulce?
-No te burles de mi, solo hagámoslo.-abrio las piernas.

Comenzo a besar y dejar pequeñas marcas sobre su cuello, mientras sentía como sus manos tomaban su espalda y lo cercaban más a su cuerpo, convirtiéndolo en un dulce abrazo.

-Creí que querías que me apurara.

-Quiero que me mimes un poco.

Correspondió al abrazo, besando su frente y su nariz, robandole varios picos en los labios, causando esa hermosa risa que tanto amaba.

-¿Tu alguna vez pensanste en tener una familia?

-Siempre quise tener de lo que careci Gumball, tú eres mi familia.

-Lee..-su corazón vibró.

Marshall lo sento sobre sus piernas para decirle que se quitará la camiseta, sin repetirle dos veces la tomo de los extremos de abajo para arrancarla sin piedad, saltando botones por todos lados. Gumball lanzó hacía el de nuevo tomando su espalda solamente para acercarlo, sintiendo como sus pezones rozaban. La erección entre ambos era más que evidente chocando en el vientre de Gumball, solo escucho un gemido salir de sus labios.

-Mar..shall,-susurró contra la piel de su cuello.-estoy quemándome.

Se encorvo debajo de su cuerpo haciendo que ambos miembros de rozaran causandl gemidos en ambos. Los beso se hacían cada vez más candentes, las caricias pedían más.