Una boda no-tan-perfecta

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El día finalmente había llegado. Luego de tanto haberlo esperado, preparado y asegurar que todo estuviera en su más mínimo lugar hasta lidiar con miles de ataques de ansiedad y vómitos que a SeHun le habían dado—afortunadamente esos no eran por sospechar un embarazo; tranquila, gente, él y LuHan sí que se cuidaban, solo había estado bajo mucha presión y estrés por todo este rollo que se le venía—, ahora ya estaba a solo unos pasos de casarse con el amor de su vida.

Estaba ahí, frente a ese espejo donde se podía ver usar un traje blanco con solapas negras, al igual que sus puños. Su pantalón era liso, de un mismo tono que sus solapas, pero contrario a esto, debajo del saco traía un chaleco también blanco que solo protegía la camisa que traía debajo junto con su moño. Se veía bastante bien, eso SeHun lo notaba, incluso cuando hubiera bajado un poco de peso por los nervios que le dieron al tener que organizar todo eso, al menos se había asegurado de que todo le quedara como debía desde el día que se lo había probado.

No le había hecho daño además que le agregaran un poco de maquillaje. Con ligeras sombras en los ojos, algo de rubor en la cara y su muy bien elaborado peinado de lado que le habían fijado con un poco de spray, SeHun estaba seguro de que todo había quedado excelente. Tanto así como para que por fin se relajara. Tenía un poco de tiempo extra, los estilistas se le habían ido más temprano de lo que esperaba, así que, al SeHun verse prácticamente listo con solo media hora de anticipación, se dio la libertad de sentarse al borde de la cama que detrás de donde estaba se hallaba, y tomar una honda respiración. Sí, tan pronto el tiempo restante pasara, SeHun podría tomar sus cosas e irse con sus amigos, rumbo al pequeño salón que no muy lejos en Osaka donde estaban habían alquilado. SeHun necesitaba un lugar que no fuera muy ostentoso, pues se debía recordar que por más boda que quisiera festejar junto a LuHan, el simple hecho de que fuera LuHan mismo el que estuviera presente, daba para que todo bajo el agua se manejara. Lo mismo por algunos de sus invitados, ChanYeol se lo había dejado muy claro, no podían hacer toda una fiesta enorme ni llamar mucho la atención. Sí iban a disfrutarlo e intentar llevar todo de la mejor manera, pero no podían ignorar la situación en la que estaban: ellos eran una mafia criminal que no solo era buscada por algunas de las partes que todavía no estaban corrompidas por el sistema gubernamental, sino que tenían muchos enemigos que las cabezas les querían cortar, así que, manejar una boda a lo grande solo podía hacerles ponerse una luz roja enorme sobre sus cabezas. No debían, la situación tenía que manejarse de la mejor forma. Al primero que pudiera dar un pitazo, todo se les hundía. Esa advertencia la tenía muy presente, y tan asustado como de ella se podía encontrar, fue la razón por la que SeHun sintió tantos nervios hasta para vomitar hacía días.

Sin embargo, LuHan mismo se lo había dicho, eso no los iba a detener, ellos habían tomado sus decisiones y fuera lo que sea que estas les trajeran ahora, lo iban a saber sobrellevar. Así lo habían hecho hasta ahora.

SeHun no podía negar, además, el hecho de que esto lo emocionara. Se había separado del lado de LuHan por ese momento, nada más para sorprenderse el uno al otro de los preparativos que cada uno llevaría antes de verse en la ceremonia, pero cuando despertaron juntos en una misma cama dentro de la casa que LuHan se había hecho muy cerca de donde sus jefes vivían, no pudo negar que esto lo fascinaba. Si casarse con LuHan significaba despertar mediante esas sonrisas y caricias que el hombre al que más amaba le daba y compartía de manera recíproca, SeHun no se iba a negar. Podían pasar los problemas que hubieran, él los iba a atravesar de la forma más feliz. Después de todo, por algo había aceptado ese anillo que hacía meses le habían dado. Ahora era cuando, después de tantas promesas pasadas y cumplidas, finalmente llegaba al punto donde se sentía en mayor sintonía.

Entonces, ¿por qué SeHun todavía sentía algo extraño que lo ahogaba y le hacía pensar en un mal presentimiento?

"Toc, toc, toc," sin importar lo que en ese momento pudiera pensar, SeHun tuvo que ignorarlo, pues una persona acababa de asomarse por la puerta de la habitación donde estaba. Y como SeHun había dicho, él y LuHan se habían separado para poder arreglarse antes de verse de nuevo en su boda. Esto solo había dejado que LuHan se quedara en su casa, pero a él, que no tenía otro lugar a dónde ir por no vivir ahí y venir más a quedarse en ese mismo lado, solo le había quedado la opción de irse a arreglar en la casa de sus jefes. Eso obviamente a BaekHyun no le había molestado, en lo absoluto, estaba muy emocionado de ver esto, y tanto como podía estarlo, tal vez por ello se encontraba ahora ahí asomando su cabeza que ya demostraba estar también muy bien peinada con un churrito de su flequillo puesto de lado. SeHun lo vio con algo de sorpresa, no se esperaba que nadie fuera a llegarle todavía si él creía estarse dando unos minutos para relajarse, pero dado que era su jefecito, suponía que no podía haberse esperado más al conocer cómo de interesado podía estar con él. BaekHyun era algo que inevitablemente le iba a pasar. "¿Se puede pasar a ver al novio antes de la boda?"

Little Shots [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora