Cerca de las siete y cuarto JungKook finalmente había llegado al departamento, un poco tarde a su parecer debido al tráfico de esas horas y las vueltas que su chófer había hecho.
Cuando salió del auto el viento parecía ser amable con él pero su corbata comenzaba a molestarlo y su saco era más caliente de lo habitual, esperó el ascensor y al minuto de espera subió después de una familia, pero antes de que las puertas metálicas se cerrarán por completo, una mujer de mediana edad y cabello rizado entró de la manera más calmada posible, dándose su tiempo.
JungKook no le estaba tomando importancia, ni atención, muy ocupado en quitarse la corbata que se había vuelto un nudo por la maniobras que estaba haciendo. El sentirse nervioso tampoco lo ayudaba con su labor, desde que la idea se planteó en su cabeza no dejaba de darle incontables vueltas, recordando su época de estudiante y todo lo que le enseñaron en algún momento en dichosa materia, buscando una explicación que respondiera su enredo.
ㅡÚltimamente las cosas se han estado complicando ¿no crees?
El rubio alzó su vista al escuchar la voz de la mujer dirigirse a él, JungKook solo asintió dándole la razón. Le había hablado con tanta confianza y con un tono cariñoso que no dudó en regalarle una sonrisa.
ㅡYa lo creo y las soluciones parece que nunca quieren llegar.
ㅡMi padre solía decir que el mundo chocaba entre otros para encontrar las soluciones que el ser humano es incapaz de encontrar.
La mujer notó la gran interrogante reflejada en los ojos del rubio por lo que continuó hablando.
ㅡNo busques demasiada ciencia en tus más profundos deseos porque terminará asfixiándote como tu corbata.
Las puertas metálicas se abrieron en el segundo piso, donde la castaña bajó sin decir más y mediante la pequeña franja que las puertas dejaron antes de cerrar por completo, JungKook apreció la manera en que desaparecía en un abrir y cerrar de ojos.
Su mandíbula casi tocó el suelo y sus ojos se expandieron con un brillo fascinante por lo que recientemente presenció, era increíble.
Las puertas nuevamente se abrieron y salió del ascensor caminando con pasos confusos, aún con su mente divagando en distintos lugares, las sagas de Marvel haciendo algunos cameos en sus memorias que lo dejaban aún más confundido.
ㅡ¿Qué se supone que tengo que hacer?
Estaba por abrir la puerta con ayuda de sus llaves, pero en su lugar fue recibido por una desordenada cabellera negra y dos ojos brillantes que fruncieron sus cejas al verlo.
ㅡLlegaste tarde JungKook ¿sucedió algo?ㅡ la voz del moreno llegó hasta él como un regaño, pero uno cariñoso.
El rubio detuvo todas sus acciones y ladeo el rostro por sus palabras ¿era posible que Kim Taehyung estuviera preocupado por él?
ㅡ¿Estabas preocupado por mí, Taehyung?
ㅡ¡Lo estaba! Las calles de la ciudad a estas horas suelen estar atascadas con accidentes recurrentes, además, no le enviaste ningún mensaje a la señora Yeo, a ambos nos preocupaste.
ㅡSr. Jeon, lo que dice es cierto, recién llamé a recepción para preguntar y cuando dijeron que tomó el ascensor el Sr. Kim estaba por ir a encontrarlo.
El corazón de JungKook dio un enorme vuelco al escuchar a la anciana, sus orbes negros clavándose por unos segundos en el avergonzado rostro de Taehyung por verse delatado. Describir la felicidad que inundó su ser sería imposible, porque por mucho tiempo esperó que su novio abriera la puerta o de sorpresa cayera en el ascensor para recrear una escena cliché, de esas que amaba pero nunca sucedió.
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Youniverse || kooktae
Science FictionLa noche del primero de septiembre, Kim Taehyung regresaría de su agitador trabajo, saludando comúnmente a su vecino del frente, alimentando a su cachorro para irse a dormir, tapándose con su sabana favorita y pedir que el siguiente día fuera mejor...