Dilemthia

𝐴𝑀𝐼𝑆𝑇𝐴𝐷𝐸𝑆

— ¿Cómo que no está en ninguna categoría?— Catherine ahora estaba igual de confundida que él. Ella sabía cuáles eran las categorías de poderes, pero nunca tuvo una educación más a fondo sobre ello porque al no tener poder no la necesitaba, más bien, le obligaron a no aprender.

—¿Tu sabes cuáles son las categorías verdad?

—Sí, son cuatro, fuego, agua, tierra, y los alquimistas.

—Bien, pues ninguno de esos poderes te hace lanzar jarrones sin tocarlos.

—¿pero entonces como lo he hecho?

—No lo se

—yo tampoco

—un momento...

—¿Qué?

—estabas con Ethan y la otra ¿verdad?

—si, mierda—Catherine se acababa de dar cuenta en el lío que estaba metida

—¿Que hacemos ahora? Ellos te han visto utilizando lo que sea que tienes, saben que no eres normal, espera, ellos te vieron los ojos ¿no? Con los ojos se puede saber que poder controlas.

—¿con los ojos?

—Sí, mira — Luke abrió la palma de la mano y de ella apareció una leve llama—ves, al utilizar mis poderes mis ojos se vuelven naranjas, eso identifica mi poder, el fuego. ¿entiendes?

—Sí

—pues ya está solo hay que preguntarles

—hay un pequeño inconveniente— Dijo la chica entonando un poco más agudo en el "pequeño".

—¿Qué?

—estaba de espaldas en ese mome-

—no me jodas Catherine

—estaba apunto de salir de la casa y no tenía pensado hacer eso del jarrón en aquel momento

—ya bueno y ahora que hacemos

—No se tal vez ha sido algo puntual ¿y si pruebo a hacerlo otra vez?

—vale

...

Sarah y Ethan estaban recogiendo los trozos de cerámica del suelo algunas flores y unos cuantos pétalos sueltos.

—Te has pasado un poco— Sarah rompió el silencio incómodo entre los dos

—al menos yo no soy el loco que va rompiendo jarrones por ahí

—Creo que ella no lo ha hecho queriendo, se la veía bastante confundida. Una cosa que no entiendo es que ni siquiera lo ha tocado, es como si lo hubiera hecho por arte de magia.

—es una bruja en todos los sentidos.

—Ethan para ya, te estás pasando mucho, ayer ella te consoló mientras lloraba y te defendió ante Oliver. No es una bruja, es una buena persona y tu te estás pasando.

Ethan no respondió, sabía que tenía razón y que tal vez, solo tal vez, se haya pasado un poquitin, un chin, una miaja, un miligramo, poquito... Pero se había pasado.

Al acabar de recoger se sentaron de nuevo en el sofá. No hacían nada, solo miraban la televisión apagada.

—¿Como habrá hecho eso?— Ethan echó la cabeza hacia atrás, no esperaba a que Sarah contestara porque sabía que tampoco tenía idea.