¡Pero claro! ¿Quién mejor para hablar sobre la vergüenza que la misma Fluttershy quien siempre cargaba con la misma?
No había otro ser como la pegaso que se la pasara viviendo, no solamente en la vergüenza, también en la timidez y en el miedo; y que a pesar de lo malo que puede llegar a sonar, había que admitir que era admirable como siempre cargó con tanto peso negativo encima, y con ello siempre siguió delante de una forma humilde y bien intencionada.
Spike estaba seguro que si iba a hablar con ella de esto, no le daría una solución para sacarse la vergüenza que había desarrollado, pero estaba convencido que le daría algún consejo para que no sea tan agobiante.
Justo cuando el pequeño dragón empezaba a si quiera considerar ir a verla, repentinamente esa idea fue obstruía por un comentario.
-Aunque creo que no te puede ayudar -comentó Pinkie sacando de sus pensamientos al dragón. -Al menos no ahora.
Rápidamente Spike miró extrañado a Pinkie quien sólo se mantenía con una mirada estática viendo hacia el frente.
"¿Para qué das la idea para luego descartarla?" Quería preguntar Spike, pero se abstuvo y pensó que la pony tenía una razón para cambiar de parecer, así que no la debatió y siguió desde su comentario cambiando la pregunta.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Bueno... Creo que se encuentra ocupada.
-¿Cómo lo sabes?
En respuesta la Pony levantó su brazo y con su casco señaló hacia el frente donde mantenía su vista pegada desde hace un buen rato.
Spike no se hizo esperar para ver hacia donde ella señalaba, y al hacerlo se encontró con una sorpresa lo suficientemente grande como para hacer que abra sus ojos al máximo, quedando perplejo.
¡Sí! Definitivamente era Fluttershy, pero...
-¡Ya te lo dije! -exclamaba molesto un potro joven, detrás del mostrador de su pequeño puesto.
El mismo tenía pelaje blanco opaco, melena corta pero descuidada, y con unas notables ojeras que no le daban una buena imagen.
-Son 15 bits si quieres la miel cristalina. Ni más ni menos, ¿te quedó claro? -replicaba de una forma poco agradable hacia la pegaso que estaba mordiéndose el labio y encogida de hombros con el rostro hacia abajo.
Lo sorprendente de la escena no era Fluttershy aguantándose la mala actitud de aquel potro de mala pinta como si supiera que hizo algo malo, recibiendo la regañada que "se merece". Lo que realmente era sorprendente era la apariencia deplorable de la pegaso, quien claramente cualquiera que la conozca sabe que ella siempre es muy cuidada respecto a su aspecto.
Su melena era "un completo desastre" si lo ponemos en palabras de Rarity, y se la denotaba tanto cansada como bastante angustiada también.
-Por favor... Gasté casi todo lo que tenía y 7 bits son todo lo que me queda... -imploraba con una voz sensible que en cualquier momento parecía que se iba a quebrar.
Pese a mostrarle unos ojos cristalinos y una súplica humilde que haría sentir culpable a más de uno. El potro se mantenía reacio ante tal, dando un mal gesto y respondiendo bastante molesto.
-¡Por última vez...! -volvió a sermonear a la pegaso.
Siendo alguien tan cauta a la hora de hablar y muy evasiva a los problemas, ¿por qué continúa intentando llegar a algo con ese vendedor? Es obvio que con ese potro no se puede llegar a nada.
Y aunque los pensamientos del dragón se centraban en esa duda, otra se le vino a la mente.
-¿Qué diablos es miel cristalina? -preguntó el dragón confundido en voz alta.
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Dependo de ti
FanfictionPor un lado, Spike se encuentra obstinado con ayudar y apoyar a Fluttershy; y, por otro lado, ella se encuentra sumamente afligida por diversos motivos. A su vez, y sin percatarse de ello, el pequeño dragón descubrirá un lado de la pegaso que no hab...