Las cosas pasan por algo, eso me consta, el conocer a una persona en un lugar y fecha cualquiera no es coincidencia, se le llama destino. El mundo dice que eres responsable de tu vida y tus decisiones, pero ¿esto es cierto? ¿Por qué cuando planeamos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chicago, 2008
Una tarde de invierno, Melody estaba esperando a su mejor amigo en un parque que se encontraba en el centro de Chicago, la nieve que cayó la noche anterior se hacía presente este día, pintando el suelo de un color albo. La hora de encuentro programada fue 4:30 pm, así que la chica tuvo que apresurarse con la intención de no llegar a última hora para reencontrarse con el joven Peterson a quien no veía desde navidad. Transcurrieron alrededor de 30 minutos cuando el joven Paul se apareció acompañado de su patineta.
Después de la escuela ellos tenían la rutina de salir a dar un paseo alrededor del centro de Chicago, pero durante el transcurso de las mañanas y en cada intercambio de clases, solían detenerse unos pocos minutos para hablar sobre los hechos más relevantes del día. Sin embargo, en esta ocasión fue diferente, pues se trataba de las vacaciones de invierno y tanto Peterson como Jones habían pasado las fiestas navideñas fuera de casa. Paul con sus tíos en Luisiana y Melody con sus abuelos en California.
—Llegas tarde. —ella afirmó, con el ceño fruncido en cuanto él se acercó, pues estaba enojada y su rostro lo hacía notar.
—Te envíe un mensaje, te avisé que llegaría media hora tarde porque estaba comiendo. —respondió, sacudiendo ligeramente la cabeza de Melody.
—¿A qué hora enviaste el mensaje? —Melody alzó la vista para verlo, Paul sacó su teléfono de su bolsillo y observó la bandeja de mensajes.
—A las 4:30 pm, ¿no lo viste?
—No, dejé mi teléfono cargando. A las 4:30 ya estaba aquí, debiste haber enviado el mensaje media hora antes. —contestó la chica en un tono de reproche.
—Lo siento. —Paul pasó la mano por su cabello—. ¿Qué tienes allí?
Señaló una caja negra decorada con un listo de color rojo, Melody siempre había sido una persona que le encantaba dar presentes a sus amigos o familiares. Por lo regular siempre era comida, algunas veces eran donas, macarrones, pero en este caso fueron...
—Ah, te traje unos chocolates. Feliz navidad y año nuevo atrasado. —se encogió de hombros y le entregó la caja.
—Tú siempre tan detallista. Yo no te traje nada, pero si me prestas cinco dólares puedo comprarte algo —sugirió Peterson tomando la caja entre sus manos, después se sentó a lado de la chica.
—Déjalo así —ella recargó su cabeza en el hombro de su amigo—. Dijiste que tenías que hablar conmigo, ¿acerca de qué?
—Sí. Quiero. Quiero. Quiero.
Él habló tratando de dar rodeos pues sabía que eso le molestaba a Melody, a Paul le gustaba hacer enojar a la chica.
—Vamos, date prisa, me estoy congelando y tengo clase de canto a las 5:15.