Primero me olvidaré de mí antes que de ti

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Josephine Ritchie era una niña de ocho años que vivía en Los Ángeles. Tenía un mejor amigo, llamado Lucas Payton, mayor que ella sólo por un mes, sin embargo, él vivía en Miami, pero era muy frecuente cuando se visitaban mutuamente. Josephine y Lucas eran inseparables, sabían todo del otro, sabían lo que molestaba al otro, jugaban juntos siempre, etcétera. Se conocían desde los tres años, y cuando cumplieron ocho Lucas se tuvo que ir a vivir a Miami.

Se querían con toda el alma. Todo había iniciado en el área de juegos de un restaurante familiar al que habían ido, y fue tan fuerte su lazo de amistad que los chicos continuaron hasta entonces.

-JoJo, ¿quieres ir por un helado?-Preguntó el chico un día que estaba de visita.

-¡Sí!-Exclamó la niña emocionada.

El chico la llevó a la heladería más cercana.

-Dos helados de menta con chocolate-Pidió el niño.

-¿Menta? ¡No! ¡Qué asco!-Exclamó la niña.

-Te prometo que te va a gustar-Dijo el chico cuando el heladero les dio el helado.

La niña probó el helado y sonrió.

-¡Está rico!

-¿Cuándo te he fallado?-Preguntó el chico con una sonrisa.

-Nunca. Salvo la vez que se te olvidó mi cumpleaños hace dos años-Dijo Josephine con una sonrisa tierna.

-¿Todas las niñas recuerdan cosas de tanto tiempo?-Preguntó Lucas.

Fueron al parque que estaba instalado en la parte trasera de la casa de Josephine. Sus padres eran bastante adinerados. Su padre era dueño de una franquicia de centros de entretenimiento, y consentía a sus hijos todo lo que podía. Los padres de Josephine eran extremadamente amables, y siempre invitaban a Lucas a paseos y demás. De hecho, el padre de Lucas era socio del padre de Josephine, por lo cual también entre ellos existía una bonita relación.

Lucas tenía una hermana, Lorraine, un año menor que él, y una niña venía en camino, a quien su madre había decidido llamar Luna. Ambas niñas eran la máxima adoración del muchacho, igual que Josephine. Su familia era amable, igual que la de Josephine, y el hermano mayor de esta, Tyson, generalmente estaba con Lorraine. Ella era muy fuerte y decidida, e incluso llegaba a ser protectora con su hermano mayor. Tyson, por su parte, era amable, cariñoso y muy caballeroso, y generalmente dejaba que Lorraine le pintara las uñas y lo peinara.

Josephine se sentó en una banca del parque y lo vio jugar con el balón que el chico llevaba.

-¿Quieres jugar básquetbol?-Preguntó el niño.

-No sé hacerlo.

-Vamos JoJo. No puedes quedarte todo el día sentada en una banca mientras yo anoto-Dijo el chico mientras se sentaba en el suelo con el balón en los brazos. El helado ya se lo había terminado.

-Claro que puedo. Obsérvame-Dijo Josephine mientras se reía.

-No. No puedes. Tienes que jugar conmigo. Eso hacen los amigos. Juegan para que el otro no se aburra-Dijo Lucas mientras sostenía el balón bajo el brazo y se sentaba en la banca con ella.

-No sé jugar. Te lo dije como mil veces-Dijo Josephine.

-Me dejo ganar. Es más. Te enseño a jugar-Dijo el chico mientras se ponía de pie.

La niña dejó el vaso del helado en la banca en la que estaba sentada y se acercó a su amigo. El chico le empezó a enseñar a jugar. Unas horas más tarde, los chicos volvieron a la casa de Josephine, para despedirse, puesto que el chico se iba a regresar al día siguiente a Miami. En la puerta de la casa de la pequeña estaban Lorraine y Tyson despidiéndose.

Historia de Amor [Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora