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Jeongin se sentó en el piso a un lado de Haerim, justo en frente de sus padres y a un costado de su hermano menor.
Haerim observó la mesa frente ella, tenía una gran variedad de aperitivos hechos por la madre de Jeongin, quien no había dejado de cocinar por alrededor de una hora desde que habían llegado.

"Espero que la comida sea de su agrado" -La madre de Jeongin sonrió y acercó con ambas manos un recipiente con dumplings hacia la chica.
"Oh. Claro que sí, creo que nunca he comido algo tan hogareño. Huele exquisito" -Haerim recibió el recipiente con ambas manos e hizo una leve reverencia.
"No haga eso, señorita Seo" -El Señor Yang negó con sus manos.
"Claro que lo haré. Los respeto, son una familia admirable y son mayores que yo. Independiente de mi apellido y mi familia, les debo respeto" -Haerim inclinó su cabeza levemente- "Muchas gracias por la comida"

El Señor y la Señora Yang la observaron con una sonrisa, se veían conmovidos, pues esperaban a otro tipo de persona, ya que, se tiene el estereotipo de que las personas adineradas son malcriadas y maleducadas. El peso del apellido era muy grande y estaban acostumbrados a los desprecios que recibían en el instituto de Jeongin.

"No puedo creer lo increíbles que están estos dumplings" -Haerim se llevó otro a la boca e hizo un sonido de satisfacción provocando que la familia Yang riera levemente.

Luego de hablar un poco con la familia Yang, Jeongin y Haerim ayudaron a llevar los recipientes vacíos a la cocina para lavarlos.
Realmente, Haerim no sabía cómo comportarse en una casa que no tenía el mismo estilo que la suya, pues usualmente hay asistentes que quitan los platos de la mesa y los dejan en el lavadero automático. Ella estaba acostumbrada a sentarse en una mesa y recibir comida preparada por un chef dedicado a su familia. Sin embargo, le parecía admirable lo deliciosa que era la comida de la señora Yang y la dedicacion que ponía en cada aperitivo.

Luego de un par de horas entre conversaciones relajadas y trabajo, lograron terminar la mitad del trabajo, por lo que acordaron reunirse nuevamente al otro día.
Cuando iban bajando las escaleras, ambos chicos pudieron escuchar a los padres de Jeongin hablando en la sala de estar.

"No sé cómo vamos a pagar este mes los estudios de Jeongin y la comida del mes. El instituto cada vez es más costoso. Estoy preocupado" -El Sr Yang pasó las manos por su rostro.
"Cariño, puedo tomar un trabajo de medio tiempo mientras Jeongin esté en el instituto, así no sabe de nuestros problemas. Conociéndolo, intentará dejar el instituto" -La Sra Yang pasó su mano por los hombros de su esposo, intentando calmarlo.

Haerim miró a su lado y pudo ver a Jeongin jugando con sus manos, su nariz estaba roja y estaba ocultando su rostro para que ella no pudiera verlo.
Jeongin se sentía culpable por haber entrado a un instituto que estaba fuera del presupuesto de sus padres, pues, aunque el padre de Minho pagaba la mayoría, aún así el precio era demasiado alto considerando que tenía un hermano en primaria.

Haerim tomó a Jeongin de la muñeca y lo hizo bajar las escaleras para luego adentrarlo a la cocina que estaba justo a un costado.

"Debería volver a mi antiguo instituto" -Susurró el chico.

Haerim pudo ver una lágrima caer por su mejilla. El chico mordió su labio para intentar reprimir sus emociones.

"Tus padres quieren que tengas un buen futuro. Lo estás haciendo bien. Pronto podrás graduarte y..." - Jeongin la interrumpió.

"¿Y qué sigue después? ¿Cómo pagaré la universidad?" -Jeongin la observó con sus ojos cristalizados.

"Yo lo haré. Hablaré con mi padre y te pagaré la universidad"

"No necesito que me tengas pena, Haerim" -Jeongin secó sus lágrimas con el puño de su chaqueta.

"No es pena... Sólo quiero ayudarte" -Haerim miró el piso.

BETRAYED (SKZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora