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Era un día algo nublado, había un poco de frío y Alejandro había entrado a mi habitación buscandome un suéter o abrigo para no resfriarme, según él puede ser que el bebé se "congele".

—Pruebate estos dos y después estos guantes. —Me mostró las prendas y rodé los ojos.

—Sí mamá, pero sal para que yo pueda probarlos. —Dije con sarcasmo. Alejandro me revolvió el cabello y salió de mi habitación, estaba empezando a notar que él estaba demasiado preocupado por el bebé y por mí, que tierno era él.

Me puse uno de los dos abrigos y los guantes, llamé a Alejandro y entró.

—¿Estás caliente ahí?

—Sí joder. —Le sonreí—. Ahora voy a salir y...

—¡No! —Alzó la voz y se ruborizó—. Digo, no puedes salir a no ser que sea conmigo o con Frank, o con ambos.

Puse mi cara cómo tipo "¿Es enserio?", Alejandro asintió y rodé los ojos nuevamente. —Vale, vístete y dile a Frank que se vista y vámonos. Quiero estirar las piernas.

—Voy. —Alejandro salió corriendo de mi habitación y fue a buscar a Frank, sonreí como el gato de Alicia en el País de las Maravillas, yo sabía muy bien que Frank estaba en la cocina. Salí rápidamente de mi habitación y me escapé, saliendo silenciosamente por la puerta. Corrí al ascensor y bajé, no sentí remordimiento por mi acción, o sea; es algo asfixiante tener a Alejandro preocupado por mí, no es malo lo que está haciendo pero todo tiene su límite.

Cuando el ascensor llegó al primer piso, salí y busqué un taxi para ir a cualquier lugar, cómo la casa de Luzu y Lana o a casa de... Mangel. Admito que en verdad quiero verlo y contarle que estoy embarazado y que es el padre de mi hijo, nuestro hijo.

Sí superian que todos los días me pongo a pensar en Mangel y las cosas que estará o estaría haciendo en su día, quizás trabajar, cocinar o pasar el rato con su novia. Pensar lo último me dolía demasiado.

Llegué a la calle de Mangel y me bajé del taxi, le pagué y caminé hasta quedar frente a la puerta de la casa de Mangel. Iba a tocar la puerta pero me detuve al escucharlo reír con su novia. Bajé mi mano, dí media vuelta y me fuí caminando cabizbajo sin rumbo alguno.

Iba tan perdido en mis pensamientos que me choqué con alguien sin querer. —Lo siento. —Me disculpé pero el chico se levantó rápido y se fue corriendo, lo escuché llorar. Al parecer no era él único con un mal día.

Seguí mi camino hasta llegar a una cafetería, tenía demasiada hambre y me comería un dinosaurio si hubiese uno cerca. Pedí varías donas y hotcakes, un cafecito y listo, empecé a comer cómo si no hubiese un mañana.

Estaba tan ocupado tragando que no me dí cuenta de que tenía a Frank a un lado de mí, golpeando el suelo con su pie. Llevé mis ojos a los suyos y le sonreí. —Hola.

—Ruben, Alex está preocupado por ti y tú estás comiendo de lo más tranquilo. —Su tono era serio.

—Lo siento, solo quería salir sólo. No era mi intención molestarlos. —Mi apetito se había ido por el remordimiento.

—Vale. —Tomó asiento frente a mí y tomó una dona—. Te va a dar una subida de azúcar.

—Eso no importa, además esto de tener un bebé en el vientre da demasiada hambre.

—Pero si apenas llevas unas semanas. —Se comió la dona.

—Casi llevo un mes, creo... —Me reí nervioso.

—Ocho meses más y tendré un sobrino o sobrina corriendo por todos lados. —Se río, noté cierta tristeza en sus ojos.

—Frank, ¿Te encuentras bien? Digo, lo normal es verte serio o riendo cómo foca con...

—Retraso mental, lo sé. Hoy no desperté con animos.

Tomé dos donas y le dí un mordisco a cada una, otra vez me dió hambre. —Cuéntame lo que te pasa, a lo mejor te puedo ayudar.

Frank jugo con sus dedos y frunció su sonrisa. —Es qué... Yo... Bueno...

—¿Bueno qué...? —Tomé mi café.

Él me miró y suspiró algo triste. —Tengo miedo de no ser bueno para Alex.

Quedé loco, no entendí nada. —¿Cómo? Por favor dímelo en el idioma de Ruben.

—Vale. —Suspiró—. ¿Conoces a David? —Asentí y negué.

—¿Cuál de los dos? ¿Grefg o Fargan? —Me rasque la cabeza.

—Pues Grefg. Él lleva tiempo siguiendo a Alex, le deja flores en la puerta de Mí casa, le escribe mensajes y a veces intenta todo para hablar con él. No quiero perderlo, pero Alex parece que ya no me quiere. No me abraza y no me besa seguido. —Bajó la mirada—. Las personas que quiero siempre se alejan.

—O las alejas. —Agregué comiendo un hotcake—. Cómo tú hermano por ejemplo. Nunca me dijiste que pasó entre ustedes dos.

Frank me miró y asintió. —Bueno, lo que pasó fue qué yo y él eramos unidos, nos llevábamos bien, pero días antes de irme de casa, porque mis padres descubrieron que soy gay, tuvimos una discusión.

—¿Acerca de qué?

—Acerca de nuestros caminos, él iba a ir a terminar sus estudios en una universidad privada que mi padre pagaba, yo iba también pero cómo descubrieron mis gustos la dejé.

—Entonces tú hermano quería venir contigo, le dijiste que no podía, te lo suplico y terminaron por pelear, ¿No? —Frank asintió—. Pues vuelvan a hablar y listo.

—No es fácil cuándo ambos nos insultamos. Tengo miedo de qué el chico tierno con actitud de niño ya no exista. —Me sentí mal por Frank, sabía que era estar triste por alguien que a lo mejor te odia; aunque Mangel no me odia, solo rechaza el amor que siento por él.

—Seguirá ahí, al igual que el niño que se ríe dentro de ti.

Los dos sonreímos y nos fuimos a casa, en el camino nos encontramos con Alejandro y tenía una cara de pocos amigos. Cuando llegamos a casa me regaño por salir sin él. No me sentía tan mal por ello y le apreté las mejillas al enano porque se veía muy adorable molesto.

—¡Oye! No hagas eso. —Se cruzó de brazos.

Le regalé una sonrisa. Esa tarde me quedé sentado en el suelo frente a la ventana tomando una taza de chocolate caliente perfecto para el frío. Hace tiempo que no hacía eso de ver atardecer, a veces necesitamos mirar el cielo y olvidar todo.

Sin embargo aún quería ver a Mangel, yo fuí demasiado cobarde al no tocar su puerta y decirle frente a su novia la verdad. No tendría otra oportunidad cómo esa ¿o sí? No me importaba mucho la respuesta, solo quería que tan siquiera lo haya intentado, por mi bebé.

Gripe de "Nine months". [Rubelangel] [Extendida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora