Capitulo 14

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La premiación fue todo un espectáculo gracias a Bakugo quien se negaba a que le pusieran la medalla, dijo que su combate no fue merecedor de un primer lugar ya que Todoroki no peleó con todo su poder.

Más tarde ya estábamos saliendo de la U.A, toda la clase salimos a comer helado, menos Todoroki, él se fue primero sin decir nada, estaba preocupada por él pero, no podía ayudarlo si él no me dejaba hacerlo; también lleve a Shinso conmigo porque después iríamos a su casa, quería ayudar al señor Aizawa a cambiar sus vendajes y hacerle la comida.

La heladería era linda, había muchos tipos de helados y estaba bastante fresco adentro; todos ordenamos nuestros helados y nos sentamos en unas mesas del lugar.

-(T/N)-Chan, ¿cómo te encuentras?- preguntó Tsuyu, ella solía ser bastante atenta con todos, me agradaba mucho.

-Bien, aún tengo algunas cosas que mejorar y también en que pensar pero, estoy agradecida por mi pequeña familia y por mis amigos- le sonreí, aunque la gran mayoría de las cosas no salieran como yo quería, estaba feliz con lo que tenía, con los cuidados de Shinso y el señor Aizawa, con el amor de Shinso, con los momentos divertidos con los chicos, por todas las cosas buenas que habían pasado, aunque aveces no podía evitar preguntarme cómo sería si mi familia nunca se hubiera ido.

Nos despedimos de todos y caminamos a casa, pasamos al supermercado para comprar cosas para la cena y más helado para tener en casa.

Al llegar el señor Aizawa ya estaba ahí, se estaba duchando, yo fui a la cocina para comenzar a preparar todo mientras Shinso se duchaba.

Unos minutos más tarde el señor Aizawa había salido y yo estaba terminando de cocinar, dejé la estufa en fuego bajo y corrí a la sala para ayudarlo a ponerse el vendaje nuevo.

-Puedo hacerlo solo...- gruño.

-Yo lo ayudó- le dije quitándole las vendas de las manos y vendándole el brazo, después  pase a ponerle un parche en la cicatriz debajo del ojo; era bastante profunda.

-Estaré bien, solo es una cicatriz- me miro con cierta ternura, me tenía preocupada; él nunca decía cómo se sentía, al igual que Shinso, siempre tenía que adivinar que era lo que necesitaban.

-La cena está casi lista, solo le falta un poco al estofado- le dije parándome- Me ducharé, ¿podría vigilar la cocina?-

-Está bien- salí a mi habitación y tomé mi ropa para después ducharme, el agua estaba fresca y la sensación en la piel era maravillosa para mis músculos cansados. Estaba saliendo con mi toalla envuelta en mi cuerpo cuando mire a Shinso revolver la ropa en mi closet.

-¿Necesitas algo?- pregunté.

-Donde tienes mis camisetas, te quedaste con la de Green Day y quiero usarla- dijo mientras seguía revolviendo mi closet.

-En el primer cajón de la fila derecha- dije tomando mi ropa.

-Te quedas con todas mis camisetas- se quejó.

-No, solo con las que me gustan, la de Green Day es mi favorita pero, te la presto solo por hoy- me burle- Anda sal, voy a cambiarme, la cena esta lista.-

-Está bien, baja tú también a cenar- se acercó y me dio un beso corto en los labios.

Un rato después, ya habíamos cenado, estábamos en la sala, yo estaba leyendo mientras que el señor Aizawa y Shinso estaban mirando la televisión.

-Chicos- comenzó el señor Aizawa- Lo hicieron bien hoy- Shinso y yo nos miramos y casi pude ver una pequeña lágrima en los ojos de Shinso; él se había esforzado mucho para el festival y perdió en su primer pelea, no me imaginaba cómo se sentía pero, él no me decía nada.

-Está vez duerme en tu habitación, así podrás descansar- dijo cuando estábamos por irnos a dormir.

-No me molesta dormir contigo, pero está bien- me acerque y le di un pequeño beso en la mejilla- Te amo.-

-Yo también, mi niña- dijo para después irse a su habitación.

Me levante por la madrugada, había tenido una pesadilla, sin pensarlo dos veces me giré para abrazar a Shinso pero, él no estaba ahí; salí de mi habitación y corrí a la suya, me metí entre sus sábanas y me abracé a su espalda. La sensación de protección que el me brindaba era mágica, no podía imaginarme estar sin él en ningún punto de mi vida pero, todo lo bueno que estaba pensando se esfumó cuando sentí en su espalda el respingo de un sollozo, luego otro y otro más. Para mi mente era increíble, aunque esa era la realidad; Shinso Hitoshi estaba llorando. Me puse frente a él para ver su rostro y él simplemente lo ocultaba.

-Amor, está bien, ven aquí...-

-No, se supone que yo debo protegerte, yo debo ser fuerte por ti y para ti... pero no pude ni ganar la primera pelea...- estaba frustrado, ese tipo de frustración que te hace pensar que todo tu futuro está arruinado, para él era una derrota más, lo sabía sin que me lo dijera.

-Lo haremos juntos, ¿recuerdas? Eso significa que cuando tu me necesites yo estaré ahí, así como tú has estado para mi incluso cuando te venías abajo, ¿está bien? Ahora ven aquí y déjame consolar a mi novio- dije abriendo mis brazos a lo que él se escondió pronto en mi pecho y me apretó contra él para seguir llorando en silencio.

Unos minutos después, Shinso se había quedado dormido y solo suspiraba contra mi pecho mientras yo le limpiaba los restos de lágrimas que tenía en el rostro, se me hacía curioso como habíamos intercambiado papeles, no era algo que me gustara.

Pronto sentí sus manos aferrarse a mi cadera para luego comenzar a subir y así yo quedar contra su pecho, era la posición acostumbrada así que no me sorprendió que lo hiciera dormido, lo abracé y escondí mi rostro entre el hueco en su cuello y su hombro para después subir mi pierna a la suya y quedar profundamente dormida.

Lo haremos juntos 🐈 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora