NO ME OLVIDES

8.- POR FAVOR, ABRE LOS OJOS... (1ªparte)

// Pensamientos //

+++++++ Separación de Escenas +++++++

----------- Flash Back ---------

8.- POR FAVOR, ABRE LOS OJOS... (1ªparte)

En una cafetería del centro de New York.

-Algo anda mal aquí – Dijo Ron preocupado ha Blaise, ambos estaban sentados tomándose un café no muy lejos de su casa, habían agarrado esa costumbre, aunque ninguno de los dos sabía por qué, cada día que pasaba se juntaban más seguido. Al parecer se entendían bastante bien, ambos eran viudos de un amor no correspondido – Es extraño que no tengamos noticias del estado de Harry en más de año y medio. Voy a ir a Londres y buscaré a Hermione, ella me dirá lo que realmente pasa.

- ¿Crees realmente que ella te ayudara? – Zabini puso mala cara, podía aguantarle al pelirrojo que hablara de Draco todo el día, pero que ahora metiera a la sangre sucia en esto era mucho para su escasa tolerancia - Si no te ha dicho nada en todo este tiempo es por algo ¿Por qué crees que te ayudara ahora? ¿Y por qué ella precisamente?

-Blaise... - Hace tiempo que ambos se tuteaban, eran demasiado confidentes ya el uno del otro. En ambos crecía algo... pero ninguno se daba cuenta, más bien Ron. Blaise ya estaba entendiendo lo que sentía – Si no te conociera tan bien pensaría que estas celoso de Hermione – La mirada de Ron era de burla, de hecho, lo había tirado como chiste, pero al ver el sonrojo del moreno, le sorprendió mucho ¿Acaso podría ser verdad?

- ¡Qué estúpido eres comadreja! – Blaise se enfureció en el acto, sintiéndose descubierto y ridículo, una serpiente tenía su orgullo – ¡¿Cómo se te ocurre pensar semejante estupidez?! – Se levantó de la silla rápidamente tratando de huir de la situación, Ron lo tomo de la mano para detenerlo y en ese momento ambos corazones temblaron por el puro contacto con el otro.

- ¡Ya cálmate! Era una broma... Lo siento – Lo soltó y el moreno volvió a sentarse de mala cara con los brazos cruzados, mostrando su mejor postura de indignación, pero todavía rojo como tomate. Ambos disimularon muy bien lo que les produjo ese contacto de piel con piel – Pero de verdad Blaise, necesito hablar con ella – El moreno enarco una ceja inconscientemente – Es solo por Draco que lo hago, lo juro. No quiero nada nada más.

- ¿Y eso que me importaría a mí? No entiendo por qué te justificas tanto – La serpiente ladeo la cara mirando hacia la ventana enfurecido con el mismo y con la situación ¡¿Cómo era posible que le gustara la comadreja?!

-Blaise de verdad, necesitamos saber qué pasa ¡Y en todo caso yo tampoco entiendo porque te estoy dando tantas explicaciones a ti! – Ahora el moreno lo miro con una sonrisa en la cara. Los Gryffindor eran tan estúpidos y lentos. Nunca se igualarían a ellos, las serpientes siempre eran más suspicaces y astutas. Siempre.

-Bien Ron ve ahora, mientras terminemos con esto rápido, mejor – El pelirrojo asintió con la mirada y le sonrió, el corazón de Zabini volvió a bombear a gran velocidad. Si el pelirrojo supiera como le hacía sentir. Pero para lastima de Blaise, Ron solo miraba a Draco, a nadie más. Hasta la estúpida sangre sucia tenía más cabida en su corazón que el mismo.

-Gracias Blaise – Weasley se acercó al moreno y le beso la mejilla, un gesto sincero y de cariño – Volveré enseguida y te contaré lo que pasa – Ron se marchó dejando a un Zabini como nunca en su vida, ósea, sin palabras.

+++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-Sé que es algo terrible pero debemos superarlo por Harry y por lo que significó para nosotros – El director hablaba tranquilamente, se agacho al lado del rubio que se deshacía en llanto en el suelo, Draco no lo miraba, estaba más concentrado en su propio dolor – Vamos Draco debes calmarte – Su sonrisa era ancha, había logrado lo que quería, desmadejar al rubio rápida y brutalmente, con él vivo y presente jamás controlaría a Harry, y eso al mundo mágico no le servía, el necesitaba al salvador como antes, como su títere y controlado a su absoluta voluntad, necesitaba recuperar a ese chiquillo manipulable y sumiso. El Harry de ahora, rebelde e indomable no le servía. No para lo que él quería. Y como dijo antes, no escatimaría en gastos para lograr sus objetivos. Poco importaban sus manos llenas de sangre.