Capitulo 15

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Sábado por la mañana, un día después del festival deportivo.

Las emociones eran diversas para ambos, los dos perdimos pero, nunca seríamos de las personas que se rinden.

-Shinso- dije adormilada- Saca tus manos de mi blusa, estás helado.-

-Mmm... solo estoy tocando tu espalda- dijo con un tono raro debido a que su mejilla estaba posada en mi cabeza.

-Pero estás frío- hice un puchero.

-Y tu espalda muy caliente, las calentaré con ella- dijo posando de lleno sus manos en ella, haciéndome sentir la electricidad correr por toda mi columna debido al frío. Shinso era una persona particularmente fría, literalmente. Me intente zafar de su agarre para dejar de sentir ese tormentoso frío pero, lo único que logré fue que ahora esas manos estuvieran en mi abdomen.

-Ahh... estás muy frío, Hitoshi- me queje removiéndome en mi lugar.

-Bien- dijo soltándome y volteándose dándome la espalda. Al principio no me afectó mucho pues pensé que volvería a abrazarme pero, pasaron más de cinco minutos y él no lo hizo, podría jurar que estaba dormido puesto que eran como las cinco de la mañana en ese momento. Me acerqué a su rostro y pareciera que estaba dormido, me puse frente a él y me escondí en su pecho a lo que él volvió a voltearse, así cuatro veces más. Decidí que era suficiente así que hice que se pusiera boca arriba y me senté sobre él poniendo mis piernas a un lado de sus caderas.

-Dame atención- exigí.

-No- sentenció- Tú querías que me quitara y lo hice, ahora bájate de ahí o te tiraré yo.-

-Nunca dije que te quitarás, sólo dije que sacarás tus manos frías de mi blusa- hice un puchero simulando llorar.

-Ajá- Shinso podía ser muy frío, tanto por dentro como por fuera.

-Bien, no me des atención. Iré a mi habitación- concluí y salí de su habitación a la mía, me recosté y abracé mi almohada hasta que escuché la puerta abrirse y en menos de un segundo tenía a Shinso sobre mi inmovililizandome.

-Te voy a castigar- sentenció.

-¿C-como dices?-

-Lo que escuchaste- se acercó a mi rostro y comenzó a besarme bruscamente, sentía cómo se abría paso en mi boca para darle cavidad a su lengua y comenzar a explora cada milímetro de ella, luego sus manos frías comenzaron a recorrer mi torso sin piedad alguna.

-Mmh... Shinso- dije cuando me dejó tomar un poco de aire.

-Eres terriblemente insistente- dijo recorriendo ahora con cuidado mi torso por debajo de mi blusa- Sabes exactamente cómo obtener lo que quieres sin si quiera saber si lo quieres en verdad, querías atención, ¿no es así? Te daré toda la que necesites, niña malcriada.-

-P-Pero... -trague saliva- solo quería abrazos- susurre; el señor Aizawa estaba en casa, no podía arriesgarme a otra situación cómo la de la vez pasada.

-Por eso me caes mal- dijo quitándose de encima- Siempre tienes lo que quieres- ahora era yo la que estaba encima de él pero, sobre su pecho abrazándolo con fuerza y dejando besos en sus mejillas.

-¿Sabes que te amo?- dije dándole otro beso, él ahora tenía sus manos en mi espalda viajando de arriba abajo rozando con mis glúteos.- No es que no me guste estar contigo pero, tu padre está en casa y yo aún no sé si estoy lista, aunque parece que tú si, calenturiento.-

-Yo nunca te obligaré a nada, así este más caliente que el sol en verano, así estemos a medio camino, si me dices que me detenga lo haré; como ya te dije, tú siempre tienes lo que quieres.-

Lo haremos juntos 🐈 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora