Bienvenida

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Entro de incógnito pues quería soprender a Marshall, y darle un gran, gran beso. La primera imagen que vio fue de el sentado en el trono escuchando la petición de Don tronquitos para un permiso de una tienda de pays.

-Revisare todo yo mismo, y le enviaré sus formas en unos días.
-Eres un gran rey Marshall, perdón, su altesa.
-Mucho éxito.

Verlo tan seguro hablando y tomando decisiones lo hacían sentirse orgulloso, era parte de su naturaleza.

-Ugh... Esto es insoportable, es muy aburrido.
-Nadie dijo que ser Rey iba a ser divertido.
-Por eso no quería gobernar, pero... Debo amar mucho a Buba para estar encerrado, por lo menos antes estaba encerrado aquí con el.
-Regresara en unos días.
-¡Hagamos una guerra! Esta vez aproposito, no se dará cuenta.
-¡Nada de guerras!
-No me dejas divertirme.

Gumball estaba escondido escuchando todo, hasta a el le había sorprendido, sabía que el trabajo real era monótono y aburrido pero que Marshall siempre pusiera una sonrisa cada que le pedía algo se sentía completo.
Lo siguió hasta la habitación donde había varios papeles que debía revisar, gruñendo golpeando dl escritorio, tomo el primero y comenzó a leer.

-¡Marshall!-grito entrando a la habitación emocionado.
-N grites cuando... ¡Gumball!-dejo los papeles a un lado para abrazarlo.
-Te extrañe mucho.
-¿Cómo estás? ¿Que tal todo?
-Fue el viaje más largo y aburrido de mi vida, pero eso no importa.

Marshall tomo su rostro entre sus manos y lo besó con mucha ternura, por todo el rostro.

-¿Cómo está el reino? ¿Cuando iniciamos las vacaciones?
-Después...hoy prometí ir a leer a los niños del orfanato, y aún falta papeleo que revisar y permisos a autorizar.
-Yo voy contigo con los niños, y por lo demás no te preocupes entre dos el trabajo será más rápido.

Su transporte tenía filtros para que la luz del sol no molestara a Marshall ninguno se había separado del otro, ambos estaban empalagosos a morir.

Llegamos al orfanato, los niños ya estaban en la puerta para cuando la abrieron.

-¡Si llegaste!-gritaron los niños felices abrazandose y colgandose de el. Un grupo de niños llego con una canasta llena de manzanas.
-¡Fuimos a recoger manzanas para ti!-una linda niña galleta dijo ofreciendole una.
-¿Por que lo saludan a el y a mi no?-pregunto Gumball cómo si estuviera ofendido.
-¡Príncipe Gumball!-los corrieron hacia el tumbandolo, abrazandolo y recibiendolo.
-¿Que tal? Pequeños.
-¿Quien quiere escuchar historias?-un montón de "yos" empezaron a escucharse por la sala de estar de los pequeños.
-¿Como es que te hiciste tan famoso con los niños?
-Me sentia solo mientras no estabas y te llevaste a mis amigas aventureras.

Se sentaron a leer, entre Gumball y Marshall haciamos la voz de los personajes, Gumball decidio que el seria el villano, los niños escuchaban atentos a la historia. Los efectos de sonido no tardaron en aparecer por parte de Lee. El dia siguió tranquilo y relajado, el rey habia vuelto de su misión y podiamos estar tiempo a solas.

-Te amo muchísimo.-comenzo a besarlo con pasión, ambos correspondian mientras lo recostaba en la cama.

Sentía como le quitaba la corona y su playera, besando por todo su cuerpo, el problema es que cuando toco la cama se podría decir qud perdió la conciencia pues dejo de corresponder los besos.

-Imagine que estabas cansado,-lo abrazó riendo.
-No dormí todo el viaje,-se acurrucó suspirando.-Nunca espere que eso me hiciera falta alguien con quien dormir, perdóname te juro que quiero hacer esto.
-Duerme ahora, dicen que la comida sabe mejor cuando tienes hambre.

Esta vez Marshall se quedo en la cama la mayor parte de la mañana, se despertó alterado sabiendo que aún debía atender ciertos asuntos y los papeles. Se levantó y miro a su alrededor, los papeles ya estaban ordenados, revisó el primero ya estaba sellado y firmado.
Se vistió y fue hasta el salón del trono, varios dulces lo estaban rodeando feliz.

-Ya acabe con todos los deberes de hoy, quería pasar un día contigo.
-Que rápido,-beso sus labios.-¿Y mis clases con Mentita?
-Las cancele. Solo que por mi regreso nos quisieron organizar una fiesta.
-No hay problema,-susurro a su oido.-nos escaparemos.
-Hasta que los preparativos esten listos podemos hacer ciertas cosas.

Gumball enredaba sus piernas alrededor de su cintura, sin despegar sus labios.

-Marshall...¿hace cuanto que no...-jadeo al sentir mi lengua en su cuello.
-Dos meses y un poco más.
-No entiendo como resistimos tanto.
-Ni yo...

Recostó a Gumball en la cama, gateando hacia el para atrapar sus labios bajando poco a poco por el cuello, dejando marcas en su rosada piel, por su abdomen y el hueso de su cadera.
Gum alzó la pelvis presionando la entrepierna de ambos, que jadeaban  de  satisfacción por el contacto, mientras volvia a besarlo sentía sus manos en su vientre bajo desabrochando y quitando el pantalón, se separo para jalarlo completamente fuera de el.

-Espera, Espera...tengo el lubricante en el baño.-se levantó y fue al baño, su respiración estaba agitada y me temblaban las manos, de verdad se sentian adictos a esto.

Regreso con el bote en la mano pero ya no traia puesto su boxer si no una braga color roja un poco transparente, sentandose sobresu regazo con las piernas en cada lado de su cuerpo.

-Oh por Glob..-exclame mientras.-¿Cuando conseguiste eso?
-Shhh, no preguntes, solo gozalo.-atrapo sus labios abrazando con firmesa mientras lo giraba,  comenzó desde el ombligo hasta bajar a la braga comestible, lamiendola sintiendo la erección de Gumball cada vez más dura, la braga era sabor cereza. Termino arrancado la de un mordisco haciendo que Gum gimiera de la sorpresa.
Engullendo su miembro enérgicamente, su pareja se retorcía debajo de el levantó su rostro para que lo mirara y nego con la cabeza.

-Basta, vamos al punto.-me extendio el bote de lubricante.
-Aguanta un poco.-separe sus piernas y lami la parte interior de sus muslos, este gemia sin control.

Empezo a prepararlo, Gumball al principio siempre ponía una mirada incómoda, cuando doblo dentro de el gimio y se retorcio, meti el segundo dedo este entro con un poco de más facilidad, el tenia los ojos cerrados con las manos tomando fuertemente la sabana, la boca entre abierta. Llegamos a los tres dedos, y tambien tocaba su prostata, el rogaba por que entrara de una vez y la verdas yo igual lo deseaba.

-Solo hazlo.-alzo las piernas a ponerlas en sus hombros.-Marshall...
-Ya....-sacó los dedos y metio la punta.
-Hazlo.-poco a poco fue metiendo su pene en el, ambos gimiendo hasta senti como la pelvis chocaba con su trasero.

Las embestidas comenzaron lento, pero Gumball trataba de acelerar el movimiento.

-Marshall...-gimio.
-No, quiero hacerte sufrir como tu ausencia me hizo sufrir a mi.

Iba lento, demasiado lento, el disfrutaba cada roce, cada caricia, también quería acelerar pero su culpa o no quería hacerlo pagar por dejarlo solo, el otro chillaba y tratab dd moverse en vano.
Sacó de golpe el miembro para incrustarlo con fuerza de nuevo dentro de el sacando un delicioso gemido prolongado.  Las caricias, el amor y la pasión no falto en ningún momento, estaban más que contentos, no solo era el acto sexual, estar mirándose a los ojos mientras todo esto pasaba, repitiendo una y otra vez lo mucho que e aman con sonrisas discretas. Siendo uno mismo se sentían perfectos.

Cambiando de posición el pelirosado le daba la espalda al otro quien besaba del cuello a su espalda profundizando las estocadas, tocandolo sin vergüenza alguna una mano en su pecho y otra más abajo.
Gumball no aguanto más con ambos estimulos sincronizados y se corrió cual adolsecente, incluso llego a mancharse la cara. Fue un grito agudo e inesperado para el que se arqueo inhumanamente al sentir la calidez del semen dentro de él también.

-¿No crees que hacemos esto demasiado?
-No...
-Me encanta pero me incómodo ir de viaje, pensar en ti y que vengan imágenes, sensaciones pasadas de nosotros.-se abrazó.-y no podee hacer nada.
-¿Tienes fantasías nocturnas conmigo? ¿Qué edad tienes, 15?
-Cierra la boca,-lo beso.-Si nos acostumbramos a no hacerlo tan seguido no sufririamos tanto con nuestra ausencia.
-O podemos aprovechar antes de que no tegamos tiempo.
-Ugh ya es tarde tenemos que ir.
-No...por favor.
-Escaparemos.-Marshall lo cargó cuál princesa y lo llevo a la ducha.

Gumball estaba frente al espejo, llevaba un elegante traje rosa oscuro, Marshall trataba de ponerse un moño el cuál no podía atarse, desesperado gruño con su rostro demoniaco a la prenda y la tiro al suelo.
Con una sonrisa su pareja lo levantó y lo ató son problemas, lo miro a los ojos acariciando su pecho y recargo su cabeza, no podía ser más feliz, el más alto se inclinó para besarlo.

-¿Imagínaste alguna vez algo como esto?
-No... nunca, pero el lo mejor que me ha pasado.
-Se que estos años han sido difíciles para ti, adaptarte a lo cotidiano y lo aburrido, debes quererme mucho.
-Contigo todo es maravilloso.
-Te prometo que buscaré la forma de hacer todo este trabajo más interesante, o reducir el trabajo.
-Seria bueno para ambos pero avers no se pueden cambiar las cosas.

Tocaron la puerta ambos seguían abrazados mirandose a los ojos, al unísono invitaron a pasar a quien llamaba a la puerta, era Mentita.

-Parece que alguien aprendió a tocar la puerta.
-Con ustedes ya no se sabe.-rodo los ojos.-los están esperando.

La fiesta estaba muy animada, Gumball agradecio a los organizadores, ambos saludaban a los invitados, hasta que Marshall fue invitado a dar ambiente musical con el bajo así que tenía que separarse un rato de el.

Se sintió un tanto perdido al no sentir la mano de su esposo con el, pero de inmediato Fionna y Cake lo llevaron a bailar con ellas.
Marshall estaba reluciente en el escenario, todos gritaban a sus pies el parecia disfrutarlo, volaba cantando alrededor muchos queriendo alcanzarlo, su pareja lo miro sonriendo negando con la cabeza y le respondió con un guiño, dejo el bajo con un encantamiento tocando algo lento.

-Yo creo que es tiempo de algo lento.-dijo caminando entre el público que buscaba a una pareja, llego hasta Gumball.

Rodo los ojos y río nervioso, era su esposo pero su faceta de chico malo le encantaba.

-Hola, no se que encanto tienes, no puedo dejar de verte y veo que tu tampoco.
-¿Ah sí? No te había notado.
-Enserio lo dudo juraría que me desvestias con la mirada chico lindo.
-¿Que quieres de mi?
-Bailar.-tomo su mano y lo jaló hacia el tonandolo de la cintura.
-Soy casado.
-No creo que le moleste solo una canción.
-Es muy celoso.
-Tendre que pelear.

Comenzaron con el baile, Gumball no paraba de reír.

-Esto es ridículo seguimos coquetando como adolescentes, estamos casados.
-Es una gran señal, que me enamore de ti cada que te veo.
-La chispa entre nosotros jamás se apagará.
-No lo veo como una chispa, la química entre nosotros es más cómo...-lo inclinó exageradamente.-un incendio.
-Que cursi eres Marshall Lee Abbader.
-Me adoras Bon.-iban a unirse en un beso cuando los interrumpió Grumoso.
-Marshall Lee bombón te estuve buscando entre toda esta plebe, baila conmigo.
-¡Grumoso sin tocar!
-Y yo soy el novio celoso.
-Agh cariño tu lo tienes todo el tiempo, solo una pieza.

Fue apartado de el quedandose parado sin hacer nada, con un chasquido de dedos l música se volvió animada bailando separados Gumball celebró internamente.

-Eres de mis mejores amigos Grumoso, pero Ball, no lo he visto en meses.
-Se nota el otro día lo caché satisfaciendose en tu nombre.-carcajeo.-me cae bien, pero serías mejor cómo mi esposo.
-Eso no iba a pasar.
-Bien solo baila.

Después de un canción volvió con Gumball quien hablaba con Desayuno y Trapo, tocó su hombro y al girar beo sus labios.

-Hola cariño, ¿Y Grumoso?
-Me cambió ñor otro repartidor de pizzas.
-Hablabamos de lo bien que pones el ambiente estábamos pensando en invitarte cómo músico en futuras fiestas o cuando tengamos visitas de otros reinos.
-Es una idea grandiosa.
-Es halagador pero hay muchas cosas que hacer en el Reino y...
-Yo creo que sería genial que lo hicieras, yo puedo encargarme.
-Bubba ¿Enserio?
-Ni quiero que te aburras.
-No es adorable, deberían casarse es magnífico, oye no íbamos a...
-Bueno saben donde encontrarlo, claro que estará disponible, tenemos que hacer algo.

Una ronda más en la habitación, Gum lo abrazaba, cuando ma puerta se abrió fingió estar dormido.

-Se quedo dormido.
-Ya se retiraron todos del castillo, fue algo grosero desaparecer.
-Shhh esta dormido Mentita.
-Más vale que duerma usted también porque van a limpiar todo mañana.

La puerta se cerró y Gumball levantó la cara riendo, besando la mejilla de su pareja, recargó su cabeza en el pecho del vampiro con una sonrisa mirándo el montón de manzanas que los niños le habían regalado, y algunos dibujos en la pared. Acariciando su pecho en círculos.

-Los niños ¿son lindos? ¿verdad?-habló adormilado.
-Lo son...
-Marshall...-Gumball bostezo.
-¿Que paso Gum?-dijo pasando su brazo alrededor de su cintura besando su sien.
-Marshall... cómo me gustaría tener un hijo contigo.

Marshall estaba tan relajado y escuchar aquello fue como un balde de agua fría, pero el ya se había quedado dormido.

HᎪᏢᏢᎽ ᎬᏉᎬᏒ ᎪFᏆᎬᏒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora