Prólogo

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"No soy una humana normal"

Los gritos de diferentes personas abundan el lugar y el llanto de una niña pequeña se escucha fuerte, esta asustada, no sabe que hacer, solo se tapa sus oidos deseando que los gritos se cesaran, fuego hay a su alrededor, personas corriendo intentando ponerse a salvo y ella de rodillas en el suelo con los ojos cerrados.

—¡Cariño!— La niña abrió los ojos al escuchar esa voz familiar

—¡mamá!— vio a su madre extender una mano hacía ella, antes de que todo se volviera negro otra vez.

"y a veces es una pesadilla no serlo"

Volvía a estar entre el fuego, esta vez cogida de la mano de su madre, corriendo.

—te pondré a salvo

—¿dónde está-?

—tranquila, ya está a salvo

"si simplemente pudiera destrozar quien soy y empezar de cero"

El fuego ha desaparecido, la pequeña niña está junto a un puñado de personas, sobrevivientes, viendo el catástrofe al que solían llamar hogar. Casas destrozadas, escombros por todos lados, y lo peor, cuerpos, cuerpos inmóviles, víctimas mortales.

La pequeña niña vio como la gente empezaba a desplazarse por el lugar, algunos caminaban lento viendo el destrozo, otros corrían desesperadamente, reconociendo rostros, llorando por la pérdida de sus seres queridos, viendo su hogar destruido con todas sus cosas dentro. Ella también empezó a caminar analizando todo a su alrededor con lágrimas en los ojos hasta que lo vio.

Vio el cuerpo de la mujer que le salvó la vida. Su madre.

—¡Mamá! — gritó, llevandose algunas miradas de la gente. Corrió hacia el cuerpo

—¡Mamá!— repitió llegando a él.

—Mamá por favor despierta— la niña lloraba desconsoladamente con el rostro sin vida de su madre entre sus manos.

—mamá— murmuró por última vez mientras la abrazaba.

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