7:40 AM. Secundaria, “Pilar de Luz".
Lucy estaba considerando en serio, ver al psicólogo de la escuela. Como bien dijo Eli, es gratis. No pierdes nada, no debería decirle a sus padres y como él no la conoce no llegará a conclusiones erróneas sobre su problema, es un ganar o ganar. Lo incómodo sería decirle que quizás está teniendo sueños enigmáticos, es lo que más le preocupaba mientras se dirigía a la oficina del consejero. Ella planeaba las palabras adecuadas, el tono y la manera de cómo decirlo y sobre todo, asegurarse poder hacerlo bien. Aprovechó el primer receso para dirigirse a la oficina.
La oficina del psicólogo era… ¿cómo describirla? Pues, bastante reducida de tamaño, daba la impresión de que todo fue improvisado, desde la colocación de los muebles hasta el tamaño de los mismos, solo incluía un escritorio con dos sillas, una de cada lado y un armario en el fondo pegado a la pared. Las paredes estaban muy desgastadas, la falta de inversión en revestimiento la notaría hasta un bebé y este lloraría de lo feo que estaba. Por suerte, el psicólogo se encontraba dentro, sentado detrás del escritorio y no en otro lado, se lo veía ocupado leyendo algunos papeles y a su lado había un plato hondo con algunas botanas. Al sentir y ver que alguien entraba, inmediatamente puso su atención.
—Oh, hola… ¿qué se te ofrece, jovencita? —dijo el psicólogo al momento en que Lucy cerró la puerta.
—Em… hola, soy Lucy y… necesito una cosa —Lucy no supo qué debía decir, y tuvo que dar una breve pausa para pensar bien el qué, aunque intentó prepararse con anticipación, los nervios aun así se dispararon, la incomodidad de tratar de pedirle a alguien algo como ayudar a explicar un sueño para ella, no se podía describir.
—Si, claro… ¿qué es lo que necesitas? —preguntó muy amablemente. Guardó los papeles en el cajón del escritorio y posó su atención en Lucy—. Ah, y por cierto… mi nombre es James. James Smith, pero puedes llamarme James si gustas… —agregó.
—Si, claro. Emm… James… bueno, señor James, verá… lo que necesito es más bien un poco extraño… —ella se sentó y ahí es donde Lucy empezó a explicar sobre su sueño raro y su situación.
—Pues, guau… la verdad es que es sorprendente tu caso. O sea…—antes de seguir hablando, James invitó a Lucy a que tomara alguna botana. Lucy hizo un gesto de declinación, no encontró algo que le gustara— muy bien, mira… yo creo que puedo ayudarte, pero primero… ¿cuál es la razón por la que no le dijiste esto a alguien más? Por lo que me dijiste, ya estás viendo un psicólogo privado.
—Pues, ¿cómo se lo explico? No quiero que lo malinterpreten. Es raro, pero siento como que ese sueño no tiene nada que ver con mi miedo al fuego… o al menos no del todo.
—¿Qué quiere decir? —James se puso erecto, postura para el exámen intrínseco. Juntó sus manos y cruzó sus dedos, creando la plataforma para descansar su mentón, claro símbolo de interés.
—Digo, si bien hay fuego y eso es lo que más me aterra, pero la parte de la mujer es la que no entiendo... ¿por qué siempre estoy en una casa? Eso tampoco lo entiendo
—Muy bien, entiendo. Entonces, ¿cuál crees que es la razón en verdad?
—Eh… —Lucy se señaló con el dedo— ¿me lo pregunta a mí? ¿No va a decir algo usted sobre mi sueño?
—Entiendo a qué te refieres, has venido a mi con la intención de que yo te explique qué significa, pero para mi es más interesante y útil primero ver qué es lo que interpretas tú de ello.
—Pero… es que no lo sé, no entiendo por qué tengo tan seguido la misma pesadilla ni por qué ocurren las cosas que ocurren. Pienso que… no sé, no lo entiendo.
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Acedía: El Despertar de lo Oculto
FantasíaEn el siglo XXI de un mundo como el nuestro, una chica llamada "Lucy Evans" termina por adquirir un poder misterioso que le permite hacer extrañas cosas, además de tener la capacidad de adentrarse en una dimensión oscura compuesta por todo lo "oscur...