Estrellas caídas

Brittany lastima a Alvin

Las Ardillas llegaron a la escuela y se encontraron con Las Arditas.

Alvin, Simón y Teodoro: Hola chicas.
Brittany, Jeanette y Eleanor: Hola chicos.
Brittany: Parece que sus videos no tuvieron ningún éxito.
Simón: Bueno, no, pero eso no importa. Solo queríamos desearles suerte en el programa.
Alvin: Sí, esperamos que se diviertan, aún sin nosotros.
Teodoro: Y que les vaya bien.
Jeanette: Gracias chicos.
Eleanor: Sí, gracias. Tal vez en algún momento ustedes puedan entrar, chicos. Aunque ya no entraron.
Jeanette: Sí, la verdad es que sus videos eran bastante estúpidos, y por eso no tuvieron ningún éxito.
Alvin: (enojado) ¡Oigan! ¿¡Quiénes se creen que son para hablarnos así!? ¡Nosotros les deseamos lo mejor! ¿¡Y así nos agradecen!?
Simón: (enojado) ¡Alvin tiene razón! ¡Son unas ingratas!
Teodoro: (enojado) ¡Jamás creí que nos trataran así, chicas!
Alvin: ¡No debimos haberles deseado nada!
Brittany: Da lo mismo si nos desean lo mejor o no, chicos. Tendremos éxito de todas formas.
Alvin: Oye, no andes de presumida.
Brittany: ¿Por qué no Alvin? ¿Acaso tienes miedo de que todos sepan que tu popularidad bajó?
Alvin: (nervioso) ¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¡Mi popularidad no puede bajar!
Brittany: Pues lo siento Alvin, pero tu popularidad ha bajado mucho.
Alvin: ¿Jeanette? ¿Eleanor?
Jeanette: Es verdad Alvin.
Eleanor: Sí, ya no eres el chico más popular del mundo.
Alvin: ¡No puede ser!
Simón: Cálmate Alvin, eres una estrella, ¿recuerdas? Volverás a la cima en un instante.
Teodoro: Sí, pronto todos volverán a hablar de ti.
Alvin: Tienen razón chicos, pronto volveré a mi lugar.
Brittany: Eso quisieras. Ya no eres el chico más popular del mundo, Alvin, ahora eres un perdedor estúpido que no vale nada. Y nunca valdrás nada.
Alvin: (herido) ¿Qué?
Simón: ¡Brittany!
Teodoro: ¡Cállate!
(Brittany no dice una palabra más)
Simón: (preocupado) ¿Alvin?
Teodoro: (preocupado) ¿Estás bien?
Alvin: (a punto de llorar) Yo... ¡Yo tengo que irme!
(Alvin se va corriendo llorando hacia el baño)

Alvin: (llorando y hablando consigo mismo mientras se mira en el espejo del baño). Tienen razón. Sin tu popularidad no vales nada. ¡Nada! (Alvin golpea el espejo)