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Ya eran la una de la mañana, y Sunoo y Riki aún estaban empapados en la habitación.

— Sunoo, ¿Jungwon sabe que salimos después del toque de queda?

— No lo sé. Sabía que vendrías aquí, pero no creo que nos haya visto.

Niki exhaló un suspiro de alivio.— De todos modos, mejor hay que cambiarnos, seguimos empapados.

— Mh cierto...

Luego de un rato, Niki comenzó a ir y venir como para divagar.

— ¿Niki?

— ¿Mh?

— ¿Qué estás haciendo?

— Bueno, fuimos a una piscina, y el cloro es una molestia... pienso que lo mejor sería que tomes una ducha.

— Oh, tienes razón.

Sunoo se dirigió al baño después de conseguir un pijama de repuesto. Se dio una ducha tibia y después de unos treinta minutos salió limpio y perfumado como un bebé.

Niki lo vio salir del baño más tierno que nunca, con el cabello todavía un poco húmedo y por lo tanto enredado.

— Estás chiquito.

— Lo dice el 05.

— No, hablo en serio, eres tan chiquito y lindo... eres hermoso.

— Vamos, para- — el menor agarró el rostro contrario, interrumpiéndolo.

— Detente tú. Eres precioso. —  Aún con sus manos en su rostro, Niki lo acercó a él besando sus carnosos labios. Un beso rápido, ligero... sincero.

— No veo esa belleza- — Fue interrumpido por otro beso dado por el menor.

— Niki bast- — de nuevo. — Nik- — y un beso más.

— Te besaré cada vez que digas que eres feo o que no te agradas.

—Mh... solo estoy diciendo la verdad- —  Otro beso interrumpió sus palabras.

— Creo que te besaré cada vez que digas algo que no me gusta.

— Pero- _ Y de nuevo. Niki rió al ver el puchero que adornaba el rostro de Sunoo al ser interrumpido nuevamente.

— Mejor te besaré cuando me apetezca, ¿está bien?

Sunoo permaneció en silencio mirando a otro lado.

— ¿Qué haces? ¿No me hablarás más?~

— Si hablo me interrumpes.

— Vamos, pararé, pero háblame.

Sunoo sonrió al menor y asintió.

— Está bien, ahora tú también ve a darte una ducha. No quiero estar limpio y dormir con uno que huela a cloro.

— ¡Sí señor capitán! — el más pequeño se burló de él.

— No me llames así- — Niki lo besó de nuevo, y rápidamente corrió al baño riendo.

— ¡Yah! — el pelinegro le gritó y se rió.

A veces, Niki realmente actuaba como un niño y para Sunoo era así.

El pelinegro se sentó en la cama esperando que el menor terminara de ducharse. Levantó la vista del teléfono unos veinte minutos después al escuchar la puerta del baño abrirse.

— Hey, has... terminado-

— Sunoo... te estás sonrojando. — señaló Niki, riendo.

— C-cállate. Es tu culpa.

Crush!! - Enhypen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora