STRONGER THAN YOU KNOW (SPIDERBUG) [PAUSADA]

CAPÍTULO 22: EPIFANÍA

Y ahí, en la casa de Peter pasó lo que nadie creyó posible.

Marinette sintió un extraño aire cruzandola de frente, como un empujón, lo raro era que la ventana estaba cerrada,

Peter sintió haber atravesado una especie de muro denso, pero no como concreto, sintió una especie de resistencia del...¿aire?

Peter volteó hacia atrás.

Marinette volteó hacia atrás.

Y a pesar de estar solos en el lugar, sintieron compañía.

Ella buscaba indicios de algo que le indicará lo que sucedió pero no había nada tras ella.

Él pareció buscar la especie de pared invisible que había cruzado pero en su lugar obtuvo un reflejo de si mismo bastante peculiar. ¿Por qué? Porque a quien vio no era su reflejo.

Marinette: que...raro...*alcanzó a murmurar la chica con la mirada decaída, perdiendo la esperanza*

Pero para Peter eso fue más que un rayo de esperanza, quizás era un sol completo  lo que veía. Vio a su amada, a su novia, a Marinette. Sus ojos comenzaron a humedecerse y corrió a la ventana sin entender mucho el porque la azabache esta en el reflejo de la ventana. Miro hacia atrás buscándola o a alguna explicación pero no encontró nada.

Marinette: Hola Peter. *saludó al cuarto imaginando que el castaño de su novio la escucharía, la cosa era...que no esperaba que así fuera.*

Peter: Ma-Mari...

Semanas antes
En el lado anterior
Panadería Dupain Cheng

El lugar con quizás mejor olor de la ciudad antes ahora era el lugar con peor olor que un cementerio gracias los panes y dulces jamas vendidos, que se habían podrido en sus estantes y el material como chocolate, azúcar glass, miel e incluso fruta hacia de todo al lugar un sitio para evadir, incluso los pocos vecinos que habitaban el edificio de alado habían ido a reclamar pero nadie respondió.

Y los mismos vecinos trataron de abrir la puerta para quitar el olor ellos mismos, tirar todos los panes y asunto resuelto, por si es que los dueños se habían desvanecido en lo que llamaron "el blip". Pero la puerta también estaba cerrada, incluso podría decirse que trabada, algo la detenía.

Alguien no quería que abrieran la puerta o la visitarán y esa era la hija de los panaderos y dueños del local.

A esta parecía no importarle el olor desagradable que emanaba la panadería y ni siquiera hacía el esfuerzo por hacer algo, no quería hacer nada.

Pasaba los canales de la televisión sin siquiera ver su contenido y una mirada perdida, sus mejillas estaban rojas igual que sus ojos hinchados, su cabello estaba suelto, sucio y embarañado y su ropa...tenía un pants rosa y una playera oscura que ni siquiera se había dado cuenta que estaba al revés.

Un cojín estaba en su regazo y las cortinas oscuras no dejaban pasar la luz del día, más bien no dejaban ver la ciudad, ella miro a su alrededor viendo una cucaracha pasar de un lado a otro y ni siquiera le dio importancia, sólo la dejó ir a alguna parte de la casa. En la cocina habían platos sucios, el polvo comenzaba a acumularse en el hogar y la suciedad se hacía presente.