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ov Narrador.

El tren había llegado a la conocida y familiar costa de Porto Rosso; un joven de pelo semi rizado bajaba de este, su nombre, Luca. Este miraba con cierto deje de nostalgia el paisaje que hace mucho tiempo quiso observar, recordar la razón del porque no había podido ir antes aún le hacía doler la cabeza.
Para su muy buena suerte el menor había ido con su amiga, Giulia, a su escuela en Génova pasando allí un año en donde aprendió muchas cosas y odio muchas otras... definitivamente recordaba la primera clase de matemáticas y lo mucho que lo hizo sufrir.

Ambos amigos tenían planeado volver a su querida Porto Rosso apenas empezará el anhelado Verano, pero para su muy mala suerte les surgió un inconveniente, la madre de Giulia enfermó gravemente.

Aunque Giulia insistió en que este fuera solo a Porto Rosso, Luca se negó, no quería dejar a su mejor amiga en una situación tan difícil ¿Como podría? Aunque anhelara volver a la costa, no podía dejar a su amiga atrás. Su madre se recuperó el año siguiente, apenas el año escolar empezaba otra vez, Giulia se sintió culpable pensando en que había arrastrado a su amigo a no poder volver a Porto Rosso, pero Luca fue sincero y afirmó que "Un amigo nunca se deja atrás".

Pero dejando de lado toda esa travesía, el estaba ahí, estaba en Porto Rosso!, pisando su suelo en este preciso momento. Lamentablemente tuvo que ir solo, Giulia tenía que resolver algo en Génova la cual nunca le aclaró a Luca lo cual lo dejó con mucha curiosidad, prefirió no indagar para no molestarla. Al final de cuentas ella vendría la próxima semana y así podrían disfrutar juntos...

Luca estaba nervioso, había fallado una promesa, una promesa que se la hizo a su amigo Alberto, que amigo... mejor dicho hermano, el fue quien a cabo lo había impulsado a ser más valiente, a poder calmar su insaciable curiosidad; sin duda alguna Alberto estaba en un lugar especial en su corazón, el pensar en volver a verlo luego de dos años lo hacía sentir una emoción en su pecho que le daba cosquillas. Pero aún con todo eso aun temía que este estuviera enojado con el... aunque muchos le dijéramos, entre ellos la misma Giulia, de que seguramente Alberto entendió la situación del año anterior y que al igual que el debía de morirse de las ganas de verlo, eso no podía calmar su temor. El aún recordaba el día en que hicieron esa promesa.

{RECUERDO}

_Ey... no llores-decia el moreno mientras lo abrazaba- prometeme que luego del verano nos veremos ¿si?- termino de decir mientras lo miraba.

_S-si! Lo prometo, prometo volver el año siguiente.- dijo el menor mientras subía el tren y empezaba a avanzar.

{FIN DEL RECUERDO}

¿Acaso estaría enojado con el? ¿Y si no quería verlo? ¿Y si no le hablaba? ¿Que tal si solo lo ignoraba? O peor aún, lo insultara.

SILENZIO BRUNO!
se dijo mentalmente Luca, tenía que dejar de pensar así. Todo estaría bien, el lo sabía.

O bueno.... Lo creía.

Vamos Luca tu eres casi un adulto y como casi uno debes de enfrentarte a tus problemas!*

Se dijo mentalmente Luca.

[...]

Ahí estaba Luca, observando de reojo al muelle mientras se ocultaba en una de las paredes de las casas que estaba cerca de este. Este miro alrededor, de izquierda a derecha y viceversa, al no ver nada o mejor dicho nadie suspiro de alivio, sabia que estaba siendo algo dramático pero en el fondo el joven no sabía como actuar, nisiquiera las conversaciones imaginarias en su cabeza le ayudaban a estar más seguro o sobre como actuar cuando se reencontrará con el moreno, cuando este se dispuso a salir de su escondite dio unos pasos mientras miraba el cielo semi despejado para luego mirar el mar y los barcos y en eso vio uno lleno de una pila inmensa de pescado recordándole su pasado y llenandole de una nostalgia agradable pero a la vez que se extrañaba.

Luca solo vio como el joven y suertudo pescador salía de ahí, un joven moreno de ojos verdes y tupe que-...

Luca se congeló por un momento para luego correr otra vez a su escondite con temor.

ERA ALBERTO!, Luca solo miró a su amigo con un brillo en los ojos, ¿Desde cuándo se había vuelto tan alto? Luego de apreciarlo se dio cuenta de que hasta tenía unos leves músculos algo que a Luca no le sorprendía, era obvio que al fin al cabo pescar llevaba mucha fuerza física.

[...]

Aunque sabía que tarde o temprano tendría que ver a Alberto, Luca prefería esperar para estar listo.

Al llegar a la casa de Giulia vio que la puerta estaba abierta así que simplemente entró, al ver a Massimo cortar peces solo atinó a decir.
"¿Estas ocupado?" En forma de broma, el mayor al darse vuelta solo solo le dio un abrazo y unas palmadas fuertes en la espalda.
...

Ambos hablaron sobre anécdotas y trivialidades hasta que Massimo decidió preguntar.

_Se que Giulia me dijo que no vendría esta semana, pero ¿sabes la razón del porque?_ dijo con algo de tristeza.

_lamentablemente no lo sé... se lo pregunté pero ella no quiso decírmelo y no quería molestarla, por lo que vi parece que era algo personal para ella_ hubo un silencio y un "entiendo" de parte de Massimo_ P-pero ella esta bien, se ve bien... de seguro es algo no muy importante_ volvió a decir para animar un poco el ambiente y no hacer que el mayor se quede preocupado.

Luca estaba saliendo para ir a ver a su familia, sin duda alguna estaba muy emocionado de verlos y sumergirse de nuevo en el mar.

_ Estoy muy feliz por volver a verte, no sabes lo feliz que Alberto estará cuando te vea.

_ Respecto a eso ¿podrías no decirle a Alberto que vine hacia aquí?_ dijo algo nervioso y apenado.

_¿Por?_ dijo el mayor mientras levantaba una ceja.

_Es que no quiero que se impaciente o este esperándome mientras estoy con mi familia si luego volveré aquí a dormir_ dijo el menor intentando sonar convincente.

El mayor solo asintió y Luca solo terminó de despedirse mientras se iba hacia la playa y sumergirse en esta, sin duda alguna extrañaba zambullirse en el mar.

[...]

Alberto llegó agotado a su casa, sin duda alguna el trabajo lo había aniquilado hoy, al entrar puso el dinero que ganó en el "frasco de galletas" y se sentó en la mesa de la cocina mientras saludaba a su padre.

_Estoy muriendo..._dijo el mayor con una voz de zombie.
_Eso te pasa por perdedor_ dijo el mayor con gracia al recordar como el menor perdió en el juego de cartas contra el._ ve el lado positivo, ya terminaste tu tortura.

Alberto solo lo miro de mala gana mientras su mente recordó algo y no pudo evitar hablarlo_ Hablando de eso ¿hoy no venía Luca? ¿Le paso algo o porque no está aquí?_ dijo con algo de preocupación mientras se percató de unas maletas al costado de la pared.

Oh no! El solo vino a dejar sus maletas y a saludar a su familia no te preocupes_ el mayor tardo dos segundos en golpearse mentalmente por abrir su bocota_ Me refiero a que de seguro debe de estar con su familia_ al no escuchar nada el mayor se dio la vuelta y se dio cuenta de que el joven ya no estaba ahí.

[...]

El atardecer se había puesto.

Luca salía del mar agotado mientras se sacudía para secarse y luego solo se sentó en la orilla, sin duda alguna estaba oxidado, ¿quién diría que no nadar por mucho tiempo te desacostumbraria tanto? Literalmente sentia como le dolía el cuerpo, como si hubiera hecho mucho ejercicio; el menor se levantó una vez recuperó el aire y solo se estiró un poco
Escuchando como su cuerpo hacía leves ruidos de alivio. El menor pensó en que ya tenía que volver a casa de Giulia, en el fondo no estaba listo pero sabía que no lo estaría nunca y que al final solo tenía que aceptar la situación, de cualquier forma en el camino podría relajarse y pensar en que decirl-

_¿Luca?_ el menor sabía de quién era esa voz y apenas la escuchó se paralizó.

《•°La promesa°•》 Luca x Alberto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora