¡¡VIERNES!!

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Cuando iba de camino a clase oí una voz que decia mi nombre. Cuando me di la vuelta vi a Lucía,  la hermana de Iván.

- Hola. Soy Lucía, la nueva de clase.

- Hola. Me llamo Sara.

- Sí,  ya lo sabía.  Ayer mi hermano no paraba de hablar de ti.

No pude evitar sonrrojarme.

- Sí,  ayer estuvimos hablando.

- Te has sonrrojado??

- Noo.

- Yo creo que sí. En serio tienes las mejillas como dos tomates.

Miré hacia abajo para que no se me viera la cara.

- Lo siento, no queria que te sintieras mal.

- Tranquila, estoy bien.

- Vale. Luego nos vemos tengo que ir a clase.

- Adiós.

La mañana pasó muy despacio. Cuando llegué a casa y vacíe mi mochila encontre una nota anónima :

Hola
Nos vemos en el" rompe huesos" (así es como llaman todos al parque que hay al lado del instituto) a las 17:01 .

No decía mucho la verdad.
Sabía perfectamente que era de Iván. Basicamente porque es de las pocas personas con la que me socialicio.
Me puse la primera sudadera que pille. No soy de esas chicas que necesitan 2 horas para prepararse, nunca me ha preocupado demasiado mi aspecto.
Quedaban 10 minutos para las cinco así que salí de casa sin siquiera decirselo a mi madre. Llegué a las cinco en punto al rompehuesos, y un minuto después ahí estaba Iván.

- Hola guapa.

- ¿Quién, yo?

- No, se lo decía a mi madre.

- Ja, ja vale señor sarcástico.   Bueno, ¿para que me has traido aquí?

- Vamos a la bolera.

- Vale. Pero te aviso de que soy malisima.

- No te preocupes, yo también lo soy.

- Entonces no entiendo porque me traes a la bolera si se te da mal jugar a los bolos.

- Es que no se me ocurría otro lugar, y quería llevarte a algún lado.

- ¿Por qué?  Si solo nos conocemos de un día.

- Bueno, pero desde que te vi me caiste bien y tengo la costumbre de invitar a chicas guapas a sitios de lujo.

- Eres un ligón.

- No es verdad, lo decía de broma. Además, eres la primera chica a la que invito, y no es una cita ni nada de eso, no te hagas esperanzas.

- Vale, retiro lo dicho.

Llegamos a la bolera, que estaba bastante sucia.

- Si no recuerdo mal, hace un momento has dicho que llevas a las chicas a sitios de LUJO.

- A mi esto me parece muy lujoso.

- Si claro, lo que tu digas.

Después de ponernos las zapatillas jugamos un poco.

- Pues si que era verdad que eras malo jugando.

Le dije.

- Disculpeme usted, pero no soy el único.

¡¿Quien hay ahí?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora