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꧁༒CAPÍTULO 40༒꧂

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Hoseok recibe la visita de dos abogados.

 
Su madre aún no llega.

—Tomen asiento, señores.
¿De qué se trata?

—Soy el albacea del testamento del señor Ed Jung.

—Es mi padre, nunca supimos nada de él.

—Su padre tenía doble nacionalidad; la mayor parte de sus negocios están en este país.

—Estoy interesado en saber más sobre la vida de mi padre. Desconozco la causa de la desaparición de nuestras vidas.

—Es raro que no sepan nada. Me he mantenido en contacto con su madre estos años.

Su padre murió hace veinte años en Canadá; en uno de sus frecuentes viajes a ese país tuvo un accidente automovilístico. Murió días después, pero su pareja murió al instante.

—Eso quiere decir que mi padre tenía una doble vida.

—Así es, pero la doble vida la llevaba con su madre. Aquella persona fue la pareja del señor Jung mucho antes de conocer a su madre.

Ambos trabajaron por lo que ustedes disfrutan hoy día. Tu padre era un hombre prevenido y desconfiado, así que dejó en nuestras manos sus bienes cinco meses antes de morir.¿Nunca tuvieron una lectura de testamento?

—En realidad no sé nada. Mi madre es quien ha estado a la cabeza, soy su mano derecha, pero hay cosas que no me cuenta.

—Hay un testamento; este se leerá cuando la señorita Lorenz Jung cumpla veintiún años.

—¿Lolita? ¿Por qué hasta ahora? ¿Mi hermana qué tiene que ver en esto?

—Se sabrá cuando la señorita Lorenz esté presente. Estuve llamando a su madre, pero nunca respondió.

Minsuk irrumpe en la oficina; se pone nerviosa al ver a los dos hombres.

Hoseok le explica un poco; al parecer es conocedora del asunto. —¿Por qué nos ha ocultado estas cosas?

—No he ocultado nada, sabía que este momento iba a llegar. Muero por saber que dice ese testamento.

—No puede leerse sin la presencia de la señorita Lorenz.

—¿Qué tiene que ver mi hija en esto? Está fuera del país.
Como su madre soy su representante legal, no hay ningún problema que lo lea.¿Qué tiene que ver?

—En todo, señora, usted lo sabe. Lleva años insistiendo que le dé lectura al testamento del señor Ed Jung.

Ho-seok se pone en frente de su madre, le habla en un tono altanero —¡Llegó la hora de que mi hermana aparezca, no tienes opción!

Los abogados se ponen atentos a la conversación. —¿La señorita está desaparecida?

— En un internado

—Lo único que puedo decir, es que tienen ocho días para que la señorita Lorenz esté presente; si aquello no sucede, se hará efectiva la otra parte de los deseos del señor Ed Jung.

—¿Qué otra parte?

—Si pasan ocho días y la señorita no está, le daremos lectura al segundo testamento.

—Estás escuchado, mamá. Quiero que a mi hermana de regreso; ya nunca lo hiciste a las buenas; te toca por obligación.

Los señores se marchan, Ho-seok los acompaña.

Minsuk tira lo que está sobre el escritorio —¡Maldita! ¿Qué tienes que ver en esto? ¿Qué hizo ese maldito infeliz antes de morir?¿Por qué ni muerto dejas de fastidiarme? ...

Al día siguiente

Minsuk emprende el viaje, después de tres años de dejar a su hija en aquel lugar

Jimin y Ho-Seok tienen una conversación.

—¿Entonces volverá?

—Eso espero, mi madre viajó en mañana.

Jimin no puede ocultar su cara de felicidad. —Qué emoción, por fin volveré a verla.

Ríe: —Estas más feliz que yo.

—Claro, ella es mi amiga, la aprecio.

—No soy tonto, es obvio de que mi hermana te gusta.

Baja la cabeza: —Muero por volver a verla, imagino que se ha convertido en una hermosa mujer.

—Por lo visto, Yoon-Gi la olvidó. A veces me arrepiento de haberle dicho esas cosas; desde entonces dejo de hablarme.

—Se volvió frío, sombrío. Supongo que Lolita sigue enamorada de él.
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Namjoon y Jackson comparte una copa

—¿Cuándo vas a renunciar a ese sentimiento? No sigas aferrado a él.

—No es fácil olvidar tantos años de vivencias.

—Ese sentimiento no deja que avances; aunque no estés con Seok-Jin, sigue jugando contigo. No sigas mintiendo; guardas la esperanza que la deje; no verlo aun casado te llena de ilusión.

Namjoon baja la cabeza. —A veces sueño que deja todo para irse conmigo; en parte tienes razón.

Estoy mal gastando la vida en un sentimiento que no tiene sentido.
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Pasan algunos días.

Lolita está de regreso.

Su madre puede sentir el miedo; sabe que de ahora en adelante no le conviene tenerla de enemiga. Aquel testamento cuenta sus días como la temeraria, papel de verdugo en la vida de su hija…

—¿Qué se siente al regresar?

—¿Por qué tanta amabilidad de tu parte?

—Eres incomprensible, en eso no has cambiado.

—No nos hagamos las amigas. Ni tú me soportas, ni yo te soporto; no sé qué consecuencias traerá lo que voy a decir, pero no estás tratando con una niña.

Te advierto que no soy la sombra de la persona que encerraste en aquel maldito lugar. Así que piénsa lo que vas a hacer antes de que este avión aterrice.

—No quiero pelear contigo, quiero que nos llevemos bien, vamos a dejar los rencores en el pasado.

—No estoy interesada en ser tu amiga; tampoco voy a olvidar lo que me has hecho. No sé a qué se debe tu cambio de actitud

Lo único que puedo decir es que no esperes nada de mí; ni siquiera tengo que agradecer el hecho de sacarme de ese lugar, a donde tú misma me trajiste a la fuerza; me dejaste a mi suerte, olvidada.

Ni siquiera tengo que agradecer el haberme traído a este mundo; en mí no existe ningún tipo de sentimiento así ti que no sea odio.
Así que piensa bien lo que estás haciendo.

—Deja el resentimiento. Seré buena, ni siquiera tienes que vivir en mi casa. Voy a darte empleo para que pagues tus gastos, en la ciudad que desees.

—Quítate esa maldita máscara de madre buena, ¿crees que he olvidado lo que dijiste antes de llevarme a ese horroroso sitio?¡Crees que soy estúpida!

《Pensamiento》 Piénsalo bien, bruja, vengo con muchas ganas de desquitarme las que me has hecho.

Tú y ese maldito general Min van a pagar lo que me hicieron sufrir, lo que le han hecho a Yoon-Gi.

Ya no soy la misma de antes.
Piénsalo bien, bruja; aqui empieza mi desquite.