H•I•S•T•O•R•I•A C•O•R•T•A
⟨queda prohibida la copia y/o adaptación de la misma.⟩
al igual que todas las otras novelas todo lo mencionado es ficticio , elaborada sin el afán de ofender a las personas aquí mencionadas.
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Vicente:
Llegue y pude ver toda la catedral rodeada de gente armada, por lo que por unos escasos segundos me extrañe, pues ni la familia de Bianca ni muchos menos el pendejo ese eran conocidos acá como para tener seguridad
Pero luego fácilmente recordé que en esta boda estaban como invitados los Guzmán y sobre todo mi familia , a lo que si les soy sincero lo sentí como una traicion hacia mi persona .
Mayito G: que haces aquí?— susurró por lo bajo, dado que en el preciso momento que yo estaba dispuesto a entrar, el venía de salida para cerciorarse que todo estuviera marchando bien
Vicente: tu que haces aquí?— le cuestione
Mayito G:pues me invitaron wey, pero tú no tienes nada que hacer aquí — dijo mirando hacia atrás para percatarse que nadie viera mi presencia
Vicente: quítate — le dije tratando de entrar
Mayito G: ni madres — me dijo deteniéndome por los hombros
“Si hay alguien aquí que tenga motivos para interrumpir este enlace matrimonial, que hable ahora o calle para siempre”
—escuche dijo aquella autoridad eclesiástica , a lo que para mí , esa fue mi señal , mirando rápidamente a mayito y mayito mirándome a mi
Vicente: dejame entrar— le dije suplicante como nunca en mi perra vida lo había hecho — es el amor de mi vida
Mayito: posiblemente me arrepienta de esto — dijo suspirando quitando lentamente sus manos de mis hombros — más vale que ella te elija — dijo haciéndose a un lado para dejarme pasar
Vicente: YO!— grite entrando corriendo captando la atención de todos , en especial de mi italianita viéndome sorprendida
M.T: que haces aquí???— dijo María Teresa asombrada
Serafín: vamos por favor — dijo tomándome del hombro con los Guzmán acercándose como refuerzo e intentar sacarme de aparentemente buena manera
Vicente: no puedes casarte, yo te amo!!— le dije desesperado a mi italiana mientras era empujado por estos cuatro , mientras ella solo me miraba estupefacta
Bianca: no sabes cuánto deseaba que esto sucediera — dijo por fin reaccionando corriendo hacia mi , uniéndonos en un abrazo
Vicente: perdoname — le dije mientras la abrazaba aferrado — te amo
Bianca: “yo tambien te amo amore mio” — respondió con ese acento celestial que tanto anhelaba volver a escuchar
