Julie Stone era una chica normal; vivía en un orfanato, tenía algunos amigos y de vez en cuando se golpeaba la cabeza contra la pared debido al estrés ¡Normal!
De todos modos, durante toda su vida Julie nunca pareció encajar del todo. Le encantaba...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𓏲 TWISTS . . .៹♡ prólogo ─── SE FUE CON EL AUTOBÚS
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El cielo estaba negro como el carbón y miles de estrellas brillaban en él. La pequeña ciudad de los suburbios de Inglaterra guardaba un silencio espeluznante. Rara vez pasaba un coche por las gastadas carreteras o una persona caminaba por la calle empedrada. En realidad, los únicos sonidos que se oían eran los de la naturaleza que rodeaba la pequeña ciudad. Esos y, por supuesto, los sonidos de un bebé llorando, justo al otro lado de los escalones de piedra de la iglesia.
Envuelto en una colcha verde menta claro, el bebé yacía dentro de una caja de cartón de aspecto destartalado. Los llantos del bebé, por muy fuertes que fueran, no fueron suficientes para llamar la atención de nadie en el vecindario... bueno, excepto del pastor de la iglesia, que se había quedado más tarde esa noche para ocuparse de unos papeles. Así pues, se oyó hablar del bebé y, cuando el pastor salió a trompicones por la puerta principal de la iglesia y contempló el desgarrador espectáculo, suspiró. Agarró al bebé en brazos y lo llevó al orfanato del pueblo.
Así nació Julie Stone. Julie en honor al mes de julio, o sea, el mes en que fue encontrada. Stone debido al hecho de que fue encontrada en los escalones de piedra de la iglesia. Realmente original. ¿Verdad? De cualquier manera, su nombre era una cosa más que le recordaba a Julie el hecho de que estaba sola y que su familia no estaba allí; lo que apestaba, claro, pero eso no significaba que Julie estuviera triste o viviera una vida infeliz.
Julie creció en el orfanato, la dejaron cuando era un bebé, rodeada de niños de todas las edades. Tenía muchos amigos y era una persona fácil de llevar. Pocos no la querían y sólo era por su franqueza, una cualidad que Julie alababa. Tuvo que aprender a valerse por sí misma lo mejor que pudo. Era estudiosa, hasta cierto punto, porque creía que los estudios eran su forma de salir de aquel orfanato y de aquella pequeña ciudad. Procrastinaba mucho, pero era inteligente por defecto, supuso. Julie tampoco tenía problemas para defenderse o decir lo que pensaban de los demás. En otras palabras, era particularmente franca, lo que tal vez se debiera a no haber tenido un filtro (llamados padres) mientras crecía.
A lo largo de los años vio cómo sus amigos eran adoptados o simplemente huían del orfanato. Julie, sin embargo, no quería nada de eso. No quería una nueva familia. Ella quería su familia. No podía irse con alguien que la acogiera por lástima o algo así. Tampoco huiría porque entonces no tendría mucho futuro. El orfanato le proporcionaba una cama, comida y educación, y estaba agradecida por ello. Sin embargo, cuando cumplió dieciséis años, Julie empezó a trabajar en el cine de la pequeña ciudad para ganarse la vida. También conseguía otros pequeños trabajos aquí y allá para ganar dinero extra, todo ello compaginándolo con sus estudios y su tiempo libre. De ninguna manera ella no tendría tiempo libre. Valoraba demasiado su tiempo libre.
Julie Stone usaba su tiempo libre con tres cosas principales:
Películas, que amaba profundamente.
Libros; que también amaba profundamente (dependiendo de cuál).
Y pasando el rato con los amigos que le quedaban en el orfanato.
Lo primero lo hacía mucho durante las horas de trabajo. Se escondía en la sala de proyección y veía las películas desde allí. Eso o en su teléfono. Los libros los compraba en la librería del pueblo. Le gustaba la ficción, sobre todo porque le permitía evadirse de la realidad y, sinceramente, era una gran Potterhead. No de los que compran la comercialización y esas mierdas. Estaba realmente fascinada por el mundo mágico creado por J.K. Rowling. Eso y que algunos personajes le gustaban. Por último, le encantaba salir con amigos. No tenía un grupo concreto de amigos, pero cada vez que salía con alguien se lo pasaba mejor. Solían ir al lago cercano a la ciudad a nadar, o simplemente a gastar bromas a la gente del pueblo. Eso sí que era divertido.
Una vez, ella y una de sus amigas, Masey, subieron al tejado de un edificio cualquiera y empezaron a lanzar globos de agua llenos de pintura a la gente del pueblo. Mientras tanto, otros dos niños gritaban en la calle, a personas al azar que no habían sido golpeadas, culpándolas de haber lanzado los globos. Una vez, Julie y otro amigo llamado Caleb, decidieron iniciar una manifestación luchando por los derechos de las vacas para que pudieran tener libre albedrío a la hora de repartir su leche. No salió demasiado bien y la turba que se formó con otros chicos fue dispersada por un oficial con cara de cansado que les pagó para que se callaran.
En general, la vida de Julie era mundana. No era la mejor, pero podía ser mucho peor. Pero la vida de Julie estaba a punto de torcerse de una manera que ella no podía imaginar. Cuando tenía diecisiete años y estaba en su último año de instituto, Julie tuvo un accidente. Si supones que fue dramático, te equivocas. No fue dramático, en absoluto. Fue algo ridículo si le preguntas a ella. Ella murió, pero ese es otro problema. Julie Stone iba de camino al trabajo, montada en su bicicleta rosa –que el orfanato tenía guardada y el único medio de transporte que tenía–, cuando un niño salió dando tumbos de una casa, haciéndola apartarse de él y, posteriormente, no matarlo. Ese giro que hizo, fue justo a tiempo para chocar de frente en un autobús. Literalmente. Giró a tiempo para que el autobús la atropellara y, así, Julie Stone dejó de existir. Nada. Hasta la vista. Se fue con el autobús. ¿Ves lo que hice? Lo más importante es que Julie Stone murió. Ahora bien, si ese es el final de la historia te equivocas. Si lees el título esto es sólo un prólogo. Duh.