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Esa noche Felix llego temprano. Mi suegra había decidido recluirse en su taller de tejido y la casa estaba completamente vacía.

— Hola— susurra entrando despacio.

Camina detrás de mi, llegamos a la sala y lo invito a sentarse.

— Es extraño— comenta acomodándose en el sillón— se siente extraño que me invites a sentarme en el que fue nuestro hogar...

— Fue Felix...— comento sentándome frente a él con una sonrisa fabricada— tu hogar ahora es en otra casa, con otra familia. Y sé que suena resentido— lo interrumpo antes que hable— pero no lo es, me está costando pero estoy asumiendo que hace mucho tiempo elegiste y esa elección no fuimos nosotras.

— Eva...— se acomoda para acercarse e intenta colocar su mano en mi rodilla, pero la retiro— sé que rompí tu corazón de todas las maneras posibles, pero cambie...Se lo que hice y lo lamento.

— No rompiste mi corazón Felix— sonrió falsamente— lo arrancaste, lo arrojaste al piso y lo pisaste. Tenías a alguien que te amaba— intente mantener la compostura pero ya me es imposible— incondicionalmente, cada día. Pero tiraste todo por la borda y ¿solo tienes excusas? A veces no hay excusas que justifiquen los actos de las personas Felix, hay veces que las personas hacen las cosas solo por hacerlas, porque no les importa.

— Lo siento— susurra con los ojos llenos de lágrimas — Podemos intentarlo Eva... ya no soy el mismo...

— Tú no eres el mismo, pero tú eres la razón por la que no quiero estar contigo. Me das asco. Claro que te amo— me rio con los ojos llenos de lágrimas— y probablemente lo haga toda la vida. Y...— la voz se me quiebra— y me da pánico una vida sin ti, pero más miedo me da una vida sin confianza en la persona que amo. Me da más miedo vivir con la duda de si estoy compartiéndote o no... Confianza era todo lo que necesitábamos Felix, era todo lo que teníamos y era suficiente para mí. Ya no sé qué pensar, me pase semanas preguntándome ¿Qué hice mal? ¿Por qué no fui suficiente?

— Lo siento tanto...— Se mueve para sentarse a mi lado pero me alejo

— ¿Qué lamentas? ¿Lo que hiciste? ¿O el que me haya enterado? ¿Pensabas estar toda una vida fingiendo amarme?

— Te amo Eva, nunca deje de amarte... Lo siento tanto.

— Disculpas no aceptadas.

— Cometí un error...

— Tres hijos y una mujer no son un error Felix... Me apuñalaste el corazón y cada vez que dormías con ella lo clavabas más profundo, cada vez que la embarazaste disfrutabas más del dolor que me causabas. Ya es tarde Felix y si, lamentaras lo que hiciste. Tal vez no ahora, pero llegara el momento y realmente lamentaras el daño que le causaste a esta familia.

— Eres mi vida Eva, India y tu...

— Te amo— susurro acunando su mejilla— pero no puedo perdonarte — Le entrego la carpeta que preparo mi abogado— si nos amas, por favor firma esto...

— ¿Qué es?

— Además de los papeles del divorcio, quiero la tenencia completa de India— su rostro se transforma y comienza a leer los papeles— en este papel me entregas la tenencia y en el caso que algo llegara a pasarme la tutela de India la tendría tu madre y en caso de ella no poder, la tutela de nuestra hija pasaría a manos de Liam y Rita.

— Eva no puedes hacerme esto...— sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas— India es mi hija.

— Lo es y lo sé, pero no puedo confiar en ti. Y si algo llegará a pasarme, tampoco puedo confiar en la mujer que vive contigo. Lo siento Felix pero estos son mis términos. No te impediré el contacto con India, eso sí... ella no quiere verte y yo no voy a obligarla, deberás ganarte su respeto nuevamente.

— Supongo que lo merezco...— susurra.

— No Felix, en la vida no obtenemos lo que nos merecemos. Yo no me merecía esto... y sin embargo estoy haciéndole frente con toda la entereza de la que soy capaz.

Levanta la lapicera y firma el acuerdo de divorcio, es justo, no voy a quitarle nada que no me corresponda.

— Quédate la casa...— me dice dejando la lapicera y buscando los papeles de la custodia de India — te daré la mitad de mis acciones del laboratorio.

— No tienes que hacerlo...

— Si tengo, eres mi esposa Eva. Fuiste mi esposa— medio sonríe señalando el papel — promete que nunca me prohibieras ver a India.

— Te doy mi palabra Felix, pero ten en cuenta que jamás la obligare a pasar tiempo contigo si ella no quiere...

Asiente firmando la custodia y cerrando la carpeta.

— Con tu madre decidimos poner en venta la casa— anuncio— vamos a buscar algo más pequeño para las tres.

Felix asiente poniéndose de pie — ¿Esta en la casa?

— En el taller de tejido— responde— puedes ir a verla si quieres.

No sé cuánto tiempo pasaron ahí dentro, solo sé que cuando salieron ambos habían llorado.

Felix se acerca y acaricia mi mejilla, un contacto que extrañaba pero que no puedo necesitar, nunca más.

— Te amo Eva...

No respondo, no puedo. Solo levanto mis comisuras y lo veo alejarse por la puerta.

Lilí me estrecha en sus brazos y lloro, lloro todo lo que no había llorado hasta el día de hoy.


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Mar-Tinez

(Des) Amor (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora