Prefacio

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En la vida de Alaia, aparentemente todo iba bien.

Pero, cuando todo al fin es perfecto, algo llega para cambiarlo

Nos reprochamos tanto no haber disfrutado más los momentos hermosos, pero solo lo hacemos cuando ya no podemos repetirlos.

No notó que una sonrisa, unos ojos tan negros como la noche y un tacto cálido, la llevaría de vuelta a la oscuridad que la envolvía desde el comienzo.

Aprendió algo, y lo aprendió de la peor manera.

No todos son finales felices

No todos son finales felicesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora