H.

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Es que solo de verte cruzar esa puerta mis piernas ya tiemblan. Tú te acercas al espejo provocando mi suspiro inaudible mientras yo contemplo a lo lejos tu reflejo. Me gusta perderme entre el movimiento de tu actitud. Y me quedo observando el flujo de tus vibraciones prácticamente celestiales. Entonces me dedicas una mirada dulce capaz de calmar mis mil y un demonios. Debí prever entonces que tu eras, eres y serás, la más bella casualidad con la que me he podido cruzar.

Aunque la verdad es que no sé a qué estamos jugando pero tú vas ganando. Tengo miedo de jugar con fuego y acabar siendo ceniza, pero si tú eres el fuego que me quema no me importaría arder un rato por tal de sentir el calor a través de tu tacto.

Que siento que te tengo a centímetros, a milímetros, pero lo cierto es que te tengo y eso me provoca más nervios que otra cosa. Tu esencia me desconcentra y aun así no quiero que se marche. ¿Acaso estoy perdiendo la razón por desconocido?¿Cómo puede acelerar mi corazón y seguir tan aburrido?

Querido anónimo dame tiempo y te haré mío.

Hache muda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora