El Vacío

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Era el día más feliz de mi vida. Estaba con Maca y me había pedido ser su polola de la forma más hermosa que puede existir, con muchos dibujos míos en un cuaderno. No pude aguantar la felicidad y obviamente le dije que sí mientras le plantaba un beso, de esos que ahora se me hacían tan necesarios para poder vivir. Era tan loco como mi vida había dado un vuelco. Era tan hermoso esto que me pasaba con Maca, que lo quería cuidar y vivir al máximo. Un día a la vez.

Luego de la llamada de mi mommy salimos felices de la cabañita para ir a comprar las famosas pizzas que vimos en Instagram. Aunque nos daba un poco de lata salir. Solo queríamos pasar el primer día como pololas oficiales, juntas en la cabaña. El día estaba templado, aunque a mi parecer, Maca no opinaba lo mismo.

- No sabía que eras tan friolenta - bromee con la Maca mientras me colgaba de su brazo y ella cargaba mi polera rosa.

- Nooo poo, si está haciendo friooo- respondió entre quejándose y riéndose, formado esa sonrisa tan perfecta...tan contagiosa. Ver esa sonrisa era como si me reiniciara la vida. Me di cuenta muchos segundos después lo perdida que había quedado mirando sus labios porque la noté sonrojarse ligeramente mientras desviaba la mirada.

- ¿vamos? - asentí y agregué mientras caminaba con dirección al carro

- Maca, creo que vas a tener que llamar a tu papá nomás -

- ya pero mañana- se quejó y agregó- hoy es el día más hermoso de mi vida- soltó una sonrisa nerviosa. No pude con la ternura y la abracé mientras caminábamos

- ¡Hermosa! - exclamé

Nunca pensé que podría estar tan enamorada de una persona y menos, que sería una mujer, pero verla a mi lado me hacía olvidar todo. Ella era como ese lugar de tranquilidad y amor, donde una puede descansar tranquila. Donde puedes ser tú y puedes ser feliz.

Traté de enfocarme en lo importante ahora, que es pasar el día con esta gloriosa persona, así que me dirigí al asiento del conductor y aceleré.

Maca tenía razón, a medida que avanzábamos sentía la brisa fría golpeándome la cara. Un pequeño escalofrío recorrió todo mi cuerpo y una sensación extraña se instaló en mi corazón.

Traté de despejar mi mente observando a Maca. La vi disfrutando del paisaje y como sus rulitos bailaban con el viento. Sonreí al darme cuenta de que un mechón se le metió a la boca.

-tonta- le dije riendo

- Los ojos en el camino- me exigió riendo- Ya po Rubiii- me dijo como rogando cuando no le hice caso y no me quedó otra que obedecer

A medida que fuimos saliendo de la sección de cabañas comencé a acelerar para llegar rápido, giré en la curva y al presionar el freno me di cuenta de que el auto no se detenía. En una fracción de segundos...todo se apagó.

No entiendo... estaba con la Maca y de pronto todo se oscureció. ¿Acaso todo lo vivido fue un sueño?... se sentía tan real. ¿Qué paso? Me siento tan ligera, a lo lejos me parecía escuchar la voz de Maca y un olor a quemado que me llamaba la atención, pero me encontraba en un lugar iluminado, vacío.

Será esa parálisis del sueño sobre la cual leí el otro día en un post de Instagram. El artículo mencionaba que el cuerpo se mantiene quieto mientras uno recuperara la conciencia lo cual nos hace sentir atrapados. Eso es lo que siento ahora, me siento atrapada dentro de este umbral sin entender lo que está pasando.

Cierro mis ojos.

Despierto en mi cama, al frente, la Esme sigue dormida. A pesar de estar en mi penthouse no me siento tranquila. Tengo este vacío en el corazón; miró a mi alrededor mientras me tomo el pecho... Siento un pequeño dolor. Escuchó pasos afuera, debe ser mi mommy preparando el desayuno. Trato de levantarme para cambiarme y empezar un día más.

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