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23 Diciembre 2094.

La interrupción de la transmisión era noticia en todos los canales, así que a este punto era imposible que alguien no supiera sobre el tema, lo cual hacía a todos estar tensos y a la expectativa de lo que ocurriría.

Shadow.

Era un nombre desconocido para las persona "normales", pero para nosotros, quienes nos dedicábamos a matar gente por dinero, Shadow era sinónimo de Leyenda.

Él o ella, era un asesino invicto, llevaba más sangre es sus manos que cualquiera de nosotros, nadie lo había visto, pero él tenía su propio expediente con la policía, un expediente bastante amplio con todos sus asesinatos, pero información de él más allá de ello, era nula.

Ahora se preguntaran. Si nadie lo ha visto ¿Cómo saben de su existencia?

Fácil. Él o ella tenía su marca personal, a cada una de sus víctimas les cortaba la cara, una línea recta que comenzaba desde el ojo derecho, atravesaba la nariz y terminaba en la comisura izquierda de los labios, era un corte limpio y profundo, tanto que el hueso de la nariz también llegaba a estar roto, aquello era difícil, cortar un hueso de un solo corte, se requería de muchísima fuerza y aún así también se necesitaría de más de un intento y ni así el corte se vería tan limpio, solo Shadow podía hacerlo, ya que muchos habían intentado copiar su método, pero nadie lo igualaba, descifrar las muertes perpetradas por Shadow era fácil.

Shadow ni siquiera tenía un nombre, entre el círculo de sicarios se lo habíamos dado, ya que literalmente era una sombra sin rostro, sin forma, simplemente nadie lo había visto o por lo menos nadie había seguido con vida después de verlo.

Ahora había aparecido, ocupando el apodo que le habíamos dado y ofreciendo algo con lo que todos soñábamos, dinero. ¿Quién dijo que el dinero no trae la felicidad? Porque definitivamente lo hacía, si tuviera dinero suficiente podría comprar una casa mejor, los medicamentos para mi abuela, podría estudiar, cosa que era solo un privilegio de los ricos, estudiar era caro, un derecho únicamente de los adinerados. Mientras que los "pobres" debíamos trabajar para tener de que comer.

Así que a todos los que dicen que el dinero no trae la felicidad, dénmelo a mi y váyanse a ser felices.

Shadow estaba ofreciendo riqueza, algo que sin duda tenía a todos vueltos locos, por mi parte solo sentía curiosidad, pero hasta no saber bien de que se trataba, no pensaba hacerme ilusiones ni nada parecido.

Pero sin duda el caos ya estaba hecho.

Por la mañana me vi obligado a ir de compras, se acercaba navidad y debía comprar un regalo para mi abuela y también para la señora Sun Hee como cada año, ellas eran las únicas personas cercanas que tenía, si, yo Park Jimin de 25 años y asesino en secreto, solo tenia a dos ancianas de amigas. Lo cual era bueno, no necesitaba relacionarme con más personas, la empatia era mala cuando se tenía este trabajo, no necesitaba de nadie más.

Aunque mi salida fue corta, la tensión podía sentirse en las calles, todos expectantes a sus televisores esperando que la transmisión volviera a ser interrumpida, incluso la mujer de la tienda donde compre los regalos estaba distraída mirando su celular, seguramente esperando noticias sobre el tema, hasta me había dado cambio de más, cosa que por supuesto no me moleste en corregir, a la mierda, si están pensando que yo era alguien bueno, pues se equivocan, ¡Mato personas! No voy a ser una blanca paloma.

— Estás arrugando tu cara otra vez —dijo la voz que conocía perfectamente, mi abuela

— Estaba intentando parecerme a ti —me burle

Ella río, ambos teníamos este tipo de relación, entre bromas e incluso insultos, pero nos teníamos muchísimo cariño, ella me crió, la amaba y estaba muy agradecido por ello. Park Ji Yu, era mi abuela de parte paterna, estaba cerca de los 70 años, pero podría jurar que tenía más energía que yo.

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