LA HERMANA MAYOR-UCHIHA AIKO

¿A dónde vas cuervito?

"El portador de estos ojos esta maldito"

Los Uchihas son llamados un clan que no conoce el amor y solo se rige por el odio, pero en realidad es todo lo contrario. Nadie ama más que un Uchiha, pero este amor es tan grande que a la hora de perder eso que ama ese amor se convierte en odio...

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Unos días después de lo sucedido, Aiko vivía de su salario de misiones rango d o de vez en cuando una rango c, al no tener equipo no le podían dar misiones importante. Unos días después de obtener su banda, Kakashi cumplió su promesa y le enseño el chidori a Aiko después de enseñarle que es un jutsu para defender a sus amigos no dañarlos. Todo iba sobre ruedas, estaba perfeccionando sus jutsus del elemento fuego y su kenjutsu, pero una visita inesperada se hizo presente en la casa Uchiha...

TOC TOC

-Aiko ve a abrir la puerta-dijo su madre desde la cocina

-Voy-dijo en un tono aburrido.

Al abrir la puerta y ver a un hombre alto, con capa y un ojo cubierto por su cabello; un flashback de una niña llorando por la partida de su padre se hizo presente, en ese instante, en esa milésima de segundo, se juró nunca volver a llorar por aquel que la abandono.

-Oh eres tu-dijo indiferente la mayor de las Uchihas

-No te emociona ver a tu padre? - pregunto Sasuke un poco herido.

-Veamos, me emociona volver a ver a aquel "padre" que solo vi una vez en mi vida hmmmm vemos...no-declaro indiferente Aiko- ¡Mamá! Tu querido esposo llego después de 4 años sin saber de el -grito a su madre desde el recibidor-nos vemos-dijo antes de subir las escaleras mientras Sakura y Sarada lloraban y abrazaban a Sasuke.

Así paso el día hasta la cena, Sakura subió a arropar a Sarada dejando a Sasuke y a Aiko solos, un silencio incomodo se hizo presente hasta que Aiko abrió la boca.

-Si vas a venir solo para quedarte una noche, cogerte a Sakura e irte como si nada dejando a otra niña con la ilusión de volver a ver pronto a su padre...no lo hagas...quédate, aunque sea unos días con ella y explícale porque te vas...has bien con Sarada lo que mandaste a la mierda conmigo-dijo antes de subir a su habitación.

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Dos semanas después la misma escena de hace 4 años se repetía.

-Esta vez durare mucho más en volver-dijo Sasuke en tono triste

-No importa papa, te entendemos-dijo Sarada con una sonrisa triste

-Escríbenos cuando puedas sí? - le dijo Sakura tomándole la mano

-Lo intentare-respondió Sasuke.

En eso llega Aiko con su uniforme shinobi y su banda dejando a Sasuke un poco perdido.

-Una banda ninja? ¿Eres ninja? -pregunto Sasuke incrédulo.

-Sí, de ech-Aiko fue interrumpida por su madre que dijo-No es la gran cosa, solo robo el pergamino para aprender los jutsus por la vía fácil-dijo Sakura quitándole importancia a los logros de su hija, desmoralizándola.

-Ya veo justo como el dobe-dijo Sasuke indiferente-Aun asi...Protegela a ella-dijo señalando a Sarada-es tu deber como hermana mayor-.

-Bueno adiós tengo algo importante que hacer-dijo Aiko desapareciendo en un remolino de hojas estando ya harta de la conversación de sus padres.

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Tres años después (si, no tengo ideas de relleno, momento la rosa de Guadalupe)

Una niña de 10 años estaba practicando con su katana mientras esperaba a que su sensei estuviera libre del tedioso papeleo, por suerte para el próximo año dejaría su cargo. Con su espada imbuida en chakra de rayo se ponía a destruir los arboles cercanos.

-Estoy aburrida...cuando termine voy a invitar a Keitaro a comer dangos-se dijo a sí misma, su relación con el Hyuga era perfecta, después de todo era su único amigo, pero hace poco tiempo ella lo dejo de ver como un simple amigo ella quería que fuera algo más pero no sabía que.

Volvió a partir otro árbol con su poderosa estocada cuando del caído tronco un pequeño cuervo salió y se posó en su hombro.

-Hola pequeño, perdón por destruir tu hogar...no fue mi intención, pero si quieres te puedo conseguir otro-ante lo dicho el cuervo levanto vuelo hacia el bosque y Aiko, curiosa, lo siguió.

-Oye a dónde vas cuervito-dijo Aiko empezando a correr tras el cuervo- ¡Espérame! –le dice mientras se adentra más en el bosque.

Siguió al cuervo hasta una cueva donde este se posó en la entrada, Aiko duda si entrar o no, pero con un graznido del cuervo se decidió a entrar.

-¿Porque me trajiste aquí amiguito?-pregunto mientras entraba a la cueva-¿Qué es eso?-menciono viendo una especie de rollo, se adentró en la cueva y abrió lo que parecía ser un contrato de invocación-Un contrato de invocación...leí de ellos en la biblioteca-susurro para sí misma- ¿Quieres que lo firme?- le preguntó al cuervo, este respondió con un graznido- De acuerdo, no es como si mi padre me fuera a dar su contrato de serpientes y no me gustan los perros del viejo, pero los cuervos...son otro aire...una más genial-y así termino su monologo abriendo el pergamino y viendo la mano y el nombre de Itachi Uchiha ya escritos en el pergamino-Así que mi tío también lo tenía eh...lo he decidido, voy a ser como el, voy a proteger la aldea con mi vida-declaro Aiko más inspirada que yo escribiendo esta historia.

Así Aiko firmó el contrato y escucho una voz detrás de ella.

-Finalmente le puedo hablar-dijo el cuervo-Un gusto me llamo Vozna, ¿qué tal Aiko-sama?