Capitulo especial # Maratón 3

17.4K 1.4K 27
                                    

Briana

No puedo ser más feliz, mamá acaba de tener otro cachorro, ya somos un total de seis en casa, somos una familia humilde, en cuanto mamá este recuperada compaginare  mis estudios con un trabajo a media jornada.

- Es un varón, dice papá acercándonos al bebé.

Bueno, esperaba tener una hermana pero eso nose puede pedir. Ya son tres chicos y yo.

- Papá puedo ver a mamá? Pregunto feliz, mi mamá es como mi mejor amiga, soy tímida y no he conseguido hacer amigas además la mayoría no se acerca a mi, creo que me llaman " la chica pobre".

- El doctor está con ella, espera a que te dé permiso. Dice acercándose más a mis hermanos.

Quiero mucho a papá, pero se que para él soy solo un error, el siempre quiso varones. Y yo pues no lo soy...

Se escucha mucho revuelo en la habitación, algo pasa creo que mamá no está bien. Papá deja al nuevo bebé sobre mis brazos y cae de rodillas al suelo, apretandose el pecho de dolor.

- Lo siento hemos intentado todo lo posible, pero ella perdió demasiada sangre su cuerpo no lo pudo soportar...

**

El entierro de mamá ha sido muy bonito, tan solo han asistido unas pocas personas, la vuelta a casa la hemos echo en silencio. Solo se ha roto por el llanto del bebé.

- Briana, alimentalo. Es que no si quiera vales para eso, tu madre te ha consentido demasiado. Dice enojado.

Nunca antes me había hablado así, nose porque dice eso sí yo soy la que lo hago todo en casa. Mis hermanos simplemente no hacen nada.

Los meses transcurren lentos, he tenido que dejar el colegio y encargarme de la casa,e pedí a papá que me dejara asistir que una vecina me cuidaria al pequeño Paul pero el solo dijo una palabra NO.

Últimamente andamos un poco justos de dinero a mi padre le ha dado por beber, y entre eso y que no permite que mi hermano Sam trabaje a tiempo parcial. Pues os podéis imaginar.

El día que sugerí que Sam tenía quince años y que podría trabajar después del instituto me dio un tremendo bofetón. Su hijo tenía que ser alguien en la vida. Si algo tenía que trabajar esa era yo. Nunca más volvi a decir nada más sobre el asunto.

- Y la cena? Dice mi padre como siempre borracho.

- En un rato saco la sopa. Digo mientras me marcho a la cocina. Ni siquiera doy dos pasos y soy agarrada del pelo y tirada al suelo.

- Otra vez sopa!! Maldita estúpida. No sabes hacer nada.

,- Papá no hay nada más que pueda hacer no me das dinero para comprar. Digo llorando mientras una patada me lanza contra la pared.

Te echo tanto de menos mamá, desde que no estás nadie me quiere en esta casa.

Un mes después

- Briana recoje tus cosas, te vas. Dice mi padre muy serio.

- A dónde? Porqué me tengo que ir? Estoy confundida no entiendo nada.

- Me han pagado muy bien por ti, con ese dinero viviremos muy bien una larga temporada tus hermanos y yo!! Dice apremiandome para que me vaya ya.

Que le han pagado bien, como que le han pagado por mi, no entiendo nada, acaso me ha vendido? Mil preguntas más recorren mi mente.

- Cómo que me has vendido yo no soy de tu propiedad ni la de nadie, tengo trece años no puedes venderme lo que tienes que hacer es cuidar de mi. Digo enfadada.

La única respuesta que obtengo por su parte  es una bofetada, maldito ojalá y Pagés todo el daño que me estás haciendo. Digo para mí.

Me lleva hasta una gran casa, sale un hombre mayor o a mí me lo parece, le da un fajo de billetes y me deja allí, lágrimas recorren mis mejillas, no entiendo cómo mi propio padre me ha podido vender.

Si tan solo mamá estuviera aquí, pero eso no va a pasar mamá se fue y nunca más va a volver.

Me indican cuál es mi habitación, está en la planta baja, cerca de la cocina. Mi ventana da al patio de atrás, es muy pequeña apenas si dentro hay una cama y un perchero. Sospecho que esto antes debió de ser el cuarto de la limpieza o una pequeña despensa.

Los días pasan muy despacio, lo único que hago aquí son tareas del hogar, tengo derecho a una comida al día y tengo una hora para salir al jardín de atras.

Hecho tanto de menos, poder ir al parque, tomar un helado, leer un libro, echo de menos a mí pequeño bebé, solo espero que esté bien y ese monstruo no lo haya vendido también. Pero ahora que lo pienso el es un varón no como yo. Seguro que ellos estarán bien. Con ese pensamiento me quedo dormida cada noche.

**

Han pasado tres años, tres largos años desde que llegué aquí, no tengo ni una sola amiga, las chicas que trabajan aquí no suelen durar demasiado. Así que estoy sola.  Mi vida siempre será así, limpiar y limpiar soy una fregona humana. No sirvo para otra cosa. Todavía resuenan en mi mente las palabras de mi padre.

Ayer fue mi cumpleaños número dieciséis, pude conocer a mi loba, por una vez en mucho tiempo me sentí especial. Es blanca y es muy hermosa.

- Briana sube a mi dormitorio. Dice Walter, el es el que me compro, Además es el Alfa de la Manada.

Subo a su habitación, el cierra la puerta tras de mí. Está muy cerca y eso me incomoda. Nunca se ha acercado tanto a mí.

- Briana ya eres toda una mujer, ya tienes a tu loba, es hora de que me des placer. Llevo tres años esperando este momento.

No tengo tiempo de reaccionar, se abalanza sobre mi, me desgarra la ropa y me tira sobre la cama. Me toca, me besa, me defiendo como puedo pero el es más fuerte me golpea tan fuerte que caigo desmayada.

Me despierto al sentir una presión y mucho dolor en mi parte baja está tendido sobre mi, me duele y siento asco, lo único que me queda es llorar e imaginarme en un lugar bonito hasta que esto pase.

No sé cómo ha podido ocurrir pero tengo un pequeño cachorro creciendo dentro de mi, es extraño pero ya quiero tener a mi pequeño bebé.

Pensé que estaría contento al saberlo pero por el contrario se enfado y le dijo al doctor que me lo sacará. Luche con todas mis fuerzas pero al final, ellos me lo quitaron, ellos lo mataron. Ese día sentí que se rompía algo dentro de mi. Desde ese día me obliga a tomar una pastilla diaria. Solo dejo de tomarla durante una semana.

Quiero morir, mi vida ya no me importa estoy con él en una reunión, a todos les hace saber que soy su prometida.

Pero en realidad no lo soy, simplemente soy su putita esa a la que el compró por un puñado de billetes. Me lo recuerda todos los días y así será el resto de mi vida.

Estoy en el jardín el está reunido, es la primera vez en años que me deja sola. Esta es la oportunidad de acabar con mi vida, cogí un cuchillo en el desayuno. Ahora sí lo saco y lo pongo sobre mi muñeca.

Cuando estoy apunto de cortar, un aroma me embriaga, el cuchillos cae al suelo huele a fresas silvestres. No puede ser ese aroma, a mi mente llega el recuerdo.

Flashback

- Mamá como sabes quién es tu compañero?

- Fácil, Briana lo distinguiras por el olor, no será un olor normal, será lo que más te gusta en el mundo y el sentirá lo mismo que tú.

- Solo espero que si el aparece huela a fresas silvestres. Digo y comienzo a reir.

- Yo espero que sea bueno y te haga feliz. Dice mamá dándome un fuerte abrazo.

Fin del flashback.

Está parado delante de mi, es guapo y bien formado. Pero en cambio su mirada es tan triste. Que pena que no pueda estar con él, quizás habría sido feliz. En otra vida!! Digo para mi. En esta no soy libre.

Alfa Uzziel "Terminada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora