Finalmente regresó de sus compras, agotado y después de haber pasado algunas humillaciones junto con sus bebés.
Fue empujado por chicos de su edad y mayores, que también pellizcaron a propósito los bracitos de sus niños.
Estaba bastante molesto con eso.Volvió a dar un baño a Ryū y Atsushi para desinfectar sus heridas y ponerles una vendita curativa.
Tenía a ambos niños con sus suaves y abrigadoras pijamas puestas listos para dormir. Cada día que pasaba se esforzaba más para ser mejor madre que antes, pues su mentalidad le decía que a él le costó mucho tener a ese par de niños y debía cuidarlos y protegerlos de cualquiera que quisiera dañarlos, incluso de Dazai.
— Venga, enanos. Yo siempre estaré con ustedes. El idiota de su padre no vale nada y no importa en su vida.
Se acomodaba en su cama para darles de comer pero... ¿Cómo amamantar a dos niños cuando no era una mujer? Chūya sabía de qué manera lograrlo, pero tenía a su par de mellizos muy contentos y satisfechos.
Atsushi se desprendía un poco de su pequeño pezón, para balbucearle inaudibles palabras. Parecía feliz, y eso hacía sonreír al mafioso.
— Sí, mi amor. Lo sé. Sigue comiendo, que mami se va a dormir pronto.
Atsushi siguió con lo suyo muy feliz, cuando Chūya sintió que Ryūnosuke se separó de él, volteó a verlo, y el niño tenía sus ojitos llenos de lágrimas y hacía gestos de que iba a llorar más.
— ¿Ryū? ¿Qué sucede, cariño? ¿Te duele algo?
Se levantó, recostando también a Atsushi sobre la cama para revisar a Ryū. Su pañal estaba sucio y húmedo, es posible y evidente que le estuviera incomodando.
Chūya lo cambió de nuevo, dejándolo limpio y seco a un ahora sonriente y platicar entre balbuceos Ryūnosuke.
— ¡Listo!
Fue en ese momento en el que Dazai entró a la habitación de Chūya, que tenía en el edificio de la Port Mafia.
Aplaudía con burla y con una sonrisa de satisfacción.
— ¡Bravo, Chūya, eso es! ¡Lo estás haciendo bien! "Mami Chūya", será un buen apodo cuando Mori-san nos ingrese al colegio, ¿no crees? Todos sabrán que Chūya anduvo de caliente a los quince.
Se acercó a los niños, y tocó sus cabellos para molestar más al pelirrojo.
— ¡¡¡ESTOY ARREPENTIDO DE HABERLO HECHO CONTIGO, DAZAI!!! ¡¡PERO CON MIS HIJOS NO TE METAS, TE QUIERO LEJOS DE ELLOS!!
Gritó molesto y un poco asustado. El castaño se aproximó a él, sonriente, y empujó a Chūya hasta tirarlo al suelo, besándolo con brusquedad y a la fuerza.
— ¡O-OYE, NO TE LO PERMITO!
— Sé que quieres, Chūya, y que ya no puedes estar sin mí. Vamos, un tercer bebé que Chūya pueda criar no hará daño, ¿O sí? Después de todo, a Chūya le gusta ser mami.
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EL PRODUCTO DE NUESTRA OBSESIÓN
Fanfic[SOUKOKU] [MPREG] Desde los quince años, Dazai y Chūya han perdido la virginidad, estando obsesionados con tener sexo con el otro. Era una obsesión que ni Mori, Kouyou ni ningún otro miembro de la Port Mafia podía evitar. Un Año más tarde, llega e...