5 pequeñas que un efecto cambió su vida convirtiendo que los apodos de "princesita de papá sean apodos de criminales.
"fugitiva"
"ladrona"
"impostora"
"secuestradora"
"..."
Apodos cariñoso muy raros para otros pero para ellos...era simplemente el er...
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Y aquí iba, mi mamá me levantó temprano para acompañarla al aeropuerto... ¿Motivos? Al parecer se le olvidó unos documentos importantes para una auditoria de su empresa "Virú"
-ya llegamos amor, bajate con cuidado- estacionó el auto y nos bajamos, agarró mi mano y me llevó adentro del aeropuerto.
Ahí había un montón de gente y puestos de comida, tiendas entre otra cosas. La gente pasaba, venía y se notaban momentos románticos en donde se besaban dos personas o lloraban por una despedida.
-tienes hambre? - -si, no me llené con esas tostadas... Podemos comer un triple con un jugo..? Por favor- me arregle el vestido que llevaba mientras veía a mi mamá, suplicando le.
-esta bien, pero primero voy a recoger esos documentos, quedate sentada aquí y si pasa algo grita por Callao-
Esta bien que quieran protegerme pero tampoco quería que el pobre delincuente saliera del lugar por cosillas rotas o clavículas sercendas. -está bien- me senté en el lugar indicado y mi mamá fue por los documentos, mientras tanto tarareaba una canción o jugaba con mis manos, estaba tranquila hasta que vi que un niño caminaba de un lado a otro buscando algo...o alguien.
-oye...ehmm...estas perdido? - mencione con miedo.
-no...o sea, solo estoy esperando mi avión- menciono con incomodidad, evitando verme.
-ouh....yo también estoy esperando ¿quieres sentarte? - palmee el lugar libre, esperando algún gesto de gratitud, pero solo recibí una cara extraña.
-no te han dicho que es peligroso hablar con extraños? - -tu también me estas hablando y también soy una extraña, entre extraños nos podemos hablar- esboce una ligera sonrisa podiendo divisar sus ojos por primera vez, eran como dos diamantes incrustados, con ligeras tonalidades azules, era una mezcla perfecta que hacía su cabello y sus ojos.
