III
Deja ir la culpa
La primera persona que Kimura Yuta salvó alguna vez fue su hermana menor cuando tenía ocho años.
Sus padres los habían llevado al parque cercano a su hogar para que jugaran con otros niños del vecindario y su padre había descuidado por un par de minutos a Kimi, quien entonces tenía seis años, para ayudarle a su madre a acomodar mejor entre sus brazos a Nara, de entonces tres meses de edad. Cuando volvió la atención a ella, la vio caer de la parte más alta de un juego después de que un niño la empujara para que se hiciera a un lado y le dejara pasar.
Yuta fue más rápido que todas las personas presentes en el lugar, activando su quirk para detener la caída y dejándola sana y salva sobre sus pies, oyendo a todos los que le vieron actuar llamándolo héroe entre aplausos.
Ni sus padres ni sus hermanas se sorprendieron cuando años después de esa tarde, en la época de inicio de su último año en la secundaria, decidió que quería convertirse en un verdadero héroe y salvar personas más allá de su hermana, apoyándolo en su plan de aplicar a la prestigiosa Academia U.A. porque confiaban plenamente en él y sabían que lo iba a lograr. (Fue una verdadera sorpresa escucharlo de Kimi, con quien discutía todo el tiempo porque sus personalidades chocaban y ninguno de los dos se quedaba callado nunca).
La primera persona que salvó cuando se convirtió en un héroe profesional hace cinco años fue un padre que paseaba con su hija por la ciudad cuando un ataque de villanos comenzó, evitando que los escombros que caían del cielo lo aplastaran hasta la muerte frente a su hija, una pequeña rubia de ojos dorados bien abiertos que lo observaba con impresión. Yuta probablemente nunca olvidaría esa imagen.
Si bien no es un héroe realmente famoso ni muy conocido, eso está bien por él, porque el motivo que lo impulsa cada día a ser un héroe no es la fama o el dinero, sino la idea de que todas las personas que depositan su confianza en él puedan regresar a salvo a casa cada día y reunirse con las personas que aman como él busca regresar a casa con su familia cuando está teniendo tiempos difíciles.
Y hablando de personas a las que ama, está llegando bastante tarde a una cena familiar organizada por su madre para celebrar que Nara aprobó el examen de ingreso a la U.A. y la familia entera está no menos que orgullosa de ella.
Cuando eran más jóvenes y tenían menos responsabilidades, a menudo solía regañar a Kimi por siempre ser la última en llegar a las reuniones familiares, así que no le resulta sorprendente que ella comience a burlarse de él a través de mensajes de texto debido a su retraso.
Suelta un suspiro una vez que el taxi que tomó desde la estación de trenes se adentra al vecindario en el que creció una vez que el reloj en su celular marca que va cuarenta y dos minutos tarde, deteniéndose frente a la casa de su familia. Le paga el al conductor y luego baja, caminando a la entrada. Las luces están encendidas y la puerta abierta, el aroma de la comida haciendo rugir su estómago al instante en el que entra a la casa donde solía vivir hasta hace unos años, hambriento.
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heroes | vol. I | my hero academia
FanfictionEn dónde un montón de adolescentes quieren convertirse en héroes. | MY HERO ACADEMIA ANIME AND MANGA