Mi Novio Falso... (Pausada)

02

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La clase de educacion fisica fue muy pesado el día de hoy.

Sero fue el último de salir de sus compañeros.

Las nubes en el cielo eran tan grises y oscuras que parecía de noche, la lluvia caía fuertemente mientras los relámpagos iluminaban cada tanto el cielo.
"Oh no, va a llover"- penso

Sero se empapó enseguida, y cuando estaba a punto de caminar hacia el portón de la U.A, hasta que vio una figura sentada bajo una rama de un árbol.

-¿Uraraka? -susurró para sí mismo.

La chica en ese instante levantó la mirada. Estaba titiritando de frío, completamente empapada. En cuanto ella vio a Sero, saltó del árbol, pero un fallo y terminó cayéndose mal.

Sero corrió hacia ella mientras ella se levantaba del suelo.

-¿Qué haces aquí? -preguntó sorprendido mientras las gotas caían por su rostro rápidamente.

Uraraka le sonrió pero luego estornudó.

-Te estuve esperando yo... necesito que aceptes mi petición...

-Tonta, vas a enfermarte -se quejó el pelinegro y  atrayéndola hacia el e intentando cubrirla con su cuerpo.

-Me mojaré igual  -dijo la chica rodando los ojos. Se alejó de su compañero por un momento. Sus ojos se posaron en el y se veían tan suplicantes que a Hanta comenzaban a hacerle efecto.

-No me mires así -dijo el chico suplicante.

-Necesito tu ayuda -dijo la castaña con los ojos llenos de lágrimas.

Sero suspiró mientras los truenos resonaban en el cielo.

La chica lo abrazó con dulzura.

-Te necesito Hanta, eres el único que me puede ayudar...

Su compañera estaba que temblaba de pies a cabeza. A pesar de que había comenzado a llover hacía como una hora, ella lo había esperado.

-Esta bien... lo haré -se rindió Hanta.

Uraraka  soltó un grito de alegría y besó la mejilla de Hanta.

-¡Hanta te amo! ¡Eres el mejor! -dijo explotando de felicidad y haciéndolo reír.

-Pero vamos adentro tonta, si no nos enfermaremos los dos... -dijo tomando su mano.

Los dos chicos comenzaron a caminar hacia la entrada de la U.A  mientras la lluvia caía sobre ellos.

La castaña no dejaba de reír y bailar sobre la lluvia. Hanta la miraba riendo.

-¿Crees que va a funcionar? -preguntó Hanta sonriendo.

Ochako  lo miro divertida.

-Si, Deku kun  finalmente se dará cuenta de que me quiere... -dijo ilusionada -, yo también tardé en darme cuenta de que lo quería... y creo que fue cuando empezó a llevarse bien con Bakugo kun, que lo acepté, asique tal vez el también lo haga si comienzo a salir contigo...

Hanta se mordió el labio, sabía que se metería en mas de un problema con esa farsa.

-Me pregunto si alguien nos creerá -dijo preocupado.

-Lo haremos creíble -dijo Uraraka  convencida.

-Pero... -ni siquiera se animaba a preguntarlo.

-¿Qué?

-Se supone que los novios se besan y esas cosas... ¿cómo lo haremos?

Ochako titubeó.

-No tenemos que hacerlo... a menos... a menos que sea realmente necesario...

-, sabes que te quiero, pero no creo que sea... capaz de hacerlo...

Ochako se rio.

-No será necesario Hanta, te lo garantizo.

Sero hizo una mueca, tenía un mal presentimiento sobre ello.

La lluvia comenzó a aumentar, Ochako  miró al cielo como si quisiera eliminar la lluvia.

-Vayamos corriendo -dijo el chico sintiendo como el barro comenzaba a mancharle la ropa.

Ella asintió.

Los dos jovenes comenzaron a correr tomados de la mano, las risas no tardaron mucho en aparecer.

Uraraka se cayó varias veces, provocando que Hanta se cayera también.

La chica apenas podía levantarse de la risa, a Hanta le ocurrió lo mismo.

-Vamos a morir ahogados si no nos levantamos -dijo Ocha tentada.

Hanta hizo fuerza para levantarse, sintiéndose mas pesado por su ropa mojada, y ayudó a su compañera a levantarse sin parar de reír.

Continuaron corriendo lo mas rápido que pudieron, intentando pisar con cuidado.

Cuando llegaron en unos de los pasillos de la U.A suspiraron aliviados.

-¿Qué carajo... ? -exclamó Bakugo que estaba allí, Y a su lado iba Un peliverde pecoso.

Los dos chicos voltearon y se sorprendieron al ver a Bakugo y Midoriya  allí.

¿Uraraka Chan, Sero San?

Deku que estaba ahí también  los miró de arriba a abajo, ambos estaban empapados y manchados de barro, estaban riéndose y tomados de la mano.

Deku debió haberse quedado mirando por mucho tiempo las manos entrelazadas de su mejor amiga con el amigo de Bakugou, y antes de preguntarles si estaban bien, la castaña lo interrumpió, porque Ochako dijo:

-Me he animado a confesarle a Hanta lo que siento por el... -dijo triunfal.

Deku se quedó con la boca abierta.

-¿Ustedes... ustedes dos... ? -ni siquiera podía articular palabra, mientras que bakugo miró a Hanta interrogativo, y su amigo de le sonrió.

-Si Ochako y yo comenzaremos a salir.