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"Hoy es 30 de enero de 1605, y dentro de dos días cumpliré mi noveno año de vida"

Escribí eso muy entusiasmada en mi diario, solía llenar cada año un pequeño libro en el cual contaba las cosas más importantes que me habían pasado, amo escribir, aún lo hago.
En ese entonces se usaban los largos y anchos vestidos, y esos corsés tan ajustados, los hombres llevaban pelo largo y largas botas, camisas de seda y la gran mayoría eran muy ricos, eran de la nobleza incluyendo a mi familia.
Mi famila llevaba buena vida como condeses, y tenían mucho trato con la monarquía, mi abuela era la que estaba más involucrada en esos asuntos ya que teníamos un gran castillo, así era como yo le decía, con la bodega de vinos más caros y antiguos de toda Gran Bretaña, además mi familia tenía un puesto en la mesa de reuniones de el monarca, ya que el mismo invertía mucho en nuestras tierras. Se decía que nuestras tierras estaban benditas gracias a que era muy abundante la cosecha y era de la calidad más alta y fina me atrevería a decir del mundo entero.
Mi abuela se recorría de punta a punta todas las plantaciones, todos los meses pero jamás me dejaba ir con ella, en ese tiempo solía quedarme con mi bisabuela, la mujer más empoderada de toda la ciudad, se veía como una señora mayor pero estaba perfectamente conservada, mi abuela y ella parecían hermanas más que madre e hija.
Jamás me pareció tan extraño, ambas eran viudas y no se habían vuelto a casar, llevaban toda la economía de la familia en sus propias manos y no había nadie que pudiera con ellas.
Mi bisabuela o nana como yo le decía, según ella ya se había retirado y casi no salía pero si era la que mantenía toda la casa en orden, siempre que tenía algún tiempo libre me contaba historias de todas sus aventuras y locuras que había echo en toda su vida.
Un tema el cual estaba prohibido tocar, era mi madre, yo no podía preguntar por ella, jamás.
Ahora si seguiremos con los hechos de 1605.
Como les venía contando habían unos inquilinos en nuestra casa, mejor dicho había tan solo uno, su hermano no había llegado. O eso era lo que creíamos.
Era de tarde y yo estaba terminando de hacer mi tarea, escuchando música de fondo, la rocola sonaba bajito, todo era paz y tranquilidad hasta que tocaron la puerta, yo ya sabía quien era mi intuición me lo decía, acto seguido me levanté y fui a abrir la puerta y como lo sospechaba era mi abuela.
Primero me miró de arriba a abajo, y me dio una cara de desaprobación.
Yo iba vestida con un vestido azul oscuro, con mangas largas, aunque era sencillo a mi me gustaba, también tenía unos zapatitos con un poco de tacón, mis favoritos. Mi pelo tenía dos coletas bajas medias despeinadas.
Mi abuela entró sin decir nada y empezó a buscar en mi guardarropa, y sacó un vestido color vino de manga larga y encaje en las puntas, también tenía encaje en el ruedo y la pollera tenía un montón de capas de tela, estilo princesa.
Mi abuela dijo:

-A bañarse ya, luego viene la Señora Roberta a peinarte.

Agache la cabeza y entre al baño sin chistar. No contradecía jamás a mi abuela, siempre tenía un argumento en contra mía, así que siempre la obedecía.
Con respecto a Roberta, una empleada de confianza de mi abuela, cincuentona y jamás había encontrado esposo. Me hacía los trenzados más tirantes del mundo, parecían que mis ojos se iban a achinar, la odiaba un poco por eso, pero siempre la respeté mucho.
Mi abuela me dijo que respetara a los mayores entonces le hacía caso.
Salí del baño y fui directo al guardarropa, me puse el vestido y rápidamente llegó Roberta para ajustarme los cordones de la espalda, no me quejé cuando tiró hacia atrás bien fuerte, ya estaba acostumbrada, hizo una linda moña y proseguimos a ir al tocador para que me peinara. Me hizo un lindo peinado aunque me apretaba mucho y sentía que se me iban a estirar los ojos pero ante todo el respeto.
Mi abuela aún no me había dicho porque tenía que estar tan arreglada pero suponía que tendríamos una cena con el inquilino. Tenía que terminar mi tarea entonces me dispuse a terminarla.

Mi abuela estaba como loca por toda la casa organizando ya que al parecer era una cena muy importante.
Yo no me salí a preocupar por este tipo de cosas ya que siempre había algún que otro invitado en nuestra casa pero por alguna razón esta vez yo tenía que participar en la reunión no soy de las que se llevan bien con las personas y soy muy antisocial con respecto a las personas de mi edad.
Mi abuela llegó preguntando a mi cuarto si estaba pronta porque el invitado se estaba listo para la cena.
Me dispuse a echarme un poco de fragancia y mirarme por última vez el espejo.
Hablé y dije ya estoy pronta y luego de eso procedimos a salir del cuarto y bajar hacia el comedor en el cual estaba mi bisabuela el invitado y varios sirvientes esperando para servir la comida, acto seguido procedí a sentarme elegantemente al lado del inquilino y dedicarle una pequeña sonrisa.
Quién hizo una mueca de afirmación y luego mire así enfrente Dónde estaba mi bisabuela la cual también me sonrío rápidamente llegaron los sirvientes con los platos de comida y la dejaron en frente de nuestro.
La cena estuvo tranquila y no hubo mucho de lo que hablar, tan solo la charla era de familiares muertos y personas que jamás había conocido en mi vida y no le Presta atención ya que no me interesaba mucho tan sólo me hacía la que escuchaba y comía finamente mi comida y dos por tres le daba un sorbo a mi copa de agua.

Luego me dispuse a mirar a mi abuela y preguntarle si ya me podía ir a mi habitación la cual me miró y asintió con la cabeza me levante, me despedí y me fui caminando hacia las escaleras, Inmediatamente me di cuenta de que uno de los guardias me estaba siguiendo, se me ocurrió divertirme un rato y escuchar la conversación qué tendrían los comensales en mi mente me parecía que estaban esperando a que yo me fuera para hablar de algún tema importante querían hablar de mí, yo sospechaba que no no descartó la posibilidad.
Fui corriendo la habitación y entre rápidamente en ella, cerré la puerta me di cuenta por los pasos qué Guardia se había quedado parado en la puerta de mi cuarto, cómo cuidando de que yo no fuera a salir aunque decidí abrir la puerta mirar efectivamente estaba lo saludé algo medio grosera y cerré la puerta de golpe. Mierda pensé, iba a ser mucho más complicado  engañarlo me puse a pensar un plan.
Cuando ya tenía todo pensado en mi mente decidí Apagar todas las velas de mi cuarto montón de almohadones en la cama simulando de estaba dormida y me escondí detrás de la puerta con uno de los trofeos que había ganado por ser la mejor matemáticas de todo mi curso.
Efectivamente cómo lo había pensado El guardia abrió la puerta y al ver que yo estaba supuestamente dormida entró para confirmar que de verdad fueras y que se me conocía por engañar mucho los guardias. Cuando entró y quedó de espaldas a mí me dirigí hacia él y le pegué muy fuertemente en la nuca lo que hizo qué quedará completamente desmayado y procedí a arrastrarlo hasta fuera de mi cuarto con mucho cuidado de no hacer mucho ruido lo metí en uno de los cuartos de servicios.
Salí disparada hacia las escaleras pero me detuve antes de llegar al barandal me dispuse a mirar lo que hablaban. Lo que escuché fue:

- la niña parece una chica normal, no parece estar afectada por alguna de las maldiciones familiares- dijo aquel hombre.

- no lo sabemos con seguridad, pero al parecer es humano o por lo menos por el momento mientras no asesine a nadie creemos que todo en su vida va a ser normal.- definitivamente estaba demasiado sorprendida y no podría comprender lo que pasaba.

Acto seguido procedí a ser mi retirada pero choque con uno de los adornos y lo tiré al piso de pronto hubo un gran silencio y salí corriendo rápidamente hacia mi cuarto y me tiré en mi cama, me tapé hasta el cuello para que no se viera que aún seguía con él vestido.
Luego de eso Recién me puse a pensar seriamente lo que había escuchado y me acordé del hombre que había dejado inconsciente en uno de los cuartos de servicio y qué hubiera pasado si lo hubiera asesinado.

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Disfruten por ahora la inocencia de nuestra pobre pequeña Izza que al parecer no  en inocente como creíamos.
Probablemente casi los mató un infarto con la época en la que se desarrollaba esto pero me gustan las sorpresas así que vayan acostumbrándose porque se vienen muchas, y porfavor no se olviden de que es una historia de ciencia ficción.
Muchas gracias

Sofi

Sobrevivir Para Seguir Muriendo (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora