PARTE ÚNICA.

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Parte única:  Mi cuento favorito.

Los gritos dedicados al buzón de voz siempre fueron coléricos y llenos de ira. Tu ausencia siempre me causo daño, constantemente tu lejanía fue una daga con la intención de apuñalarme, al que yo tontamente no tenía intenciones de detener.

Todo eso, la furia emitida, solo era una máscara para engañar al receptor.

Mis ojos durante mucho tiempo me pidieron llorar, mi alma suplicaba tu cercanía, lamentablemente, con el tiempo algo mortal se hizo del derecho de reclamarte. ¿Alguna vez me responderás? ¿Llegará el día cuando me digas por qué no atendiste el celular?

Pensar que el mismo día que te fuiste, las flores llenas de sangre cayeron en mis manos, las viste, pero no fuiste capaz de decir nada. ¿Fue miedo? No lo sé realmente, nunca te volví a ver después de eso y menos me disté una respuesta. Aunque, realmente nunca tuviste la obligación de dármela.

Nunca me quitare tus ojos de mis recuerdos, el impacto que mostraban al ver los pétalos manchados de flores.

Ese día, quise enfrentarte, confesarme por última vez abajo de la luna, deseaba que ella fuera la única testigo, desafortunadamente, las flores son envidiosas. Conocía las consecuencias, un rechazo más y mi tiempo cada vez se disminuiría, era consciente de que mi corazón no soportaría demasiado. Sabía que ese narciso amarillo cada vez reclamaría con más molestia su lugar; envenenando y matando mi cuerpo en el acto.

Quizás no fue el momento, lo admito, tal vez solo quería algo de atención, que te conmovieras. Me arrepiento demasiado por eso.

En tus ojos escarlatas había indecisión, lo vi, pero aun así no hiciste nada. Creo... Creo que soy un imbécil por esperar más de lo que sabía que eras capaz de dar.

Debería dejar de rogar por tu amor, de pensar mucho en eso, al final de la historia, los únicos dos que me ayudaron fueron Gon y Killua, aquellos que iban de paso y se acercaron gritando.

Kurapika, ¿Por qué fuiste así conmigo? Quizás pudiste ser algo más suave para rechazarme, igualmente, nunca más te iba a insistir con el tema después de eso.

Conozco la importancia que tienen tus camaradas para ti, es algo completamente atendible y mi intención nunca fue cambiar eso. Me duele el alma pensar en todo el sufrimiento que pasaste al verlos mutilados, en ese entonces aún no te conocía y no pude apoyarte, ahora que puedo hacerlo, solo me alejas, me dices que no me involucre, que no es mi lucha.

¿Es cruel imaginarme tu rostro cuando veas mis brazos repletos de flores? Enserio te pido disculpas por hacerte pasar por lo mismo dos veces.

No me queda mucho tiempo, eso ya debes saberlo. Me pregunto, sí algún día te enviare esta carta que te estoy escribiendo, aunque, eso es muy poco probable.

Espero que, si llega a suceder, no notes las lágrimas que un día mojaron la hoja con impotencia.

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Estaba en una cama de hospital mientras escuchaba como la noticia corría, encender la televisión dejó de ser agradable en algún momento de su conciencia, todos desmeritaban al doctor que no era capaz de curar su propia enfermedad. El famoso doctor Leorio Paladiknight, estaba hospitalizado, por una situación curable, cura de la cual todo el mundo sabía, la rechazaba; perder sus sentimientos no era de su agrado y nunca lo sería. Hanahaki Disease, una enfermedad muy conocida, tanto como odiada.

Solían decirle el regalo de las flores sangrientas.

Para muchos esto era inaceptable, el cómo un hombre que lo tenía todo, estaba apuntó de perder todo el fruto de su esfuerzo, reconocimiento y dinero, ya nada de eso le importaba. Su vida corría riesgo por una flor amarilla que se alimenta del sufrimiento de una decepción amorososa.

Mi Cuento Favorito. [Leopika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora