𝑺𝒐𝒖𝒓 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅 ✞︎ YeonTaeGyu

Capítulo 2

Escuchó un fuerte impacto a lo lejos por lo que despertó, sin embargo no podía ver ni moverse.

Sus manos estaban atadas detrás de su espalda mientras que sus ojos estaban aparentemente vendados, su respiración se agitó sintiéndose nervioso y asustado sin saber que hacer. Pensó en tratar de liberarse por su cuenta sin embargo no sabía lo que le rodeaba por lo que se quedó en silencio.

Lejos, se escuchó una conversación nada pacífica, prestó atención dándose cuenta de que eran dos hombres peleando.

-Eres un traidor. - exclamó uno de ellos con un gruñido casi bestial -

-Mira quien, el Lobo hablando de colas, busca a alguien más que él no te pertenece. - respondió el segundo hombre también gruñendo -

Escuchó un golpe resonar seguido de gruñidos y rasguños, no sabía lo que sucedía, comenzaba a angustiarse.

La pelea cesó, hubo un silencio sepulcral, trató de escuchar más o saber que sucedía, sin embargo una mano se posó sobre su brazo, asustado, se alejó de un salto, ocultándose a como podía de quien estuviera dentro de la habitación.

-Eres tan lindo.

Hablo una profunda voz cerca de su oído, se alejó nuevamente tembloroso sintiendo una mano rodear su cintura y una nariz pegada a la piel de su cuello, lo recorrió un escalofrío e intentó ocultar su cuello con su cabeza.

El desconocido gruñó.

-Tu sangre tan agria... Huele tan bien.

-¿Quién eres?, ¿Dónde estoy?. - murmuró casi sollozando -

-Eso no importa, lo único que importa aquí eres tú. - dijo pausado recorriendo su pecho con su nariz -

-Por favor déjame en paz, no hice nada malo. - rogó en un hilo de voz -

-No lo hiciste querido, eres un buen chico, y si lo eres - hizo una pausa a la vez que sujetaba su cintura con sus dos manos -, dejarás que pruebe esa agria sangre tuya.

Taehyun negó con su cabeza agresivamente, murmurando unos silenciosos "No", mientras lo empujaba con su hombro.

El contrario lo acorraló, dejó libres sus manos y tomó con delicadeza su zurda, acercándola lentamente a sus labios. No podía mover sus manos pues estaban dormidas de estar tanto tiempo atadas impidiendo el paso para circular sangre.

El desconocido dio una asquerosa lamida a su piel.

Aprovechó la distracción y quitó con dificultad lo que cubría sus ojos, viendo al contrario quien en un rápido movimiento clavó sus colmillos en su piel, hundiéndose en esta mientras succionaba su sangre.

Ahogó un grito mientras sentía como la sangre salía de su muñeca y terminaba en la boca del hombre. Quiso empujarlo con su brazo libre, sin embargo este quedó preso en la pared por la fría mano del otro.

Sufrió en silencio, solo viendo como aquel vampiro chupaba el líquido rojo con insistencia, se sentía débil de pronto y simplemente dejó de luchar cuando sus extremidades picaban con dolor. Se recargó en la pared exhausto dejando que el hombre hiciera con él lo que quería.

El vampiro alejó su boca de su mano una vez estuvo satisfecho, sacando lentamente sus colmillos de su piel haciéndole gemir adolorido, una vez estuvo libre dio una lamida a donde sus dientes estuvieron y se puso de pie. Taehyun pensó que la sangre saldría por donde el vampiro mordió, sin embargo, una costra se formó rápidamente después de que la saliva del contrario entrara en contacto con la herida.

Miró al hombre quien pasó el dorso de su mano por su boca, limpiando los restos de sangre que había quedado en sus labios.

-Eres tan agrio, me encanta. - habló lentamente sin mirarlo - Nadie podrá ponerte una mano encima si descubren tu sabor.

El vampiro tomó su brazo y lo hizo ponerse de pie sujetándolo por su cintura para pegar su cuerpo al suyo. Se sostuvo de su hombro para no caer debido a sus débiles piernas.

-Me perteneces completamente querido, nadie puede hacerte nada sin mi permiso. - susurró sobre su oreja haciéndolo estremecerse -

-No soy de nadie. - susurró molesto golpeando débil al vampiro - Déjame en paz... Quiero irme a casa.

-Oh querido, tú sabes lo que pasa cuando un humano entran a nuestro territorio. - dijo con voz burlona - Son nuestros. - escupió casi carcajeando - Pero tú... Tú eres solo mío.

El contrario lo alejó y dejó caer a donde antes él estuvo sentado, se quejó de dolor.

Vio al vampiro irse en dirección a la puerta con intenciones de salir.

-¡Espera!.

Gritó con la fuerza que le quedaban mientras extendía su mano, sin embargo fue completamente ignorado y el vampiro salió de la habitación sin dedicarle una mínima mirada

-N-no...

Se abrazó a si mismo dándose cuenta de que su mayor terror se volvió realidad. Un vampiro lo cazó y su sangre le pertenece a alguien ahora.

Bajó su rostro dejándose llorar ahí mismo, estaba aterrado, no quería que ese fuera su destino, tenía mucho por hacer ahí fuera, aún no se graduaba, aún no leía el libro que compró, ni siquiera pudo desearle un feliz cumpleaños a su madre.

Ningún humano había regresado de Villa Cenizas, nadie, y él no sería la excepción solo por un milagro.

Ni por ser el protagonista de una historia.

...

Despertó un rato después. Había caído dormido entre llantos por lo que sentía sus ojos hinchados.

Se levantó tambaleándose, su cuerpo aún débil, miró sus alrededores dándose cuenta de que se encuentra en una habitación grande y bastante elegante, detrás de él se encontraba una ventana por la cual se asomó.

Las historias no mentían. Villa Cenizas tiene los peores paisajes a tal grado de que se vuelven hermosos al ojo humano, sin embargo los árboles grisáceos cubrían todo. Nuevamente regresó su vista a la habitación inspeccionando esta.

Se dirigió rápidamente a la puerta por donde el vampiro salió previamente forcejeando con esta sin embargo no se abrió. Era lógico que no lo haría pero podía intentar. Rendido, se encaminó hasta donde había estado sentado todo este tiempo y se dejó caer hasta el suelo.

Nuevamente se abrazó a si mismo mientras veía los hoyuelos en su muñeca, su vena se marcaba más mientras que su mano perdió color, supuso que el drástico cambio de circulación habrá hecho tal efecto que incluso sentía piquetes en sus dedos, su corazón ahora tiene el trabajo de bombear sangre más rápido. Perfecto, morirá por un paro cardíaco.

Si es que no lo matan las criaturas primero.

Sus ojos pesaban y se sentía cansado, de nuevo estaba llorando mientras trataba de pensar en algo bueno, pero a su mente solo llegaban imágenes terroríficas de los posibles escenarios grotescos que viviría. Cerró sus ojos mientras más gotas resbalaban en sus mejillas.

Su momento de tranquilidad fue interrumpido por alguien que entró bruscamente a la habitación.

-Aquí estás.

...