𝐊𝐚𝐳𝐮𝐭𝐨𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐧𝐞𝐦𝐢𝐲𝐚

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𝗣𝗮𝗿𝘁𝗲 1/2

29 𝖽𝖾 𝖬𝖺𝗒𝗈 1999.

El aire mecía lentamente el columpio dónde una pequeña se encontraba mirando como sus pies se movían mientras pensaba en los perritos de la calle ¿Cómo es que había gente que no tiene compasión de ellos y los tiraba en los bosques o calles? ¿Por qué su mamá ya no la dejo llevar más perritos a la casa? -inflo sus mejillas y hizo un puchero, estaba molesta ella quería ayudar a los perritos.
Un golpe en seco hizo que ella dejara sus pensamientos a un lado para mirar lo ocurrido, al alzar la mirada se encontró con niño de su edad sentado frente a un árbol con la cabeza inclinada en aquel tronco, indicando que el golpe había sido el ruido al sentarse pero se corrigió al ver cómo en la frente de este botaba un poco de sangre.

Al darse cuenta de esto bajo del columpio y se acercó a el, tocó levemente su hombro con su dedo índice, esto lo hacía para confirmar que siguiera vivo ya que ella no quería ver cómo un árbol mataba a alguien, claro que sí lo llegara a decir nadie lo creería y ella quedaría como una mentirosa.
Aquel pequeño volteo con el ceño fruncido para ver quién interrumpía su ataque de ira, con molesta golpeó la mano de esta, se levantó y camino a una banca cerca de ahí para después sentarse y cerrar sus ojos.

Ella solo arrugó su nariz, molesta lo siguió a la banca viendo cómo cerraba los ojos, pero no tardó en abrir uno de estos para observarla.

-¿Que tanto miras, fisgona?- abrió su otro ojo para retarla con la mirada mientras esperaba su respuesta o que se fuera de ahí, pero no hizo ninguna de estas acciones, solo le regreso la mirada retadora. -Oe, te estoy hablando ¿Que tanto me miras?-

-Al parecer eres tan idiota como para no darte cuenta que quería ayudarte - Cruzo sus manos acercando su cara a el - Solo quería saber si estabas bien- sus ojos se cerraron mientras sacaba la lengua.

-¡Hey! No soy ningún idiota ¿Que clase de niña viene a ayudarme cuando ni educada es conmigo?- la miro con desagrado- además ¿Por qué ocuparía tu ayuda?.

-¿Tal vez por qué casi dejas tus cejas en aquel tronco? Parece que tienes un código de barras en la frente- Dió un paso más, lamió su dedo pulgar para después pasarlo por la frente de este, para dejarlo con cara de asco.

-No sé si eso funcione pero de algo servirá, me comí una paleta de naranja y creo que esa fruta tiene muchas vitaminas así que no me lo agradezcas-

Un suspiro salió de aquel pequeño, ya no tenía ganas de discutir se sentía un poco cansado, muchas emociones en un solo día era demasiado para el.

Ella se sentó a un lado de el, alzó la cabeza para mirar el cielo, hoy era un día soleado pero por alguna razón se sentía triste.

-Soy Satō ___, ¿Cómo te llamas tú?- miro de reojo a su acompañante en cuál miraba al suelo mientras jugaba con sus dedos-

- ¿Por qué te tengo que decir mi nombre? -miro hacia ella con una muñeca de molestia.

-Por que lo quiero saber, solo tengo un amigo y quiero que seas mi segundo amigo, bueno aunque  Yoshio-Kun este molesto conmigo aún lo considero un amigo- Ahora ella miraba al suelo pateando un poco la tierra que alcanzaba a tocar-

Otro suspiro salió de aquel pequeño soltando su nombre con un poco de vergüenza, pues en su cabeza ahora inundaba la idea de tener una amiga, el también quería amigos.

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬- 𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝒓𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora