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[Dos meses después]

Jimin está en el apartamento de Taehyung, ambos acostados en el suelo de la sala luego de beber una botella de champaña. Después de largas jornadas de trabajo, un viernes por la noche en compañía del otro era lo que necesitaban.

Finalmente las cosas estaban yendo bien para Taehyung y Jimin extrañaba a su mejor amigo, así que no lo pensó dos veces cuando el rubio lo invitó a quedarse.

—… Es tan gentil, Tae. ¿Puedes creer que siempre estuvo ahí y no lo noté? Sueno ridículo, pero es así —Jimin ríe, suspirando— Siempre me cuida, siempre está al tanto, se preocupa por mí. Cuando me besó la primera vez… No sabía que necesitaba tanto el tacto de alguien, ¿sabes? Es como que… Por fin siento que me regresan todo lo bueno que siempre doy. Y verlo ahí… Su sonrisa, sus ojos, también su forma de pensar y ver el mundo…

Taehyung se pierde en las palabras de Jimin, sin haber escuchado el nombre de la persona de quien habla. Su amigo suena entusiasmado e ilusionado, feliz. Y sus palabras pronto encajan con sus sentimientos hacia Jungkook.

Cuando está con él, siente que le están dando todo lo bueno que siempre mereció. Esa tranquilidad y aprecio que la otra persona transmite en su mirar y sonreír. A Taehyung le alegra que ahora ambos sean capaces de sentirse así gracias a alguien más.

El único detalle es que…

— ¿Jungkook? —pregunta Kim de pronto. Jimin frunce el ceño.

— ¿Qué?

— ¿Estás hablando de Jungkook? 

— ¿Hablando de-? —Jimin balbucea— ¡Taehyung, ¿al menos estás escuchando una mierda de lo que te estoy diciendo?!

— ¡Es que no escuché de quién me estás hablando!

— ¡Namjoon hyung, imbécil! —el pelinegro lo golpea con un cojín, y Taehyung suelta el aire que no sabía que estaba conteniendo.

Si a su mejor amigo y a él les llegaba a gustar la misma persona, estaban perdidos. No volverían a separarse por la misma idiotez de primero de secundaria porque sus lazos son más fuertes ahora, pero de igual forma un peso baja del pecho del menor.

—Jungkook también es una gran persona, pero a veces me saca de quicio y créeme que es suficiente vivir con él —Park sacude la cabeza, haciendo una expresión de disgusto—. Ronca demasiado y se come todo lo que hay en la nevera, no gracias.

Taehyung carcajea. Él lo sabe, pero decide quedarse callado. Algún día su amigo sabrá lo mucho que le gusta ese castañito, sólo... Quiere esperar a estar totalmente seguro de sus sentimientos.

Para Taehyung, contarle a Jimin sobre una persona que ha estado viendo es sentar cabeza. Aun si Jungkook y él se han estado viendo, nada entre ellos se ha formalizado, tal como sus sentimientos. Sólo esperaría el momento adecuado.

— ¿Dijiste que es gentil? —frunce el ceño. Jimin asiente y por fin su mente cae en el inicio de la conversación— ¡¿Tuvieron sexo?!

—Eso, que toda Corea sepa que me follaron el culo, anda.

El menor risotea al verlo sonrojarse, subiendo y bajando las cejas. Cuando ya lo ha golpeado lo suficiente, Jimin finge un llanto, tirándose de vuelta a su lado. Taehyung recibe su meloso abrazo.

Park pasa su brazo por su torso y las piernas por encima de las suyas como usualmente hace, reposando la cabeza sobre su pecho.

—Me encanta, Taetae. Es precioso —Jimin hace puchero, sonando como un adolescente, el menor sonríe—. ¿Sabes lo que dirían mis padres si llego a casa con ese hombre?

stress reliever ; taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora