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—... Decían que eres menos hombre por disfrutan que te la metan.

Taehyung frunce el ceño a lo dicho por el castañito.

—No eres menos hombre por disfrutar y querer sentirte bien. ¿Quién te hizo creer tal idiotez?

— ¡Exacto! Es lo que estoy diciendo. En la secundaria todos tienen esa mentalidad, hyung.

Taehyung bufa.

—Me alegra que no nos hayamos dejado llevar por ese tipo de comentarios. Estoy consciente de que siempre intentaron agredirnos ya sea física o verbalmente. Espero que a la fecha de hoy se hayan conseguido oficio.

—Igualmente. Pero nunca se me ocurrió algo así, hyung —ríe Jungkook—. No me digas que quieres hacerlo.

— ¿Sexo en el baño del instituto? —el menor asiente y Taehyung sonríe, negando con la cabeza— Me gusta la adrenalina del momento, pero ya estamos grandes para la gracia. Me descubrieron una vez y no tienes la menor idea de todo lo que tuve que rogar para que no llamaran a mis padres. Hice servicio comunitario con el otro imbécil por 3 semanas. Créeme, no vale la pena.

Jungkook carcajea.

—Realmente creo que te subestimé —dice el castañito, el mayor frunce levemente el ceño—. Nunca pensé que tuvieses más experiencias sexuales que yo, siempre te vi como alguien a quien no se le cruzaban cosas así por la mente. Y no te juzgo, es genial que puedas sentirte seguro y cómodo contigo mismo, sólo que me siento estúpido por haber asumido algo tan absurdo. Admiro que tengas el suficiente control para saber llevar tu vida sexual, saber lo que quieres, saber lo que te gusta y no tener miedo de dárselo a conocer a la otra persona. Y lo digo porque a pesar de que lo haces ver fácil, sé que no es así.

El rubio lo observa por un buen momento. La habitación se ilumina con el sol de la mañana y ahora puede distinguirlo mejor que hace unas horas en la oscuridad. Deben ser las seis o siete, no han pegado un ojo, todo lo contrario. Han estado haciéndolo toda la noche, abrazándose por ratos entre conversaciones amenas para entonces volver a la acción.

Y no es Jungkook quien precisamente recibe en todo ese tiempo. Ya no hay alcohol en sus sistemas e incluso se olvidaron de la botella; a Taehyung le agrada tener la oportunidad de tanto dar como recibir. Sexual y emocionalmente.

Piensa en lo erróneo que está comparar sus relaciones pasadas con sus momentos con Jungkook, pero a veces se le hace imposible. El menor es absolutamente más de lo que alguna vez alguien le ha ofrecido, tan atento y desinteresado…

Se acerca a él cautelosamente, rozando sus narices y labios, cuidando siempre de verlo a los ojos. A Jungkook le gusta ese diminuto gesto.

— ¿Por qué eres tan lindo, Kook? —susurra, tirando la vista de arriba a abajo. Jungkook rueda los ojos, girando la cara.

— ¿Qué te dije sobre tratarme como un niño estúpido?

—No te trato como un niño estúpido, Jungkook; aprecio tu sinceridad —aún desde una mínima distancia, Taehyung lo mira a los ojos sin parpadear, obligándolo a regresarle la mirada—. Hay personas que no lo han sido, no estoy acostumbrado a confiar. Lo siento si no sé expresarme correctamente, pero no confundas lo genuino con lo ingenuo. Eres genuinamente sincero y para nada ingenuo. Es lo que me gusta de ti.

El menor suspira, apartando con sus dedos mechones rubios de la frente contraria para mirarlo mejor. Taehyung sonríe, acariciando su mentón con los dedos y besándolo ahí luego.

—No miento cuando digo que te quiero, Taehyung-ssi —murmura, viendo a su hyung elevar sus comisuras y pestañear suavemente—. No sé en qué momento pasó, tampoco estoy interesado en saberlo, por más tonto que suene. Me gustas, y aún si no sé a qué lleva todo esto, sólo quiero hacer las cosas bien, sin pensar en por qué o cómo terminé aquí.

stress reliever ; taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora