PROLOGO

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Como cada jueves salimos de la oficina y nos encontramos en el after office al que asistimos con la excusa de cortar la semana. Era un día más, no tenía nada de especial. Llegamos a eso de las cinco treinta, mis compañeros pidieron sus cervezas y yo, como siempre, pedí un vaso de gaseosa. No tomo alcohol, mi cuerpo no lo tolera y yo lo odio.

— White volvió de Londres— habla Peter, quien es asistente de Liam White, uno de los dos hijos que tiene White padre, el dueño del laboratorio en el que trabajamos — pero no lo hizo solo— comenta divertido bebiendo su cerveza — trajo a su hermano menor que es...— hace un silencio poniendo una mirada picara — un caramelito.

— ¿De verdad?— pregunto divertida — ojala lo veamos pronto.

—Lo dudo— Zoe, la asistente del White padre, niega con la cabeza— Felix no se parece en nada a Liam, es muy parecido al señor White.

— ¿Serio y malhumorado? — Eric pregunta mientras todos se ríen y asienten.

Todos opinan que el Sr White es demasiado serio, yo no tengo más que agradecimiento hacia él. Hace dos años tuve que dejar mis estudios universitarios, cuando mamá enfermo de cáncer y necesitaba un empleo, estaba trabajando como mesera en un restaurante carísimo en el que me pagaban una miseria. Un día me toco atender la mesa del Sr. White y cuando éste se dirigió al baño escucho lo grosero y desagradable que mi jefe era conmigo, al volver a la mesa para llevar su pedido el hombre me dio su tarjeta y me dijo que él podía ofrecerme un empleo donde me trataran mejor, que pidiera una cita con su asistente.

Recuerdo haber ido desconfiada, pensando que seguramente me ofrecería algo indecente, no sería la primera vez. No quiero sonar narcisista, pero soy una mujer guapa y mi cuerpo es bastante llamativo, mis raíces latinas destacan sin dudas.

Sin embargo, el hombre se mostró amable y respetuoso, me ofreció ocupar una vacante como asistente del jefe de recursos humanos. Era un empleo para el que no tenía ningún tipo de preparación, pero al Sr White no le importo. Su respuesta fue: "Todo se aprende querida, lo harás bien"

Desde ese momento mi vida dio un giro y no solo pude afrontar cómodamente los tratamientos que mamá necesitaba, pude mudarme a un departamento en el que vivíamos más cómodas en un mejor vecindario, hice nuevos amigos y tuve una vida que pocos pueden tener sin haberse recibido. No me sobra nada, pero tampoco me falta.

—No sean así, el Sr White es un gran hombre— Lo defiendo.

— Que raro, la protegida defendiendo al jefe— todos reinos, los chicos conocen mi historia y saben la gran ayuda que significó para mí el trabajo que me dio White. En realidad todos lo aprecian, siempre que alguien necesitó ayuda él estuvo ahí, su seriedad creo que solo es una fachada.

—¿Ese no es Felix?— pregunta Liz señala disimuladamente con la mira y todos la seguimos con disimulo.

—Efectivamente— responde Peter— que extraño... Él suele venir los viernes.

No suele importarme mucho lo que hagan los jefes, por lo que vuelvo a la conversación que tenía con Zoe sobre sus planes para el fin de semana. Cuando un grito histérico de Peter me obliga a prestarles atención:

—Dios bendito de los santos dioses de la galaxia más alejada de la vía láctea— su comentario casi hace que escupa mi gaseosa por la nariz.

Sigo su mirada y ahí lo veo, alto, de cabellos rojizos, ojos oscuros y un porte impresionante. No quiero exagerar, pero creo que es el hombre más guapo que vi en mi vida.

—Les dije que era un caramelito...— sonríe levantando la mano para pedir una segunda ronda de bebidas.

En ese momento Liam se fija en nosotros, sonríe y palmea el hombro de su hermano que lo mira poniendo los ojos en blanco y avanzan a nuestra mesa.

— Buenas buenas— Liam se acerca y se sienta junto a Zoe luego de observarnos a todos — Siéntate hermanito— golpea el hombro de Felix y este se sienta en el único lugar disponible, a mi lado.

— Hola— sonrió tímidamente y le ofrezco mi mano— Soy Eva Gonzales, asistente del jefe de recursos humanos.

El chico me mira con detenimiento, como si intentara analizar algo más allá de mi rostro. Finalmente, apenas, sonríe y sujeta mi mano — Felix soy...

— Felix White, lo sé— respondo — Los rumores corren rápido en la empresa— susurro cerca de su hombro y el responde con una encantadora sonrisa.

Ese fue nuestro primer encuentro. Él no quería estar ahí, para mí era una rutina de cada jueves, pero esa noche el destino quiso que nuestros caminos se cruzaran y enredaran. Esa noche conocí al que, un año y medio, más tarde se convertiría en mi esposo.


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Mar-Tinez.


(Des) Amor (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora