Un pequeño zorro.

191 17 3
                                    

Oh entonces realmente nunca pensó en él como una familia.

Ella dejó las maletas a su lado, acomodo el saco y una bolsa en su mano y lo miro a los ojos- Orión quédate aquí ¿si?, se que fue muy fuerte para ti que papá muriera pero yo no me puedo ocupar de ti ahora, volveré a buscarte en un tiempo ¿si?.

Las orejas en su cabello se aplanaron en su cabeza perdiéndose entre los mechones pelirrojos por debajo de el gorro de lana que su abuelo hizo para el cuando era más pequeño.

Asintió y apretó los puños viendo a su tía irse.

Ella simplemente lo dejó debajo de toda esa lluvia y se fue.

A pesar de que él ya sabía que esto iba a pasar, le dolió igual.

Se le dio una segunda oportunidad de vivir cuando tenía quince años, no es como si la hubiera aceptado de todas formas, el simplemente nació otra vez y paso de una época moderna a un mundo mágico y Antiguo.

La primera vez que abrió los ojos estaba bajo un árbol escondido entre medio de las hojas, al principio pensó que su visión era rara, muy abajo como si fuese muy pequeño, fue una sorpresa enterarse que era muy pequeño al menos mucho más bajo que su altura normal.

Un pequeño zorro rojo, probablemente un cachorro todavía ya que apenas podía caminar derecho sin tropezar.
No había otro zorro allí para cuidarlo así que estaba solo, no había mucha diferencia con su otra vida en eso.

Miro a su alrededor una y otra vez hasta que al final solo aceptó esto, era malo pero no tan malo, al menos así no tendría que estudiar o trabajar ¿no? .

Pudo mantenerse por un tiempo comiendo frutas y algunos animales pequeños o mejor dicho insectos, dejo escapar a cada ratón y conejo que encontró por qué le daban mucha lástima.

Después de uno o dos días con mucho esfuerzo y dedicación pudo caminar más seguro, se sentía orgulloso de su logró, bueno hasta que cometió el error de comer un hongo, en su defensa se veía suave y delicioso, no pensó que fuese venenoso en un principio, claro eso fue hasta que se empezó a sentir mal, paso de disfrutar el sabor a quemarse en su propia carne, trato de arrastrarse por el suelo, correr y moverse pero el dolor solo fue a peor, al pasar unos minutos su vista se tiño de agujeros negros recubriendo todo hasta que todo era un campo negro de oscuridad.

"me volví a morir?"

"en serio?"

"... No se siente muy muerto esto"

"Ah por que todavía estoy vivo" pensó, abrió los ojos lentamente solo para ver de vuelta el cesped del profundo bosque que ve desde hace dos días.

Ya no dolía nada, todo se sentía mejor, un buen servicio si le preguntarán.

Solo que sus patas ya no eran patas si no manos, manos humanas y muy pequeñas.

Esto era peor que ser un zorro.

Ahora era un niño, un niño humano otra vez, se toco el rostro y se miro el cuerpo, no pasaría los cinco años se podría decir.

-unm- su rostro se arrugó un poco y tuvo el impulso de llorar.

Pero los adultos no lloran y técnicamente yo soy uno... Ellos no lloran...

"Ah a quien engaño"

Y realmente lloro. Lloro por un largo tiempo sentado en el suelo con una pequeña cola de zorro entre las piernas y unas orejitas aplastadas contra su cabello.

De tanto llorar no se dio cuenta del ruido, de pisadas, pisadas de otra persona.

Y cuando se dio cuenta ya era tarde por que esa presencia estaba en frente suyo, un hombre de tal vez treinta años estaba allí, mirándolo bastante sorprendido, su primera reacción fue convertirse en un pequeño zorro otra vez, no sabía muy bien como lo hizo pero funcionó y cuando se estaba apuntó de escapar la voz del hombre lo detuvo.

La Vida De Un Zorro En Otro Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora