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— ¡Jay! ¡Dije que me bajes! — Jungwon siguió protestando, pero Jay ya lo había llevado a su dormitorio

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— ¡Jay! ¡Dije que me bajes! — Jungwon siguió protestando, pero Jay ya lo había llevado a su dormitorio.

Entró sin dejar salir al chico y solo lo dejó ir una vez que llegaron al dormitorio.

— Ahora que ya te divertiste, ¿Puedes bajarme?—  Preguntó el menor, mirando al rubio.

Jay no consiguió que lo repitiera y bajó al menor, pero lo puso en la cama.

— Gracias... — Jungwon se dio cuenta en ese momento de cómo lo miraba el mayor.

Como siempre, Jay miró al más joven con ojos llenos de amor, pero esta vez parecía que eran diferentes... parecían más apasionados.

Bajo esa mirada, Jungwon sintió como si todo, cuerpo y alma de los dos se desearan el uno al otro.

— Jay... — Jungwon no sabía lo que le estaba pasando, sintió que su cuerpo se calentaba, su corazón parecía querer salir de su pecho.

Todas las preguntas y la confusión de ese sentimiento se desvanecieron de la cabeza de Jungwon tan pronto como Jay juntó sus labios en un pequeño y cálido beso.

Y fue una sucesión. Pero todo fue tan casto, amable, limpio. No era una pasión confusa, no tenían prisa.

Al recuperar el aliento de todos esos besos largos, Jungwon miró al mayor con la mente en blanco, solo una cosa...

El menor colocó sus manos detrás del cuello del rubio, acercándolo a él.

El mayor se dejó guiar por Jungwon y luego se encontró completamente por encima de él. Con los brazos a cada lado del castaño, soportando su propio peso, sin dejar de mirar al más pequeño a los ojos.

— Wonie... — Jay fue interrumpido por el comienzo de otro beso, todavía suave y sereno, pero esta vez más apasionado, más ansioso...

Los labios de Jay recorrieron todo el rostro del chico, llenándolo de pequeños besos, deslizándose por su mandíbula, su cuello llegando a sus clavículas. Sin embargo, la sudadera del menor estaba en el camino.

Jungwon con los ojos cerrados disfrutó de todos esos besos. Sintió arder debajo de su ropa, todo lo que Jay estaba haciendo le hacía necesitar más y más aire como si el calor de su cuerpo lo asfixiara.

Puso sus manos en el dobladillo de su sudadera y la levantó levemente, sintió la necesidad de algo fresco, que llegó con el toque de las manos de Jay.

El mayor tocó suavemente la piel del vientre desnudo del contrario, sintiéndolo temblar. Los fríos dedos del rubio vagaron lentamente por la piel del chico, hasta que su sudadera estuvo completamente levantada, dejando todo el pecho de Jungwon al descubierto.

Los ojos de Jungwon rezaron para que las manos de Jay permanecieran en su cuerpo, ese toque tan delicado, gentil y velado hizo que se sintiera como nunca lo había hecho antes.

Crush!! - Enhypen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora