Donde todo empezó

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Narra Criss

Escuchar a Asa decir todas esas palabras fue como una punsada en el corazón,no estaba molesto con ella,jamás podría estarlo.

En el fondo siempre he sabido que le encanta jugar sus juegos y observar el comportamiento de las personas normales como yo,porque aunque ella lo niegue siempre,quiere sentir emociones como los demás,y eso me duele demasiado.

Me duele ver que cada día de su vida trata de buscar algo que no va encontrar jamás o al menos será muy difícil que lo encuentre,y trate de arreglarse a sí misma en el proceso.

¡Joder! Cada vez que pienso en eso es como si mi alma se estrujara más y más.Si ella se viera a través de mis ojos vería lo perfecta que es su imperfección.

Puede que piensen que esté loco al amarla así,pero ustedes no la conocen como yo así que jamás podrán juzgarla.

Porque estarían siendo injustos al juzgar a una persona que no conocen,que no saben por qué hace lo que hace.

Desde pequeña Asa siempre se ha esforzado por comprender lo que no entendía,ya sea cómo funciona la gravedad o cómo funciona la mente humana.

Y como de costumbre siempre se acababa convirtiendo en una experta en el tema.

Esa es una de las cosas que más admiro de ella,es tan inteligente,tan llena de energía y ganas de saber todo a pesar de lo que ha pasado en su corta vida.

Pero al mismo tiempo es como una abuelita llena de sabiduría y sabe exactamente que decir para ayudarte en cualquier revés de la vida,esa es Asa,mi Asa.

No saben cuántas veces he repasado su diagnóstico.
Cuántas veces he leído unas cuantas líneas que tratan de describir a las personas como ella.

"Personas que mienten como respiran,excesivamente manipuladoras y saben exactamente qué decir para que hagas lo que deseen,dispuestos hacer cualquier cosa por su satisfacción personal".

No soy tonto,sé perfectamente que Asa podía ser así la mayoría del tiempo,pero conmigo no,yo sé que ella jamás haría eso conmigo.

Debes pensar que los sociópatas son seres con poca empatía,carentes de amor hacía los demás y gran egocentrismo.Por lo que les es casi imposible amar a alguien.

Pero yo creo que conseguir su amor sería algo demasiado complicado,llevaría esfuerzo y sobre todo tendrías que entregarlo todo de ti aún sabiendo que es posible que no lo consigas.

Pero que su amor sea más difícil de ganar que el de los demás no la hace un ser detestable,al contrario,ganar el amor de Asa para mí sería el mejor premio de la vida.

Haría lo que fuera por ella y sé que aunque ella no pueda sentir lo mismo que yo,en mi interior sé que a su manera me quiere,o al menos lo intenta.

Y haría todo por mí,como lo hizo el día que nos conocimos.

Hace 17 años

-Ya suéltenme-lágrimas brotaban de mis ojos y solo quería que el tiempo pasara y que los niños grandes se cansarán de golpearme.

Me recordaban a mi padre, siempre gritándome cosas que no podía enteder y pegándole a mi madre y a mí,te extraño mamá...ojalá estuvieras aquí.

-¿Qué hacemos con él?

-Deberíamos divertirnos un rato.

-Tengo una idea.

En ese momento apareció en mi campo de visión una niña muy pequeña,con unos largos rizos anaranjados como el atardecer y unos grandes ojos muy negros.

Me atrevería a decir que más negros que una noche sin estrellas.

-Son unos cobardes.-escupió la niña asqueada por la situación.

-Vete de aquí niña antes de que se nos ocurra jugar con los dos.

-¿Por qué estás tan seguro de que puedes jugar conmigo?

-¿Quién te crees?

-Soy Asa-dijo su nombre orgullosa.

-Bien Asa,me estoy cansando de esta conversación así que será mejor que te vayas.

-¡Deja al niño!-la rabia en su voz era perceptible.

-¿Oh,quieres que deje al pequeño en paz? ¿Debería tenerte miedo pequeño mounstro?-dijo y sus amigos comenzaron a reír.

-No deberías tenerle miedo a los mounstros que se pueden ver,deberías temerles a esos que se ocultan a plena vista esperando el momento oportuno para acabar con su presa.-habló acercándose poco a poco a los niños más grandes-¿Te sientes poderoso cuando abusas de los más pequeños,verdad?,eres patético.

Pasó tan rápido que ni siquiera me percaté de ello,uno de los otros niños trató de lanzarse encima de Asa pero esta lo esquivó y lanzó una patada directo a su miembro.

Aprovechó ese momento de confusión,me tomó del brazo y corrimos tan rápido como pudimos.

No sé hacia dónde me dirigía hasta que paramos frente a una casa donde salió un hombre.

Lo reconocía del orfanato,por lo que sabía era doctor y venía de vez en cuando.Según los otros niños venía a visitar una niña que raramente salía de su habitación.

Eso me puso a pensar...¿esta será la niña de la que todos hablan?

¿Ella es la qué no puede...sentir?

-¿Qué sucede Asa?

-Esos niños.-señaló a los niños más grandes que se encontraban detrás de la cerca-Nos querían golpear.

-Ya veo.-sin decir nada más el hombre se dirigió en dirección a los niños.

No sé qué habrá pasado,pero desde ese día nunca más los volví a ver.

Desde ese momento sabía que Asa sería la princesa que me rescataría cuando estuviera en problemas,y que siempre,podría contar con ella.

Y en ese instante lleno de miedo y mis mejillas rosadas por las lágrimas Asa hizo algo que nunca volvió a hacer en su vida,allí bajo la luz de la luna, me abrazó...

En la actualidad

Salimos de la cafetería y Asa estaba muy callada,subimos al auto y entonces hablé.

-No estoy enojado contigo Asa-sus ojos se abrieron y mostraban confusión-Hiciste lo que tenías que hacer,además nunca podría molestarme contigo-tomé su mano y ella en un hábil movimiento la apartó.-¿Por qué siempre intentas alejarme de ti Asa?-silencio-¿Por qué no quieres que te ayude a lidiar con lo que sea que pasa dentro de tu cabeza?

-Porque no quiero hacerte daño Criss.

Me quedé inmóvil,todo este tiempo había pensado que ella trataba de lidiar conmigo,de sobrellevarme,¿y la verdad era que no quería hacerme daño?

Podía escuchar mi corazón que cada vez latía con más fuerza,como si quisiera dar un brinco y salir de mi pecho para encontrarse con el de Asa.

-Pues yo sí quiero que me hagas daño Asa,hiéreme,juega con mi mente como solo tú sabes hacer,utilízame, búrlate de mis bromas malas,recházame todo lo que quieras pero no me apartes de ti Asa,no podría soportarlo.

Sentí como una lágrima rodaba de mi mejilla,volví a tomar su mano y por primera vez,no la apartó.

Creí que el corazón se me iba a salir por la boca,no podría explicar con solo ese gesto todo lo que me hacía sentir,entonces la intenté abrazar...grave error de mi parte.

-Ok ya es suficiente.-dijo y empecé a reír lo que provocó que ella también riera.

Y así fue como mis lágrimas pasaron a ser risas,cosa que solo podría lograr una persona,Asa.

Pasamos el resto del día conversando y caminando por las calles y parques hasta que regresamos a casa.

El juego de AsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora