Capítulo 1

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Para Lan Zhan, los días en Gusu no volvieron a ser como antes, la tranquilidad en su mente y corazón no eran ni la sombra de lo que un día fueron. Siempre había podido controlar sus sentimientos sin problema alguno, pero esta vez, por más que se lo exigía no podía. Lamentándose de no haber estado ahí y de no haber podido hacer más para ayudar a esa persona, esa que logró hacer que el distinguido y respetado Lan WangJi se olvide de todo a su alrededor sólo con su presencia. Los años han pasado y con ellos muchas cosas han cambiado, personas van y vienen en el mundo del cultivo. Lan Zhan se ha dedicado a ayudar a su hermano con las labores de la secta, ha salido de su estado caótico y ha regresado a la normalidad, o eso es lo que todos creen. Han pasado más de diez años y sigue con aquella esperanza de volver a verlo, pero nadie lo sabe y, tampoco deberían saberlo.

 
Esa mañana, Lan Qiren llamó a los dos jades para hacerles saber que la secta se encuentra en un punto débil por la reciente muerte de Qingheng-Jun, por lo que, la unión con otra secta vendría bien para evitar a quienes buscaban aprovechar la oportunidad para debilitar al clan.  Después de la batalla donde un grupo de cultivadores buscaba justicia exigiendo que se reconocieran los actos infames de quien hasta ese entonces aún era el líder de la Secta Lanling Jin, todas las sectas quedaron débiles pero la guerra terminó con la muerte de Jin Guangshan en manos del líder del clan Lan; este buscaba tomar el lugar de Wen Ruohan y había comenzado sus planes para eliminar a los clanes principales, pues éstos iban a oponerse a su mandato. Qingheng-Jun era quien podía hacerle frente y logró terminar aquella sangrienta batalla matando al líder del Clan Jin. Sin embargo, resultó gravemente herido al defender a sus hijos del ataque de Jin GuangYao. Los subordinados de Jin Guangshan estaban listos para utilizar las artes oscuras en los jades de Gusu para convertirlos en marionetas, de  esta manera sería más sencillo acabar con todas las sectas que se interpongan en el camino del clan Jin. Jóvenes tan talentosos como Lan WangJi y Lan Xichen serían de gran ayuda peleando de su lado. Por su parte, Lan Qiren también resultó herido, por lo cual permaneció varias semanas en cama, despertar y ser recibido con la noticia de que su hermano murió no fue nada agradable; pero sabía que no debía mostrar debilidad y ser un pilar para sus sobrinos. Él se encargaría de revisar que fueran por el camino correcto.

Después de esa conversación, ambos chicos se retiraron y se dirigieron a sus respectivas habitaciones, sabían que una unión era un arma de doble filo. Les disgustaba la idea de  romper las reglas jurando amar a alguien a quien ni siquiera conocen, ambos habían decidido no acceder a la petición de su tío, preferían enfrentarse a quien fuera que vinera con intenciones ocultas aunque estuvieran siendo egoístas.

Lan Zhan sabía que no tendría ojos para nadie más, no le interesaba conocer a otras personas, no iba a casarse con alguien a quien no amaba sólo por el bienestar de la secta, estaba decidido a no ser el juguete de su familia nuevamente. Esta vez nadie iba a impedir que hiciera su voluntad, ¿Quién se creía la secta Gusu Lan para atreverse a cuestionar sus sentimientos?

No sabían lo que pasaba por su mente, no conocían aquello que ocultó tras las reglas del mismo clan, vivió siguiéndolas toda su vida y lo único que trajeron fue la pérdida y el dolor.

Eso hacía que el recuerdo de su madre regresara a él con más intensidad, ahora comprendía el sentimiento de su padre al querer protegerla; pero sabía que esa no era la manera, eso trajo sufrimiento no sólo para ella sino también para sus hijos al crecer sin esas figuras indispensables en su vida.

Para ser honestos, Lan Zhan seguía ahí sólo por A-Yuan, temía que algo le pasara a su hijo si decidían abandonar la secta. Al desertar la gente los vería como una basura, el honor quedaría en el olvido y no quería que Lan Yuan sufriera aún más las consecuencias de sus decisiones, ha visto con sus propios ojos lo hipócrita que puede llegar a ser la sociedad. Ha visto cómo pueden alabarte y admirarte para después atacarte sin piedad alguna; se había acostumbrado a no confiar en nadie, todos suelen preocuparse por su bienestar y es mejor estar de acuerdo con los demás, al revelarte estarías pidiendo a gritos tu muerte junto a su desprecio.

Respondiendo a Inquiry [WangXian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora