Capítulo 13

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Remus Lupin y Sirius Black admitieron haber sido capturados antes del final de la guerra. Ambos estuvieron presentes en la toma de posesión del Ministerio. Sobre el tiempo que pasaron en la Casa de los Antiguos antes de su conversión, Lupin ha sido muy reservado. Black es un poco más abierto y ha dicho que fue "traumático" para su amigo licántropo. Los que conocen los métodos de Harry Riddle-Snape para "convencer" a los hombres lobo saben a qué me refiero.

5 de Marzo

Bellatrix Lestrange hacía girar alegremente su varita entre los dedos, mirando fijamente a la forma tendida de su primo Sirius Black. A su izquierda, Rabastan apuntaba con su varita a Remus Lupin, que había opuesto una sorprendente resistencia, teniendo en cuenta su habitual carácter manso. Finalmente había caído debido a un poderoso golpe en el costado de la cabeza de un Fenrir ya relajado. El hombre lobo sonrió, con los caninos brillando en la noche. -¿Necesitas mi ayuda para llevar a estos dos intactos?-.

-¡No! Gracias por el ofrecimiento. Vete, lobo-, se burló Bella.

Fenrir puso los ojos en blanco, pero no obstante echó a correr, desapareciendo entre los árboles. Bellatrix ató fuertemente los brazos de sus primos frente a él y los unió a un lazo alrededor de su cintura antes de hacer lo mismo con Lupin, asegurándose de bordear la cuerda del hombre lobo en un alambre mitad plata mitad hierro. Si luchaba contra él, el alambre le causaría el suficiente dolor como para que se detuviera sin dañarlo por el contacto duradero. Uno de los inventos de Harry, ¡el chico listo!.

Mirando a Rabastan apuntó con su varita a Sirius y dijo: -Enervar-, escuchando a su cuñado decir lo mismo. Los ojos de Sirius revolotearon momentáneamente antes de que gimiera débilmente e intentara frotarse el dolor de cabeza. Cuando se topó con las ataduras, sus ojos se abrieron de par en par y gruñó, intentando ponerse en pie.

Bella resopló y lo empujó hacia abajo con una mano, diciendo ácidamente: -Siéntate, perro. Yo no intentaría usar tu forma de animago. Supongo que sabes lo que hace el maleficio Anti-Animagus, ¿verdad?-.

Sirius tragó saliva y la miró tontamente por un momento. Eso duró hasta que escuchó el suave grito de dolor de Lupin. Los ojos grises giraron hacia su amigo y dijo preocupado: -¿Estás bien, Remy?-.

-Sí-, susurró Remus en voz baja, con la voz ligeramente ronca. -Hay algo de esencia de plata en esta cuerda en alguna parte-.

-Es mitad plata, mitad hierro. La cuerda fue diseñada por uno de los nuestros, es inteligente, ¿no?- Rabastan sonrió.

-¿Por qué te has molestado en atarnos si sólo piensas matarnos?- espetó Sirius.

Bella se rió brevemente. -Primo, a pesar de lo que puedas pensar lo último que quiero hacer es matar al último heredero legítimo de la familia Black. Además, va en contra de nuestras órdenes. Debemos llevarte con nosotros, no matarte-.

Ella lo puso de pie y le dijo: -Todavía puedes caminar, así que camina hacia allá-, indicó los árboles con su varita.

-¿Por qué nos quieres vivos?- murmuró Remus.

-Porque alguien de nuestras filas pidió que se les perdonara la vida-.

-¿A quién conoceríamos en las filas del Señor Tenebroso además de a Snivellus?- Preguntó Sirius a Remus. Bellatrix le dio un golpe en la nuca por el comentario.

-Se llama Severus, acostúmbrate-, espetó.

Otros cincuenta pasos los llevaron al claro. Sirius se quedó helado. -¿Qué es este lugar?-

-La Casa de los Antiguos, construida por Salazar Slytherin antes de que Hogwarts fuera más que una idea en la mente de los fundadores-, respondió Rabastan.

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