Ch.1

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Issei no tuvo una infancia normal, desde una edad temprana fue abandonado por su padre quedándose solo con una madre alcohólica y drogadicta. Durante mucho tiempo tuvo que buscar entre la basura de los restaurantes y bares que habían cerca de su casa para así tener algo que tener en el estómago. A la temprana edad de 7 años, su madre lo retiro de la escuela y empezó a usarlo como su propio saco de boxeo, Issei no podía hacer nada mas que dejarse pegar por su madre por miedo a que lo abandonase como su padre. A los 10, su madre empezó a salir con un hombre que trabajaba con las drogas, su madre, empezó a colocarse aun mas con el nuevo novio que tenía ahora.

Un año después, Issei estaba acostado en su cama a punto de dormirse cuando escucho en la planta baja de su casa unos cristales romperse y gritos, Issei alarmado fue corriendo a la habitación de su madre y al no verla allí, se dirigió lo más rápido que pudo hacia las escaleras cuando una imagen quedaría grabada en su mente.

Era su madre, tenia la camisa subida dejando al descubierto unos de sus pechos, tenia un corte en uno de sus muslos producto de los cristales rotos y esta se deslizada sin pena por su pierna, donde pudo visualizar que su madre estaba desnuda de cintura para abajo y a su padrastro, cogiéndola del cuello con fuerza mientras entraba y salía de ella con fuerza, podría escuchar a su madre suplicar para que pasase mientras lagrimas salían de sus ojos. Issei sin saber muy bien que pasaba, volvió a su cuarto y se escondió de bajo de sus sabanas pensando que mientras estuviese allí nada podría sucederle, mientras escuchaba los lamentos de su madre cada vez más claros, rezaba para que aquella pesadilla terminase y llegara el día siguiente.

Al día siguiente, su madre le comunico que lo había dejado con su novio y que se había marchado de casa para no volver, Issei aun con las imágenes de la noche anterior aun en su mente, asintió aliviado y le dio a su madre una dulce sonrisa.

Cuando Issei cumplía los 12, pensó que la vida le había dado una tregua, ya que meses después de que su madre lo dejara con su novio, Issei hizo amigos en el vecindario y empezó a salir algunas tardes con ellos y así poder distraerse ya que, su madre, después de lo que le paso empezó a recurrir mas al alcohol y a las drogas para así huir de la triste realidad, Issei sabia que las cosas no iban bien ya que hace un par de días atrás vio una carta del gobierno donde decía que si no pagaban todas las deudas atrasadas, no les quedaría mas remedio que quitarles la casa, pero Issei era solo un niño de 12 años, no debería de meterse en esas cosas, ¿verdad?.

Una noche de invierno, hacia más frio de lo normal, Issei salió con sus amigos, no llego muy tarde esa noche a casa ya que el frio se le calaba cada vez mas en los huesos y se hacía cada vez mas difícil de aguantar, al llegar a casa, no vio a su madre en el comedor así que empezó a buscarla por la planta baja, al no encontrarla allí, Issei subió las escaleras cuando vio por el hueco de debajo de la puerta del baño, se acerco al baño y llamo varias veces a la puerta, al no recibir ninguna respuesta, intento entrar pero algo bastante pesado bloqueaba la puerta desde atrás, Issei sintió como el corazón empezaba a acelerarse y empezó a empujar con el hombro la puerta sin importar que con cada embestida se hacia mas y mas daño en el hombro. Después de dejarse el hombro, Issei fue capaz de hacer un hueco lo suficientemente grande para que el pudiera entrar, al entrar, vio a su madre dentro de la pequeña bañera que tenían, de sus muñecas se podía ver como unos cortes muy profundos, tan profundos que podía ver la carne y parte del hueso y una cantidad bastante grande de sangre brotaba de ellas, Issei en medio de la desesperación, se acerco a su madre y tapo las muñecas de su madre con sus delicadas manos en un intento en vano de que la sangre parase. Issei, salió corriendo del baño y llamo a emergencias en medio de un llanto con tanto dolor y miedo, que los médicos no tardaron mucho en llegar, pero lamentablemente, su madre había muerto.

Después de la muerte de su madre, al no tener ningún familiar que reclamase por el, los asistentes sociales ingresaron a Issei en un centro de menores, donde pudo retomar sus estudios y así terminar la primaria y la secundaria.

Issei, a sus 16 años, logro entrar en la academia Kuoh, no se consideraba un chico atractivo como los chicos de su academia, Kiba Yuto, el chico mas popular de la academia, tenia unos ojos azules tan intensos que con ellos podrías ver las maravillas del cielo, un pelo tan rubio que podía confundirse con el mismo sol, en la parte inferior de su ojo izquierdo, tenia un lunar que resaltaba aun mas sus ojos, era la envidia de toda a escuela por varios motivos, uno de ellos era porque tenia una hermana melliza llamada Asia Yuto, Asia parecía un ángel caído del mismo cielo por su increíble bondad hacia las personas y sus ganas de ayudar siempre a los mas necesitados, y el otro motivo era que estaba en una relación sentimental con Akeno Himejima, la segunda chica mas popular de la academia por su increíble cuerpo, Akeno era una chica pálida de largo cabello negro recogido siempre en una coleta de caballo, en tema de proporciones corporales, Akeno tenia un increíble busto, acompañado du unas marcadas caderas y un trasero bastante bien proporcionado, Akeno, además de ser la segunda chica mas popular de la academia, también era la vicepresidenta del club de investigación de lo oculto, club que solo podías entrar con invitación de la presidenta y que muy pocos lograban entrar.

En un dia de escuela, Issei caminaba con las manos en su bolsillo mientras caminaba despreocupadamente por la escuela a su próxima clase, al doblar una esquina, choco con alguien haciendo que este perdiera el equilibrio y al alzar la vista quedo embobado.

Había chocado con Rias Gremory, la chica mas popular y deseada de toda la escuela, Rias tenia un largo y hermoso pelo rojo carmesí, una piel blanca como la seda, unos ojos verde-azulados que cualquiera que los mirase podrían perderse muy fácilmente en ellos, y su cuerpo, oh dios su espectacular cuerpo, tenia un busto un poco mas pequeño que el de Akeno, pero sus finas y sensuales caderas, sus piernas largas y delicadas y su espectacular trasero, podría hacer que hasta el mas santo quisiera ser infiel. Rias, era la actual presidenta del club de investigación de lo oculto.

Issei sabia que Rias no era una chica normal, por lo que había escuchado de los otros estudiantes, Rias venia de una especie de realeza, una princesa que en cualquier momento podría ser reina, Rias también poseía una de las mejores notas de la academia ya que su inteligencia rivalizada con su belleza, lo que la gente no sabia, era que Rias Gremory era un demonio de clase alta, su familia pertenecía a uno de los 72 clanes del inframundo, Rias, además de ser un demonio de clase alta, también era de sangre pura y la próxima heredera del Clan Gremory.

La infancia de Rias, muy diferente a la infancia que vivió Issei, su vida ha sido siempre de color de rosas y de un cuento de hadas, se crio rodeada de su familia, con risas y amor en cualquier recuerdo que poseía, nunca le falto de nada y siempre tenia a gente en la palma de su mano.

-Lo lamento mucho, no miraba por donde iba- Issei se levanto rápido del suelo y procedió a recoger los libros que había caído de las manos de Rias.

Rias, al mirar al chico con el que choco, pudo observar el tinte rojo que asomaba por sus mejillas, tenia un pelo marrón claro y sus ojos era de un amarillo que podía rivalizar con el oro, también pudo ver como llevaba la camisa del uniforme desabrochada, de bajo de esta llevaba una camisa roja un poco ajustada a su cuerpo donde pudo deducir que de bajo de la ropa había un cuerpo definido. Para Rias, Issei era un chico atractivo.

-No pasa nada, yo tampoco he mirado por donde iba- Rias sonrió y se agacho junto a el para así también recoger sus libros.

Al terminar, Issei le tendió los libros y por unos segundos pudo notar la suavidad de sus manos, segundos suficientes para que su corazón amenazara con salirse de su pecho.

-Gracias por ayudarme a recoger mis libros- Rias fijo sus ojos en los ojos amarillentos de Issei-¿Cómo te llamas¿

Issei miro por unos segundos a Rias sin saber muy bien que hacer, pero algo en ella le inspiro confianza y sin mas dijo-Issei, me llame Issei Hyodo.

-Encantada de conocerte Ise ¿eres nuevo aquí?

-Si, bueno, empecé nuevo este curso- Issei se encogió de hombros indiferente y la miro- tengo que irme Gremory-sempai, ha sido un placer conocerte en persona

-El placer a sido mío, espero que podamos mantener una charla otro día Ise

Issei solamente se limito ha asentir con la cabeza mientras caminaba a pasos ligeros fuera de allí, al doblar la siguiente esquina, Issei recordó como se respiraba y cogió una bocanada grande de aire mientras se miraba las manos, las manos que hace segundos después toco a la gran e inalcanzable Rias Gremory.

Rias, se quedo mirando el camino por donde Issei se fue, algo en el había despertado la curiosidad en ella y no pararía hasta descubrir el que.

Rojo CarmesiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora