Capítulo 7

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Entró a la habitación consiguiendo que las mujeres dejen de perseguirlo diciéndole los planes y órdenes de su padre.

Hubiese sido una ajetreada noche de no ser que pudo escaparse con la excusa de su estado, las heridas no sanan del todo por lo que no puede ser obligado a cumplir con el horario habitual. Aparte que Beomgyu suplantó su puesto como muestra de honor y respeto.

Suspiró y caminó hasta la ventana, abrió esta siendo golpeado por el frío viento acompañado de polvo, colgó la cabeza envuelta en trapos que cargaba en su diestra, había combatido incluso en ese estado pero no hizo nada que tuviera que ver con su padre. Solo hizo lo que quería.

Frunció el ceño al darse cuenta que debe cambiar de ventana ahora que esa está llena, los cráneos en descomposición de las demás víctimas previas ya habían dejado sin espacio esa ventana.

Limpió sus manos y cerró la ventana aún sin bajar la cortina pues al ser de noche no habrían problemas con el sol y sus agresivos rayos de luz.

Por su mente pasó lo sucedido en la sala de tortura llegando a su mente Taehyun.

Se dio vuelta rápidamente al recordar que el chico ahora estaría en su habitación, recorrió con la mirada todo sin embargo no había señales del humano. Se dirigió con velocidad a la puerta a punto de salir pero se detuvo en seco cuando escuchó una pesada respiración dentro de su habitación.

Dio la vuelta dirigiéndose a los sillones encontrando el pequeño cuerpo del humano en este. Se tranquilizó al verlo ahí, durmiendo tranquilamente pero temblando de aparentemente frío. Iba a darle una frazada pero la puerta de su habitación se abrió, suspiró fastidiado de no poder tener un jodido momento en paz.

-Ya les dije que no puedo participar, díganle a mi padre que deje de molestar. - exclamó con fastidio sin siquiera ver a quien había entrado mientras cubría con una gruesa frazada al chico -

-Tu padre dijo que te permitirá 3 días de ausencia, nada más. - comentó alguien que definitivamente no era una mujer -

Volvió su mirada enfocando a Beomgyu quien sostenía ropas perfectamente dobladas. La única persona a la que le permitía el libre paso a su habitación.

-Bien. - dijo caminando hacia él - ¿Qué haces aquí?, ¿Qué es eso? - cuestionó señalándolo -

El l líder lo ignoró dejando las prendas sobre el mueble al pie de la cama para después caminar en su dirección con su típico rostro serio.

-Hicieron ropa para él y me pidieron que la trajera, no dejas a nadie entrar así que... - dejó las palabras al aire -

Yeonjun asintió cruzándose de brazos.

El Líder se sentó en el sillón al lado del humano viéndolo detalladamente. Pero frunció su ceño confundiendo a el Heredero.

-Sus labios están morados. ¿Eso es sano?

-¿Eh? - exclamó confundido Yeonjun -

El Heredero vio a Taehyun dándose cuenta de lo destacado por el Vampiro, poniéndose alerta al instante.

-No, morirá de frío, enciende la chimenea. - ordenó al instante -

El líder de inmediato obedeció haciendo lo solicitado lo más rápido posible.

Tomó al humano en brazos sin quitar la frazada.

Se sentó en uno de los cojines frente a la chimenea la cual fue encendida por el vampiro menor quien también se sentó. Ambos miraron atentos al humano quien se veía casi muerto, no quería ser negativos pero no parecía que su condición fuera a cambiar. El Heredero lo mantenía pegado a su cuerpo en un abrazo sin embargo él está incluso el doble de helado que el humano por lo que no funcionaría. Al ser consciente de esto alejó el cuerpo del chico acercándolo un poco más al fuego.

Verlo ahí fue como verlo por primera vez, nuevamente hipnotizado por los encantos de ese chico. Lo escogió para él después de probar su sangre, pero no sabía que Beomgyu lo había escogido primero, sin embargo no iba a dejar que alguien aparte de él pueda probar su agria sangre. La singularidad de su sabor fue lo que más le gustó, ningún otro tipo de sangre podría compararse al de Taehyun.

-Entonces, ¿Seguiremos luchando hasta haber un ganador que posea la sangre de Taehyun?. - preguntó el líder que también apreciaba el rostro del humano -

Aún a pesar de verse demacrado su belleza no disminuía.

-Creí que te rendirías después de lo ocurrido en el salón, pero si tanto insistes. - hizo una pausa conectando miradas con el menor - Dejémoslo a él decidir.

-¿Eh?, ¿Estás seguro?, Nunca se ha hecho eso... Tu padre-

-Mi padre no va a meterse en esto, no tiene por qué opinar. Ahora dime, ¿Estás de acuerdo o no? - cuestionó acercándose al líder de manera amenazante - 

El contrario ya acostumbrado a su actitud ni siquiera pestañeó.

-Estoy de acuerdo, pero espero que si me escoge no me mandes a ser decapitado. - murmuró sin mucha preocupación -

Imitó las acciones del mayor acercándose a él siendo intimidante, ambos sonrieron en busca de causar el temor ajeno. Tan acostumbrados a esto.

-Tranquilo, eso dependerá de mi padre, si decide hacerlo entonces yo también seré decapitado. - comentó sonriente como si no fuera algo de otro mundo -

La muerte es alabada por su reino, no es algo a lo que le teman o le tengan respeto.

Y, por más odio o rencor que se guardan entre sí, ambos cerraron su cercanía con un beso ocultando sus colmillos para más comodidad.

Su actuar a veces es confuso, pero es más normal de lo que parece.

Ambos son pareja aún, pero ante el temor de ser separados tuvieron que fingir una pelea y, por más que no lo quisieran, se hicieron daño.

Su relación es completamente secreta, solo cuatro personas en el castillo saben de esta, pronto cinco pero debían esperar un poco de tiempo. Han sido tan cautelosos con su relación que inclusive el fiel ministro de Yeonjun desconocía su secreto. No cualquiera pensaría que siguen con su noviazgo.

Imposible suponerlo.

Aunque el odio está ahí.

Odio por haberse mentido entre sí, en especial, por ir ambos a por una misma presa. La razón de su pelea actual fue por serle infiel al otro, romper la promesa de seguir amándose a pesar de las dificultades, a pesar de nuevas posibilidades, jamás dejarían su amor de lado.

Al ver que ambos habían roto su promesa con la misma persona su furia se desató, pero jamás podrían estar peleados por más de tres días, incluso aún estando enamorados de alguien más siguen siendo la prioridad del otro, amándose mutuamente.

Incluso si ahora deben repartir su amor a alguien más.

Un largo rato entre beso y beso se separaron al sentir que fue suficiente.

Beomgyu acarició la mejilla del heredero siendo cariñoso como siempre, Yeonjun sonrió altanero de aún causar sonrojos en su pareja. El Líder rodó los ojos sentándose recto girando su vista lejos del heredero quien se vio contento con su reacción. Acercándose al Líder, tomando su mano dándole caricias.

-¿Por qué eres así? - cuestionó con un tono de clara molestia el vampiro menor, Yeonjun soltó una risa nasal negando levemente -

-¿Cómo?, ¿Cómo el amor de tu vida?. - susurró cerca de su oreja -

Sonrió al ver la expresión seria de Beomgyu, se perdió en la belleza del Líder sin recordar lo cuidadosos que debían ser. ¿No puede amar a su novio un segundo?

-No, tan molesto. - dijo con falsa molestia -

Yeonjun rió nuevamente acercándose a sus labios besando estos sonoramente, Beomgyu lo alejó lentamente, pero el Heredero volvió a acercarse y besó de piquito al menor.

-Basta, nos escucharán.

-Ajá...

Ambos compartieron miradas enamoradas entre sí sintiendo como siempre el amor flotando por el aire. Imposible dejar escapar el amor que se tienen el uno al otro.

Y un nuevo enamoramiento no sería suficiente para hacerlos separarse.

...

𝑺𝒐𝒖𝒓 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅 ✞︎ YeonTaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora